Con la "ley mordaza", cuidado con las fotos a policías (y a sus coches)
Desde el 1 de julio está vigente en España la Ley de Seguridad Ciudadana, conocida popularmente como "ley mordaza". Si se interpreta la ley de forma ambigua, lo cual es fácil, es posible que nuestros derechos sean pisoteados, como en este ejemplo
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Publicado: 13/08/2015 18:00
Sacar esta imagen y publicarla en Facebook le ha costado a una vecina de Petrer 800 euros de multa. Ha sido denunciada por los agentes responsables del coche patrulla P-12, un Nissan Qashqai, de la Policía Local de Petrer (Alicante). Se ha aplicado la infame "ley mordaza", aunque la imagen fue retirada al día siguiente de publicarse.
No es la primera ni la última imagen de un coche de policía estacionado incorrectamente, que habría costado a cualquier otro ciudadano una sanción de 200 euros al ser una plaza reservada para personas con movilidad reducida.
Sin embargo, los agentes se ampararon en el artículo 36.23 de la ley, que sanciona con 600 a 30.000 euros "el uso no autorizado de imágenes o datos personales o profesionales de autoridades o miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad que pueda poner en peligro la seguridad personal o familiar de los agentes, de las instalaciones protegidas o en riesgo el éxito de una operación, con respeto fundamental al derecho a la información".
La notificación llegó a la vecina en menos de 48 horas, y sin tutela judicial, como marca el texto legal. La versión de la Policía Local de Petrer es que se encontraban los agentes realizando una intervención en el parque y no pudieron estacionar de otra forma.
Al margen de que eso haya sido así (probablemente lo sea) resulta intolerable que un ciudadano pueda ser multado por el ejercicio de la libertad de expresión. Además, la imagen en cuestión no revela datos personales ni los rostros de los agentes, como mucho la matrícula del coche patrulla o su número de unidad.
Bajo el mismo criterio podría ser sancionada la foto de un coche camuflado con un radar estacionado incorrectamente, aunque el que esté cometiendo la infracción más grave no sea el mensajero. De cara a publicar esta información, hay que tener la picardía de no hacerlo dando la cara con nombre y apellidos. Hasta que no haya un cambio legislativo y se deshaga este retroceso hacia los años 70, hecha la ley, hecha la trampa.
Aquí tenemos otro ejemplo, un vecino de Güímar, en Canarias, fue sancionado por publicar su opinión en Facebook. Tenemos que tener cuidado con lo que publicamos, y a qué audiencia dirigimos los mensajes. Con la retorcida ley en la mano, se pueden cometer atropellos a nuestros derechos constitucionales.
Fuente: Petrer al día