Nueva maniobra de Toyota: prefiere pagar por sus emisiones antes que "desperdiciar" el dinero fabricando coches eléctricos

Los japoneses siguen en sus trece. No tienen nada clara la apuesta por el coche eléctrico. No quieren tirar a la basura el dinero, aunque de una forma u otra ese dinero desaparecerá de sus cuentas.

Nueva maniobra de Toyota: prefiere pagar por sus emisiones antes que "desperdiciar" el dinero fabricando coches eléctricos
El mayor fabricante del mundo tiene muy clara cuál es su estrategia para los próximos años.

5 min. lectura

Publicado: 05/03/2024 08:00

Con toda una industria apuntando en una sola dirección resulta muy difícil situarse en una corriente diferente. Sin embargo, las marcas japonesas, principalmente Toyota, tienen muy claro qué camino deben seguir. Las cifras dejan bien claro que, por ahora, llevan la razón, pero todo puede cambiar muy deprisa. A pesar de ello, los japoneses consideran que las estimaciones de ventas se han inflado. El director ejecutivo de Toyota en Norteamérica, Ted Ogawa, ha hecho unas duras declaraciones que atentan contra toda lógica comercial tomada por la industria.

Numerosas regiones del mundo han establecido límites de emisiones para los fabricantes de coches. En Europa tenemos las normativas Euro que fijan baremos para todas las empresas. Superar los límites supone que las marcas tienen que pagar impuestos por exceso de contaminación. En Estados Unidos se establece una política muy similar. Los fabricantes menos comprometidos con la causa eléctrica tienen que abonar las sanciones correspondientes o comprar emisiones a otras marcas que les sobre. Una estrategia por la cual Tesla gana mucho dinero cada año.

En 2023 sólo el 1% de los coches vendidos por Toyota fueron 100% eléctricos.

El bZ4X no ha cumplido con ninguna expectativa, pero a Toyota le da igual

Si bien casi todas las empresas buscan soluciones para situarse por debajo del límite de emisiones fijados por la norma, generalmente adoptando mecánicas electrificadas o vehículos 100% eléctricos, Toyota ha tomado una postura que, cuanto menos, puede ser tachada de radical. Ted Ogawa, el máximo responsable de la compañía en el país ha declarado que prefiere comprar créditos de emisiones a otras compañías antes que «desperdiciar» el dinero invirtiendo y desarrollando coches eléctricos. Hay que tener en cuenta que Estados Unidos, Toyota no sólo vende coches eléctricos. También cuenta con otras unidades movidas por grandes bloques V8 nada amigos con el medio ambiente.

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Resulta muy controvertido que una gran empresa como Toyota, el mayor fabricante a escala mundial en 2023, tope una opción tan drástica. Los japoneses basan su decisión en sus propias estimaciones. Toyota cree que para finales de la década los coches eléctricos sólo representarán el 30% del mercado en Norteamérica. Una cifra mucho más baja de lo que esperan las autoridades y otros fabricantes. En 2023, los japoneses vendieron más de 10,5 millones de coches en todo el mundo, de los cuales sólo 1% fueron vehículos eléctricos. Actualmente, el Toyota bZ4X es el único eléctrico de la familia que llama la atención.

Los japoneses seguirán apostando por sus híbridos. Actualmente los más vendidos en Europa.

Ni que decir que Toyota está centrando todas las críticas de aquellos que tienen en el coche eléctrico al gran salvador del medioambiente. Son numerosas las declaraciones polémicas que la compañía y todo su seno, han arrojado en los últimos tiempos. Su CEO, Akio Toyoda ha liderado las críticas. En Toyota no creen que sea necesario tener que escoger entre ICE y EV cuando se puede tener todo. En más de una ocasión han reafirmado que los coches eléctricos sólo serán una parte minoritaria del mercado y que no esperan luchar en segmentos populares porque, por ahora, no son rentables. Como es el caso de los eléctricos baratos que ya están llegando a Europa.

Para los japoneses las únicas cifras válidas son las de sus clientes. Ahora mismo, el mercado pide a gritos híbridos y eso es lo que Toyota está ofertando. Si la tendencia de compra cambia mañana, en Japón aseguran estar preparados para cualquier contingencia. Sus inversiones en mecánicas eléctricas han crecido en los últimos tiempos y su agenda de lanzamiento contempla la llegada de una nueva generación de vehículos a partir de 2027. Coches impulsados por baterías de estado sólido que prometen derribar las fronteras actuales de autonomía. Toyota ha sido muy clara al respecto: se adaptará a lo que sus clientes demanden.

Fuente: Automotive News

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