Qué son y como funcionan los sistemas de conducción por inercia o 'a vela'
Los nuevos sistemas que aprovechan la propia inercia del vehículo para moverse y que favorecen la conducción "a vela", incluso de manera inconsciente para el conductor, se están extendiendo en la industria. Analizamos los distintos tipos de sistemas que podemos encontrar y su funcionamiento.
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Publicado: 12/12/2017 18:00
La conducción por inercia o “a vela”, como es más conocida en nuestro país, no es ninguna novedad, este procedimiento ha sido empleado durante décadas por los conductores más eficientes. Su operativa es muy sencilla, se trata de emplear al máximo la propia inercia del vehículo sin necesidad de actuar sobre el motor para mantener el movimiento. El ejemplo más claro es la acción de levantar el pie del acelerador cuando estamos acercándonos a un punto donde sabemos que debemos detenernos, como un semáforo, o la de permitir que sea la gravedad la que nos impulse cuesta abajo.
Ya sea por los precios del combustible o por puro sentido común, cada vez son más los conductores que se aprovechan de esta estrategia para poder aquilatar al máximo el consumo de su vehículo, lo cual no ha pasado desapercibido para los propios fabricantes, que en los últimos tiempos han desarrollado sistemas que también se aprovecha de estas circunstancia para reducir el consumo de sus modelos.
El funcionamiento de estos sistemas es muy simple, aprovechar las mismas circunstancias que ya empleaban los conductores para maximizar los efectos de la conducción por inercia y los podemos clasificar en tres grupos, según el sistema que actúe.
1- Inyección
La primera medida es bastante simple, cortar el suministro de combustible cuando el usuario no está presionando el acelerador. De esta manera, independientemente de la velocidad a la que vayamos, siempre que el cuentarrevoluciones marque por encima del punto de ralentí, si no presionamos el acelerador no se inyecta combustible en la cámara de combustión.
Esta función está presente en todos los vehículos equipados con alimentación por sistema de inyección, si no se presiona el acelerador, no se consume combustible. Lo cual se puede ver en aquellos vehículos que cuentan con la lectura del consumo instantáneo en su ordenador de a bordo, que pueden llegar a marcar un consumo de cero cuando no estamos actuando sobre el acelerador.
Esto nos permite dejar engranada la marcha deseada y no tener que situar la palanca en punto muerto cuando aprovechamos la caída de una cuesta o nos acercamos reduciendo con el freno motor a una señal de stop o semáforo, o simplemente dejar caer el vehículo en pendiente. Si desengranamos la transmisión y dejamos la palanca en punto muerto las revoluciones caerán y se activará el ralentí, por lo que el motor seguirá consumiendo, poco, pero sin llegar al consumo cero.
2- Transmisión
Algunos fabricantes han ido un poco más allá y para favorecer el movimiento por inercia del vehículo han desarrollado una función que permite desacoplar la transmisión del motor permitiendo a las ruedas girar libremente sin el rozamiento del freno motor.
Este sistema solo está disponible en transmisiones automáticas y detecta cuando el vehículo está en movimiento pero no se está presionando el acelerador, desacoplando la marcha engranada (siempre que no esté en posición Neutral), permitiendo al coche rodar libremente y así ampliar la distancia que puede recorrer solo con la inercia. En el momento que presionamos los pedales de nuevo el sistema se encarga de acoplar de nuevo la marcha.
Los fabricantes suelen denominar a esta función ‘coasting function’, que podemos traducir como ‘función de llaneo’ y se está extendiendo entre muchas marcas y modelos de todo tipo de segmentos.
3- Start&Stop
Un sistema Start&Stop es capaz de apagar momentáneamente el motor una vez nos hemos detenido para evitar el tiempo de espera (como en un semáforo) con el motor a ralentí. Empleando este mismo sistema ya encontramos modelos que son capaces de detener el motor precisamente cuando estamos en movimiento, aprovechando la propia inercia del vehículo para continuar el movimiento.
Una de la novedades de la nueva generación del Audi A8 es precisamente su sistema eléctrico de 48 voltios, que permite contar con un sistema Start&Stop mucho más robusto y de funcionamiento más suave. Aprovechando este sistema, los ingenieros de Audi han implementado una función que no solo desengrana la transmisión del motor mientras circulamos por inercia, sino que es capaz de apagar por completo el motor en tiempos de hasta 40 segundos y a velocidades entre 55 y 160 km/h, eliminando por completo el consumo del motor.
Gracias al sistema eléctrico de 48 voltios del A8 todos los subsistemas del vehículo (dirección asistida, suspensión regulable, frenos o iluminación entre otros) son alimentados por baterías, permitiendo la desconexión momentánea del motor, que no influye en el funcionamiento del resto de dispositivos del vehículo. El afloramiento de los modelos semihíbridos seguramente supondrá la aparición de más modelos con esta función.