¿Cómo funciona un embrague y qué tipos hay?
Sea de cambio manual o automático, nuestro vehículo necesita un embrague con el que convertir el par motor en movimiento. El embrague es uno de los elementos que más estrés sufre y, por lo tanto, es conveniente saber cómo funciona y qué tipos podemos encontrar.
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Publicado: 08/04/2020 15:30
El embrague de un vehículo es vital para su funcionamiento y lo utilizamos numerosas veces en cada trayecto que completamos, especialmente si nos movemos por rutas urbanas o debemos realizar varias paradas.
Debido a ello y a la función que desempeña, es una de las piezas que más sufre y, si queremos alargar la vida útil del mismo, nos resultará útil saber cuál es su mecánica de funcionamiento.
Para qué sirve un embrague
El embrague de nuestro vehículo tiene como función transmitir el par motor a las ruedas. Dicho de otro modo, se encarga de transformar la energía del motor en movimiento. Pero para que ello pueda ocurrir, algo debe conectar el bloque con las ruedas, y ahí es donde entra la transmisión.
El embrague forma parte de la misma conjuntamente con la caja de cambios, el árbol de transmisión, el grupo cónico-diferencial y los palieres. La función concreta del protagonista de este artículo es acoplar o desacoplar el giro del motor para que el movimiento se transmita de manera suave y sincronizada. Para ello se ubica entre el motor y la caja de cambios.
Funcionamiento del embrague
Cuando colocamos la palanca de cambios en punto muerto y giramos la llave de contacto de nuestro vehículo, el motor de arranque entra en funcionamiento y el propulsor gira al ralentí, aproximadamente a unas 1200 rpm. En ese momento el coche sigue parado y, para que no se cale, el motor tiene que estar desacoplado de la transmisión, pudiendo permanecer encendido sin moverse.
Es en ese momento cuando el embrague está desacoplado, por lo que aunque aceleremos, el aumento de revoluciones del motor no se traducirá en movimiento de las ruedas al girar libre. Dicho efecto es el mismo que si tenemos una marcha engranada, pero también el pedal del embrague pisado a fondo: es la posición de desembragado.
Cuando engranamos la primera velocidad y comenzamos a levantar el pie del acelerador, el embrague conecta la caja de cambios y el motor, sufriendo las mayores tensiones y fricciones del proceso. Es la pieza que se encarga de absorber el mayor desgaste para minimizar el deterioro de los dos elementos que conecta entre sí.
Una vez completado el proceso de transición, llega la fase de embragado, pues hemos soltado el pedal y el acoplamiento es total. Ahora el motor y la caja de cambios están conectados y las ruedas giran a la velocidad que indique la marcha seleccionada o el uso que hagamos del acelerador.
A medida que ganamos velocidad, debemos subir marchas, por lo que repetimos la operación de desembragar (pisar el pedal) y embragar (soltar el pedal) para ir ganando impulso. Lo mismo ocurre cuando queremos bajar marchas para reducir la velocidad.
Partes de un embrague
Ya hemos repasado básicamente lo que hace un embrague, pero para conseguirlo consta de cuatro elementos principales con una función determinada:
- Volante motor: es la parte instalada en el bloque motor, queda atornillado al cigüeñal y gira al unísono con el motor. Los volantes motor bimasa reducen vibraciones, pero son más propensos a averiarse.
- Maza de embrague: también denominada plato de presión, se atornilla al volante motor, por lo que gira junto a este. Consta de diafragma o muelles, que se encargan de comprimir o liberar el disco de embrague.
- Disco de fricción: cuenta con dos caras cubiertas de un material similar al de las pastillas de freno y está acoplado a la caja de cambios a través de un eje. Cuando se suelta el pedal de embrague, gira conjuntamente con el volante motor y la maza. Cuando lo pisamos, se desacopla y se interrumpe la transmisión de par a las ruedas.
- Mecanismo de accionamiento: un rodamiento montado sobre una horquilla se apoya en el diafragma y lo empuja para liberar o presionar el disco. Dicha horquilla es la que movemos al accionar el pedal de embrague.
Tipos de embrague
Una misma función puede realizarse de diferentes maneras, por lo que contamos también con diferentes tipos de embrague que pueden ser clasificados según sus características.
Según el número de discos:
- Hidráulico: no tiene discos, es propio de los vehículos industriales
- Monodisco: es el más usado en automoción
- Bidisco: consta de dos discos.
- Multidisco: utiliza un paquete de discos y se utiliza en motocicletas, ya que transmite un par motor mucho más elevado hacia el cambio.
Por tipo de refrigeración:
- Seco: refrigeración por aire.
- Húmedo: refrigeración por aceite
Por tipo de presión sobre el plato opresor para su acoplamiento con el disco:
- De muelles: los muelles sobre los que se realiza la presión están colocados en la periferia del disco de embrague.
- De diafragma: los muelles son sustituidos por un diafragma elástico de acero al carbono.
- Centrífugo: propio de la conducción automática, el embragado y desembragado se confía a unos contrapesos que funcionan por la acción de la fuerza centrífuga del giro del motor. Puede considerarse como un tipo de embrague que actúa automáticamente a partir de un cierto régimen de giro del árbol motor.
Según el tipo de accionamiento:
- De fricción mecánico: está constituido por el volante motor en el que se apoya, gracias a un casquillo de bronce, el eje primario de la caja de cambios. Es el más habitual en turismos. Funciona por medio de líquido o mediante un cable.
- Hidráulico: actúa como embrague automático entre el motor y la caja de cambios, permitiendo que el motor transmita el par motor cuando llega a un determinado régimen de giro. La energía se transmite por una bomba centrífuga que comunica con una turbina.
- Electromagnético o eléctrico asistido: aprovecha la fuerza del campo electromagnético para la transmisión del par de giro.
Un uso intensivo o incorrecto del embrague puede provocar el característico y desagradable olor a quemado. Esto ocurre por un exceso de temperatura en el disco de fricción y podemos evitarla con algunos consejos de uso que puedes conocer en el artículo que adjuntamos a continuación.
Fotos: Pixabay