¿Cómo puedo comprar un coche en Inglaterra y matricularlo en España?
Si eres de los que no le importa conducir desde el lado derecho, puede que hayas mirado en alguna ocasión qué tal se mueve el mercado de vehículos de segunda mano inglés, pues bien, aquí os despejaremos todas las dudas y trámites que hay que llevar a cabo para comprar un coche en el Reino Unido y matricularlo en España.
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Publicado: 30/04/2020 18:00
¿Quién no ha fantaseado alguna vez mientras navega por algún portal web de venta y anuncios de coches de segunda mano?. Los que hemos perdido más de una hora (y más de dos) en estas webs mirando cuál podría estar en nuestro garaje algún día, siempre mirábamos al mercado español falto de coches más pasionales, y sobre todo, los pocos que habían solían tener precios muy elevados. Y no es necesario irte a superdeportivos de ensueño, quedémonos con un simple Mazda MX-5 de generación NB, a pesar de ser uno de los más asequibles, en nuestro país están alcanzando cotas altas, pues una unidad con un bajo kilometraje y un aspecto cuidado, puede rondar los 6.000 euros. Esto tiene solución: miremos en otros países.
La tendencia general es mirar al mercado alemán, y es lógico: precios de compra más económicos que en España y, sobre todo, volante en el mismo lugar que nosotros. Y ya que hemos sacado el tema del volante, ¿por qué no mirar el mercado inglés?. En este país es fácil encontrar modelos japoneses que difícilmente llegaron a salir de su lugar de origen, esto se debe principalmente a que en ambos países se conduce por la izquierda, lo que facilita los trámites de importación y exportación de vehículos. De ahí que no sea complicado encontrar en Gran Bretaña unidades de Daihatsu Copen. Aunque si preferís un coche de fabricación local, podemos mirar Lotus, allí son mucho más accesibles por precio, que en España. Inconveniente: el volante situado a la derecha.
No hay que ser un lince para saber que nuestro mercado automovilístico se mueve principalmente por la utilidad, muy pocos son los que recurren a mirar coches gastones o con solo dos asientos. El mercado inglés por su parte, se mueve mucho por la pasión y las sensaciones de conducción, es una cultura muy centrada en el coche, no sólo como una herramienta para llevarnos de un lugar A a uno B, si no sobre cómo de bien te lo puedes pasar en ese trayecto, y por eso, el inglés es el sitio al que tenemos que ponerle el ojo encima.
Búsqueda del vehículo
Al igual que sucede en nuestro país, muchos son los portales webs especializados en la venta y anuncios de coches de segunda mano: www.motors.co.uk, www.autotrader.co.uk, www.gumtree.com o www.pistonheads.com, son algunas de ellas. En su manera de búsqueda se desenvuelven de forma muy similar a lo que ya conocemos en España, insertas la marca y modelo que deseas encontrar, así como algunos criterios que sean importantes para la unidad en cuestión, como kilómetros, carrocería, carburante o transmisión. Rellenaremos dichos campos y realizamos la búsqueda. Lo más conveniente a la hora de realizar una búsqueda detallada del coche en cuestión es saber, o poder defenderte, en inglés, si no es así, siempre existen medios de traducción de las webs como el traductor automático de Google Chrome. Es preferible saber el idioma, pues hay términos propios que el traductor puede no barajar.
Una vez demos comienzo a la búsqueda del candidato debemos ser precavidos pues no todos los coches tendrán la misma facilidad a la hora de homologarlo en nuestro país. Los coches que no han sido comercializados en España o los que fueron fabricados anteriormente a 1998 por no tener la posibilidad de contar con el COC (más adelante explicamos qué es esto), son los más complicados de introducir en nuestras carreteras. Para los coches que no fueron comercializados en España, es posible que podamos contactar con una empresa de homologaciones para llevar a cabo dicha labor.
¿Tienes ya al candidato ideal?, ahora para comprobar la originalidad de los datos otorgados por el vendedor, podemos pedir una copia del documento V5C o Log book, el cual, extrapolando a la versión española, sería algo parecido al permiso de circulación del vehículo. Este documento será de vital importancia a la hora de poder matricular el coche en nuestro país, por lo que no puede faltar en la guantera de tu nuevo coche. En él encontraremos datos de relevancia, como el número de registro del coche, el número de referencia del documento o la contraseña de homologación europea, esta también la podremos encontrar (generalmente) grabada en la placa de chasis, de no tener este número podríamos enfrentarnos a la larga y tediosa burocracia de la administración en España, por lo que asegúrate que la posea.
Además del documento V5C, sería conveniente conocer varias terminologías, como VIN (Vehicle Identification Number), que sería el número de bastidor del coche; el MOT (Ministry Of Transport) que traído a un ejemplo español sería como nuestra ITV, una verificación anual que deben pasar todos los vehículos registrados y de la cual se encarga la DVLA (Driver and Vehicle Licensing Agency); Tax Disc hace referencia al impuesto de circulación, es una pegatina de forma redonda que se adhiere a la luna delantera. El HPI es el servicio de verificación del historial de vehículos, quiere decir que cuando veamos HPI Clear significará que su propietario ha pasado esta verificación y el vehículo está libre de cargas. Si vemos en el portal de anuncios la opción de Private Seller o Trade Seller, significará que el vendedor es particular o profesional, respectivamente. RHD o LHD viene a significar el lugar en el que está situado el volante, a la derecha o a la izquierda (Right Hand Drive o Left Hand Drive). Aunque son muchos los términos que debemos tener en cuenta, conforme vayamos avanzando en este recorrido de compra iremos desvelando alguno más.
Para el HPI, en caso de que el vendedor no accediese a darte ese dato, es posible comprobar las cargas que posee a través de la web www.totalcarcheck.com. Tiene un coste aproximado de entre 2 y 14 euros, dependiendo del tipo y la cantidad de información que queramos obtener.
Sobre el documento V5C debemos tener en cuenta, como ya he dicho, que es posiblemente el más importante de todos cuanto debamos poseer en el momento de la compra-venta del vehículo, pues el mismo consta de 4 páginas, y de ellas, concretamente en la tercera vemos como hay un cuadro que deberemos rellenar con nuestros datos en el momento del intercambio, esto significará que el coche ahora es nuestro pero estamos a la espera del registro en nuestro país. También este documento es muy útil para averiguar si el vehículo ha sido víctima de "Cloning", que viene a ser cuando se cambia la matrícula por la de otro coche de misma marca y modelo. Por último, y antes de planificar nuestro viaje estaría bien que el dueño del vehículo se preste a hacernos llegar un certificado de kilómetros reales del vehículo, de esta manera nos ahorraremos el llamado "Clocking" o la alteración del cuenta kilómetros para mostrar menos de los reales.
Planificación y recogida del vehículo
Una vez que ya tengamos todos los trámites y el acuerdo con el propietario, nos tocará darnos un paseo hasta Reino Unido. Previamente habremos contactado con el vendedor y nos habremos citado con él para comprobar que el estado del vehículo sea el idóneo y el acordado. Es recomendable hacer una prueba de conducción y comprobar varios puntos del vehículo y verificar que están en buen estado: bajos del coche sin marcas ni óxido, la pintura en todas sus zonas, las suspensiones y frenos, así como ruidos extraños en la mecánica o mantenimiento del interior (acabados y tapicería). Si todo se encuentra en un estado tal y como se acordó y notificó previamente, procedemos a la adquisición del vehículo como tal.
Ahora deberemos abonar el importe del vehículo de la manera acordada (transferencia, cheque o metálico). En ese momento, el vendedor deberá firmar un contrato de compraventa dejando una copia para cada una de las partes. En caso de ser un concesionario oficial, una factura bastará. A continuación, rellenar la hoja del documento V5C, tal y como explicamos un par de párrafos más arriba.
Los documentos que debemos tener en nuestra posesión serán el contrato de compraventa, el documento V5C y el certificado de conformidad europeo (COC). Este último es una homologación para la Comunidad Europea, con él podremos asegurar una libre circulación de bienes sujetos a matriculación y homologación dentro de la UE. En caso de que el propietario no disponga de este documento, una vez hayamos llegado a España tendremos que pedirlo al propio fabricante del vehículo. Esto tiene un coste promedio de unos 200 euros.
Recuerda, antes de volver a España, gestionar el traspaso del vehículo, para lo cual podremos hacerlo de dos maneras: una, esperando a llegar a nuestro país y aquí llevarlo a cabo, o dos, podríamos contactar con una gestoría inglesa dicha tramitación, ello nos conllevaría un gasto aproximado de unos 70 euros. Este último es prácticamente idéntico a lo que pagaríamos por él en España, por lo que ya que existen ambas opciones, el nuevo propietario puede escoger cuál de ellas realizar a gusto y título personal.
Por último, antes de emprender tu viaje de vuelta, sea de la manera que sea, las cuales enumeraremos a continuación, recuerda que deberás asegurar el coche. Esta parte será especialmente complicada, pues en este momento al encontrarte a medio camino entre Inglaterra y España, será difícil encontrar una aseguradora que se encargue de darte la cobertura necesaria. Existen compañías que ofrecen un servicio de seguro por días, como Seguropordias. En el caso de este último, nos podrá dar cobertura de una semana por menos de 100 euros, además de contar con la posibilidad de adquirir la carta verde por si necesitamos viajar entre países, lo cual en nuestro caso, será estrictamente necesario.
Regreso a España
Contando con que ya tienes preparada toda la burocracia, es hora de volver a España y disfrutar de tu nuevo coche. Pero, ¿de qué manera puedo regresar?. Económicamente hablando, lo más viable sería barajar las opciones de volver a bordo de alguno de los barcos transbordadores que llegan directamente a España, o conduciendo, lo cual no sería una mala manera de probar a fondo nuestra nueva adquisición.
1.- En barco: Si escogemos la opción del transbordador, existe comunicación directa entre Inglaterra y España a través de Brittany Ferries. A los precios que vamos a comentar a continuación, deberemos sumar el coste del carburante o peajes para llegar hasta nuestra ciudad original, si no vivimos en Santander o Bilbao. Concretamente tendremos 3 variantes:
- Portsmouth a Santander: Este trayecto tiene un tiempo de duración de 24 horas, por lo que ponte cómodo y disfruta del paseo. Se realiza 3 veces por semana, Martes, Viernes y Sábados. Configurando un pasaje de una sola persona, mayor de edad y un coche de hasta 5 metros sin remolque ni caravana, el precio oscilará entre las 215 y las 375 libras (246 y 429 euros, respectivamente), dependiendo del día escogido. Inesperadamente el más económico es el Sábado.
- Portsmouth a Bilbao: Este viaje podremos realizarlo de manera más económica (alrededor de unas 155 libras) pero tendrá una duración de 28 horas y media. En contrapartida, la opción más rápida, durará aproximadamente unas 23 horas pero nos costará 355 libras. Por 5 horas más de recorrido nos ahorraremos 200 libras -unos 230 euros-, lo que creo que compensa bastante. Disponemos de 3 días a la semana para hacer el recorrido, Martes, Miércoles y Sábados.
- Plymouth a Santander: Este recorrido se realiza tan solo una vez por semana, los Domingos, y tiene una duración de 18 horas y media. Lo más conveniente sería ajustar los tiempos y acuerdos con el vendedor del vehículo para precisar el menor tiempo posible en tierras inglesas, de esa manera ahorraremos costes. El precio de esta opción sería de 355 libras (406 euros), sin duda, una de las opciones más costosas, aunque sí es la más rápida.
2.- Conduciendo: Posiblemente la opción más habitual y lógica, aunque no mucho más asequible que el recorrido en el barco. Debemos tener en cuenta que, por poner un ejemplo, desde Madrid hasta Londres, haciendo la ruta más corta, serían unos 1700 kilómetros, contando que nuestro nuevo vehículo tenga un consumo aproximado de 7 litros de media, el coste sólo en carburante será de unos 120 euros. A esto hay que añadir peajes, que en Francia son numerosos, y el coste del pasaje del Eurotunnel que va desde Folkstone a Calais, con un tiempo medio de 35 minutos por trayecto y una salida cada 2 horas. El coste de este será de entre 76 y 94 libras (87 y 107 euros, respectivamente), dependiendo de la hora y el día escogido. Por último, a la suma total deberemos añadir la comida y si precisamos de una noche de hotel durante el recorrido.
3.- En camión: aunque no será ni mucho menos, lo más económico, siempre cabe esa posibilidad si quieres hacerte la vida más fácil. Puedes comprar el coche y en el momento de vuelta a España, subirlo a un camión de transporte de vehículos y tú volver a casa en avión. Con suerte en un par de días tendrás el coche en casa. Existen algunas empresas especializadas como Cartranspain, la cual se dedica al transporte de vehículos de Inglaterra a España. El precio de este servicio oscila entre los 600 y los 800 euros, a esto deberás sumarle el coste de tu propio viaje de vuelta. Como he dicho, no es lo más económico, pero puede que sí sea lo más cómodo.
Una vez en España…
Bien, ya hemos hecho cada uno de los apartados anteriores y por fin estamos de regreso en nuestro país. Ahora llega el momento de enfrentarnos a la tediosa burocracia española. En primer lugar, debemos apuntar, que legalmente dispondremos de un periodo de 1 mes con el que podremos circular con la matrícula inglesa, y en ese mismo periodo deberemos realizar todos los pasos burocráticos para obtener la placa y la homologación en nuestro país.
- Como primer paso a seguir, deberemos amoldar nuestra nueva adquisición a la reglamentación de circulación por el carril derecho, es decir, unos faros delanteros con esta especificación, ya que un faro no alumbra igual que otro, con la finalidad de no encandilar al resto de conductores que circulen en sentido opuesto. El cuadro de instrumentos deberá reflejar la velocidad en km/h y en mph, aunque generalmente es así de serie, hay modelos que únicamente lo muestran en millas por hora, en cuyo caso debemos reemplazarlo por uno más acomodado a nuestro sistema métrico. Una manera rápida y fiable de liquidar este paso sería acudir a un taller oficial e instalar dichos cambios, esto nos saldría por varios cientos de euros en repuestos y mano de obra, por lo que sería más aconsejable hacernos con estas piezas en el mercado de segunda mano o un desguace y contactar con algún taller para que nos los instale.
- Una vez adecuado el coche a la legislación vigente, acudiremos a nuestra ITV más cercana, después de haber pedido la conveniente cita previa, para que nos realicen la conveniente ficha técnica del vehículo. Deberemos portar los documentos V5C y el COC para llevar a cabo dicha transacción. Con la ficha técnica ya en nuestro poder podremos comprobar como, aunque parezca una ficha común, no figurará la matrícula, puesto que esto después lo grabará la propia DGT. Este trámite tendrá un coste de unos 180 euros.
- Acudiremos a una oficina de Hacienda y cumplimentaremos el Modelo 576, abonando lo que sea correspondiente dependiendo de las emisiones del vehículo y obtendremos el conocido Impuesto de matriculación. Dichas emisiones de nuestro vehículo vendrán reflejadas en la nueva ficha técnica que nos realizaron en la ITV.
- El siguiente paso nos llevará hasta la oficina más cercana de la Dirección General de Tributos de nuestra comunidad para efectuar el pago del Impuesto de Transmisiones Patrimoniales, allí rellenaremos el Modelo 620 (de impuestos derivados de la transmisión de vehículos, barcos o aeronaves usados entre particulares), en caso de haber adquirido el vehículo de manos de un particular, si lo compramos en un concesionario, este paso no será necesario puesto que en el precio del vehículo ya incluiría el Impuesto conveniente. El porcentaje de coste varía según la comunidad autónoma, aunque este será de entre un 4% y un 8%.
- Seguidamente liquidaremos el Impuesto de Circulación de nuestra localidad. Esto lo realizaremos en nuestro Ayuntamiento. Allí se especificará el coste, pues este dependerá de lo que determine cada uno de ellos. Los factores generales que tendrán en cuenta los consistorios serán la potencia, cilindrada o el peso del mismo.
- Acudiremos a la oficina de la DGT más cercana y llevaremos nuestra nueva ficha técnica, los 3 impuestos liquidados, el DNI y el contrato de compraventa o la factura, este deberá de estar en español obligatoriamente, la traducción la podremos llevar a cabo en un centro de traducciones juradas, donde nos costará una media de entre 50 y 70 euros. Finalmente rellenaremos un formulario de solicitud de matriculación y abonaremos la tasa, que tiene un coste de 97,80 euros.
- Como último paso, una vez tengamos la adquisición de nueva matrícula, acudiremos a un centro de realización de matrículas. Ambas placas nos saldrán por un coste aproximado de entre 20 y 30 euros, dependiendo del material en el que las encarguemos.
Debo puntualizar que tanto el punto 1 como el 2 tendremos que hacerlos personalmente, pero a partir de estos, es decir, desde el punto 3, podremos confiárselo a una gestoría especializada, lo cual nos ocasionaría un gasto de entre 60 y 200 euros en honorarios, más los costes de cada trámite, pero nos ahorraríamos más de un dolor de cabeza y seguramente lo terminaríamos agradeciendo.
Si sumamos el coste total desde que decidimos adquirir el vehículo e ir a por él, hasta finalmente, tenerlo matriculado en España con todo el curso legal, llegamos a la conclusión de que además del precio del vehículo, deberemos de sumar un gasto aproximado de unos 2.000 euros extras. Aunque este coste puede variar significativamente dependiendo del modelo de vehículo adquirido y nuestra forma de desplazamiento (tanto de ida como de vuelta), sería conveniente contar con ese dinero extra como coste final.