El concept car Audi connected mobility viene con un monopatín

Teniendo en mente a los conductores jóvenes y/o los más dinámicos, Audi ha aprovechado el Salón del Automóvil de Pekín 2016 para presentar un prototipo basado en el Audi Q3. Este concept car ha recibido el nombre Audi connected mobility.

El plato fuerte de este modelo es que incorpora en el paragolpes trasero del coche un compartimento donde trae consigo un longboard eléctrico de 1,05 metros de largo. Lo mejor de todo es que la batería se carga automáticamente cuando va anclado al vehículo para poder echar mano de él en cualquier momento y tener autonomía suficiente. El longboard está fabricado con materiales como fibra de carbono y aluminio, lo que lo hace ser ligero y resistente.

¿Y este complemento para que sirve? Pues la idea principal es la de evitar atascos en grandes ciudades. El vehículo cuenta con el sistema de infotainment que se conecta al calendario del smartphone del conductor y, basándose en el destino y tiempo de llegada previsto, el sistema calculará cual es la combinación más rápida teniendo en cuenta el tráfico en tiempo real. Con esto aconsejará un lugar donde estacionar el vehículo y continuar tu ruta subido en el longboard. El resto de la ruta pasará del sistema de navegación del coche al smartphone del usuario con lo cual no hay ningún problema de ubicación.

El longboard tiene una autonomía eléctrica de 12 km y es capaz de alcanzar una velocidad máxima de 30 km/h. Tiene tres modos de uso como el scooter mode, en el que se puede desplegar el manillar y acoplar el teléfono al mismo y ajustar la velocidad por el control remoto situado en el puño derecho del manillar. El sport mode permite usar el longboard con el manillar plegado y, en este caso, se puede controlar la velocidad con un control remoto desde la mano. El tercer modo, que también es muy interesante, permite utilizar el longboard como dispositivo de transporte de equipaje o la bolsa de la compra que, a través de la conexión inalámbrica con el móvil, sigue automáticamente al dueño.

Sin duda es una solución no sólo ecológica sino que también muy divertida para los conductores que se quieran desplazar al centro de la ciudad (o se cansen de conducir y quieran disfrutar de su longboard).