Conducción de inviernoLuces antiniebla, ¿sabes utilizarlas correctamente?
Son algo sumamente básico en nuestros coches y que nos acompañan desde hace años, pero ¿las utilizas correctamente? ¿sabes cuando son necesarias ó cuando incluso comprometen la seguridad?. Se puede decir que son un arma de doble filo. En determinadas ocasiones pueden mejorar la visibilidad de manera notable, pero si las utilizamos de una manera incorrecta pueden incluso ser peligrosas.
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Publicado: 26/12/2012 17:35
Las luces antiniebla son un recurso de los coches para que, en condiciones adversas de visibilidad podamos ver mejor. Así de simple. Que podamos ver mejor, y que nos vean mejor también. En pleno invierno, es más probable que cuando salgamos a conducir nos encontremos con lluvia, granizo, nieve, o niebla. Y dentro de cada uno de los fenómenos meteorológicos, nos podemos encontrar con diferentes intensidades.
Y aquí, en el punto en que hablamos de intensidades entra el tema de la utilización de las luces antiniebla. Especialmente, de cómo y cuando usarlas, cuáles son obligatorias y cuáles opcionales, pero también cuándo no es necesario ni aconsejable encenderlas porque pueden suponer un prejuicio para el conductor que circula inmediatamente detrás.
¿Qué dice el reglamento de circulación?
Sobre la luz antiniebla delantera, esto es un extracto del texto que podemos leer en cualquier manual del conductor:
Es una luz utilizada para mejorar el alumbrado de la carretera en caso de niebla, nevada, tormenta o nube de polvo. [...] Es opcional para todos los vehículos, que pueden llevar dos.
Utilización de la luz antiniebla delantera:
Cuando existan condiciones meteorológicas o ambientales que disminuyan sensiblemente la visibilidad, como en caso de niebla, lluvia intensa, nevada, nubes de humo o de polvo, cualquier otra circunstancia análoga será obligatorio utilizar el alumbrado. En estos casos deberá utilizarse la luz antiniebla delantera o la luz de corto o largo alcance.La luz antiniebla delantera solo podrá utilizarse en dichos casos o en tramos de vías estrechas de muchas curvas.
Es un resumen concentrado de lo que leemos en el manual, pero está bastante claro. Siempre que hablamos de condiciones que disminuyen sensiblemente la visibilidad entra el factor subjetivo, evidentemente, y donde un conductor pone las luces antiniebla delanteras, otro puede considerar que ve perfectamente para reaccionar en condiciones de seguridad. Así que el uso de las luces antiniebla delanteras no revierte dificultad alguna: si veo mal, enciendo las luces antiniebla junto a las cortas, o las largas según sea el caso.
Luces antinieblas traseras
Aquí viene el lío. Las luces antiniebla traseras son obligatorias para todos los vehículos, es decir, todos las llevamos. Pero por ser obligatorias no quiere decir que su uso sea indiscriminado. Al revés, solo debe usarse en condiciones específicas. Es muy fácil darse cuenta de que las luces antiniebla traseras son un sistema de seguridad activa de prevención porque favorecen que otros nos vean en las peores condiciones. O sea, que son muy potentes, lo que puede llevar a deslumbrar o molestar sensiblemente.
¿Qué dice el reglamento? De nuevo es muy claro, pero en este caso es necesario que alguien nos explique exactamente a qué se refiere:
La luz antiniebla trasera solo deberá llevarse encendida cuando las condiciones meteorológicas o ambientales sean especialmente desfavorables, como en caso de niebla espesa, lluvia muy intensa, fuerte nevada o nubes densas de polvo o humo
El problema viene cuando nos encontramos diferentes apreciaciones de lo que es intenso, muy intenso, denso...
Niebla espesa es esa niebla que no te deja ver a 10 o 20 metros por delante del morro de tu coche. Esa distancia a 70, 80 o 100 km/h se recorre en menos de un segundo. Es necesario, y mucho, llevar las luces encendidas, la antiniebla trasera obligatoriamente y las de corto alcance y, si las tenemos equipadas, las antiniebla delantera. Esto nos permitirá ver al de delante, y que el de detrás nos vea y no se pegue a nuestro culo.
Sin embargo, una niebla tal que distinguimos perfectamente coches a más de 50 metros de distancia, incluso a 100 metros de distancia, aunque los veamos “en una nubecilla”, no es niebla muy densa. La luz antiniebla trasera molestará a los que van detrás. No se debe accionar, igual que en condiciones de lluvia intensa pero no torrencial. La niebla es bastante fácil de valorar, básicamente o vemos, o no vemos. La lluvia, para que no nos deje ver, debe ser bastante torrencial. Lluvia de gota gorda por ejemplo, de esas gotas que te dejan medio K.O. por la calle, si te dan.
Utilizar las luces antiniebla traseras sin ser necesarias no es correcto. Las antiniebla traseras deben regularse activamente: “ahora las enciendo, ahora las quito”. Hay que ser conscientes de que molestan si se utilizan incorrectamente, y también ser conscientes de que si no se utilizan cuando es necesario, podemos provocar un accidente. Por ello hay que poner más atención y procurar un uso activo del mando de las luces antiniebla traseras. No es difícil y basta con sufrir una antiniebla trasera cuando no toca para darse cuenta de cuánto molestan.
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