Hallan un código que puede estar manipulando los crash test de Tesla

Sólo unos días después de que el Tesla Model Y haya conseguido la puntuación más alta jamás registrada por Euro NCAP, se ha destapado un potencial amaño de los resultados en los test de seguridad por parte de la firma estadounidense.

La marca fundada por Elon Musk, que actualmente es el primer fabricante de coches eléctricos del mundo, ha sido puesta en tela de juicio tras encontrarse un código informático que tiene la capacidad de detectar cuándo se están realizando pruebas de seguridad en laboratorio.

Esto ha sido destapado por el conocido decodificador Green, habitual descubridor e informador de las novedades en materia de seguridad de la marca estadounidense Tesla.

Primeras investigaciones

Tras los resultados conseguidos por el Tesla Y, algunos expertos se preguntan si esto es un reflejo fiable de cómo se comporta el vehículo en un choque del mundo real, o si Tesla está jugando con el sistema para maximizar los resultados de sus pruebas.

Desde hace años, la industria automotriz debe someterse al escrutinio de organismos independientes como Euro NCAP o Australasian NCAP (ANCAP), con el fin de proporcionar a los consumidores una referencia sobre los distintos niveles de protección de los ocupantes en una gama de vehículos.

Pruebas de impacto del Tesla Model Y en el test Euro NCAP.

La publicación de Green ya ha provocado una respuesta del Programa de Evaluación de Coches Nuevos de Australasia (ANCAP), el organismo responsable de proporcionar calificaciones de seguridad independientes en Australia y Nueva Zelanda.

«Somos conscientes de las afirmaciones hechas en Twitter y las estamos investigando», dijo un portavoz al medio online australiano Drive.

«Tesla acaba de agregar soporte ANCAP en su código. Esto se suma a los ya existentes I VISTA' (test de pruebas chinos) EuroNCAP y Korea NCAP», publicó Green. «Uno se pregunta por qué hacerlo (también le dan a las casas de pruebas compilaciones únicas con la casa de pruebas en el nombre (¿con configuraciones modificadas?)».

Teslagate

De momento, nadie ha realizado una acusación formal ni se ha probado ilegalidad alguna en una situación que recuerda mucho al famoso Dieselgate destapado en 2015.

Aquella trampa consistía en un software capaz de manipular los resultados al detectar la realización de la prueba de emisiones, haciendo posible que los mismos fueran mucho menos contaminantes.

Posteriormente, el sistema era capaz de devolver los motores a su funcionamiento normal en condiciones reales de conducción, emitiendo valores ilegales de óxidos de nitrógeno. Dicho sistema de alteración de los resultados se mantuvo durante seis años, por lo que se consideró un acto fraudulento intencionado.