Comprar coches sin extras será la nueva norma y no tardará en llegar, el imperio de las opciones cae por su propio peso
La industria del automóvil arrastra serios problemas, y esta vez se trata de una crisis más que profunda que obliga a las marcas a una reducción de costes sin precedentes. Una de las grandes claves son los equipamientos opcionales, un pozo sin fondo cada vez más para las marcas que para los clientes.
Durante años hemos asistido a varias crisis en la industria del automóvil, tan graves que hace no muchos años, menos de una década, los alemanes de Volkswagen ya se vieron obligados a reducir el número de combinaciones. Lo cierto es que entre versiones mecánicas y acabados, los clientes disponían de extensísimas gamas, y a los que había que sumar los opcionales.
Listados interminables que terminaban en una conclusión: raro era si vendían un coche igual a otro a particulares; las ventas de flota es otro negocio, pero la realidad es que más de una se ha jactado de no vender ni un sólo coche igual a otro. Y eso es algo que ha llegado a su fin, porque es insostenible para cualquier fabricante disponer de semejante estructura.
La seguridad no es el apartado preferido de los opcionales
Si hace apenas tres años que los europeos se gastaban una media de 3.000 euros en opcionales, ahora lo normal es que roce los 2.000 euros y ya no es todo en imagen, confort, tecnología o seguridad. La mayoría de los clientes apuesta más por la primera y tercera partida. A fin de cuentas, Europa se encarga de la obligatoriedad de los asistentes de seguridad a la conducción, por lo que para qué montarlos años pagando...
Que los tiempos han cambiado se puede ver en que los faros Full LED son ya de serie incluso en modelos pequeños como tampoco se puede vender ningún coche en el continente europeo sin cámara frontal. Los sensores de aparcamiento con aviso acústico, el navegador o el arranque sin llave eran hasta hace poco opcionales y ahora son de serie.
Ferdinand Dudenhöffer, una eminencia del Centro de Investigación Automotriz de Bochum, Alemania, explica que «La era de los equipamientos especiales está llegando a su fin. El equipamiento básico es cada vez más amplio y fácil de entender con diferentes niveles en una situación de elevada competencia», añadiendo que «con la creciente llegada de coches chinos se permitirán menos versiones económicas pero se mejorarán con un equipamiento adicional».
15.000 euros, lo que gastan los europeos en la personalización de alta gama
Lo cierto es que el aumento de los costes está frenando el negocio de la personalización en los coches de volumen. Esto es, que los clientes empiezan a conformarse con los equipamientos de serie y poco más. Según la consultora especializada JATO, sólo en el primer semestre del año se facturaron alrededor de 12.000 millones de euros en opciones en los cinco mayores mercados europeos. Y, por supuesto, el gasto difiere según segmentos de mercado.
En los coches más pequeños, lo normal es un extra y un sobreprecio de 530 euros, mientras que en los de gama alta se desatan invirtiéndose una media que llega a los 14.707 euros con un total de una docena de opciones, según los datos de esta consultora.
En Mercedes, se pagan por once equipamientos opcionales unos 10.580 euros de media, siendo el Clase G el modelo más personalizado: un 80 por ciento de los clientes solicitan los servicios de Manufaktur. Y esta no es una división cualquiera, aquí una pintura cuesta decenas de miles de euros. En Audi y BMW, los clientes se gastan poco más de 7.000 euros en extras.
¿31 llantas y 39 tipos de cristales es lo que buscan los clientes?
La filosofía de Volkswagen para evitar que los clientes se fuesen a la competencia ya reventó una vez y ahora lo está volviendo a hacer. La situación ha llegado a un nivel insostenible incluso para la firma de Wolfsburgo: la lista de precios del nuevo Golf concentra el equipamiento opcional en unas páginas, sólo se ofrece un volante opcional frente a los cinco de 2021 y las combinaciones de llantas y neumático se ha reducido de 31 a 17.
En Premium como BMW, las posibilidades de personalización en un Serie 5 abruman con hasta ocho parabrisas diferentes. Sí, has leído bien, con o sin aislamiento acústico, con y sin protección térmica, función de calefacción, con head-up display, y a los que se suman las mismas opciones para las ventanillas laterales y las lunetas traseras o los techos panorámicos. En total, más de 39 configuraciones sólo en la sección de cristalería.
Los chinos y Tesla, reyes en la optimización del gasto en equipamiento
Todo esto es una ingente cantidad de dinero que le cuesta a las marcas, y que no amortizan porque son muchos los clientes que pasan de largo de este arsenal. Ahora, la estrategia es la de Testa y la de los chinos: dos acabados máximo u optar por un equipamiento de serie muy completo y avanzado, dejando las opciones más inteligentes y nada de seguridad, que es de serie.
Máximo seis pinturas con los colores más comunes, dos diámetros de llantas y dos ambientes interiores. Lo justo y suficiente para complacer a los clientes, el resto es perder dinero. Dicho de otra forma, comprar coches no implica que tenga que ser con lo esencial, puede contar con lo que le gusta a los compradores pero sí con inteligencia.
