Cómo es un coche de GNC por dentro: SEAT nos da todas las claves
SEAT, una de las marcas de referencia en el mercado del gas natural vehicular (GNV), explica cómo es un coche de GNC por dentro. Debido a su precio asequible, los automóviles propulsados por gas natural comprimido (GNC) van ganando adeptos entre aquellos conductores que buscan una opción de movilidad sostenible pero que no desean adquirir un vehículo híbrido o eléctrico.
5 min. lectura
Publicado: 18/07/2018 13:00
El gas natural comprimido (GNC) se está haciendo un hueco en el mercado español y ya se posiciona como una opción interesante para los conductores que buscan una alternativa de movilidad sostenible a los motores de combustión interna tradicionales y que, por ahora, no desean dar el salto a las mecánicas electrificadas. La oferta de coches de GNC en España es bastante completa y variada. En los concesionarios se pueden encontrar vehículos de diferente segmento y características.
Pero, ¿cómo es un coche de GNC por dentro? Estéticamente, si observamos el exterior de un coche de GNC, a no ser que muestre algún distintivo, nos será imposible diferenciarlo de una versión convencional. Sin embargo, en sus entrañas sí encontraremos numerosas diferencias y componentes específicos para poder utilizar el gas natural vehicular como combustible. SEAT, una de las marcas de referencia en lo que a vehículos de GNC se refiere, nos explica cómo son por dentro estos automóviles.
Los coches de GNC se caracterizan principalmente por disponer de un solo motor de combustión interna capaz de funcionar con dos tipos de combustibles. Funcionan indistintamente con gas natural comprimido o gasolina. Por defecto, los coches de GNC circulan con gas hasta que éste se agota. El cambio a gasolina se realiza de manera automática y es imperceptible para el conductor. Las prestaciones que ofrece el motor con ambos combustibles son las mismas.
La combustión de gas natural cumple con las normativas de emisiones más exigentes y prueba de ello es el distintivo ECO concedido por la DGT (Dirección General de Tráfico) a los coches GNC. El disponer de la etiqueta ECO supone poder disfrutar de numerosas ventajas, especialmente en grandes ciudades que activan restricciones al tráfico en episodios de alta contaminación.
Otra de las características de los coches a GNC, como se puede ver en las imágenes que acompañan este artículo, es que disponen de una doble boca de repostaje bajo la misma tapa. El repostaje del gas natural comprimido es muy similar al de gasolina o diésel. La posición de la boquilla no cambia y se tarda prácticamente lo mismo en llenar el depósito de gas natural.
Los depósitos de gas natural se sitúan debajo del piso del maletero, en el hueco donde habitualmente encontraríamos la rueda de repuesto (en su lugar se incorpora un kit de reparación de pinchazos). Están fabricados en acero de alta resistencia y unas electroválvulas de seguridad mantienen el gas en su interior de forma totalmente estanca.
Cada 4 años se certifica el estado de conservación de los depósitos y todos los componentes han sido testados para soportar todo tipo de condiciones extremas. SEAT señala que los vehículos de GNC cumplen con los estándares de seguridad. Durante el desarrollo se someten a todo tipo de pruebas de choque para garantizar que, en caso de colisión o accidente, sean seguros.
Como se ha especificado al inicio del artículo, durante la conducción el vehículo hará uso por defecto de gas natural. Un testigo, situado en el cuadro de instrumentos, informará al conductor qué tipo de combustible está siendo utilizado por el motor. Si está encendido es que funciona con gas natural; apagado, funciona con gasolina. También hay otros dos indicadores para consultar información relevante como el nivel de cada combustible. Además, el ordenador de a bordo incluye los datos de consumo y la autonomía de cada combustible.
Fuente: SEAT