Conoce las 'tripas' de un Fórmula E

La Fórmula E goza de una buena salud a nivel deportivo y mediático, pero como categoría de reciente fundación todavía esconde muchos secretos. Uno de los aspectos más desconocidos para los aficionados es la mecánica que equipan en su interior los monoplazas eléctricos que componen el campeonato. Aunque de cara a la segunda temporada se han liberalizado algunos componentes como el motor, la transmisión o la suspensión trasera, algunos otros elementos como las baterías o los chasis son estándar. Con todo, la organización ha querido mostrar cómo es un Fórmula E por dentro a través de un vídeo muy ilustrativo.

Por tamaño, peso y función, el elemento más importante de un Fórmula E son las baterías. Desarrolladas por Williams Advanced Engineering, departamento dependiente de Williams F1, las baterías están englobadas en una caja cerrada de alta protección que contienen en su interior cientos de celdas con iones de litio. El peso de estas celdas es de 200 kilos y equivalen a 300 baterías de ordenador o 4000 baterías de móvil. Estas baterías tienen una capacidad energética de 28 kWh, que llega al motor a través del inversor para que este la convierta en potencia real.

Un Fórmula E tiene tres niveles de potencia. El nivel máximo es de 200 kW, es decir, unos 270 CV. El modo carrera (power-saving) está programado a 170 kW, equivalentes a 228 caballos. Esta es la potencia básica que se utiliza en cada carrera, mientras que el FanBoost permiten usar durante una ventana de tiempo 100 Kj de energía extra para pasar a los 200 kW. Esta potencia se genera gracias al trabajo de las dos partes del motor, el estator que es la parte fija de una maquinaria rotativa y el rotor, la parte móvil. La transmisión lleva esta potencia hasta las ruedas, pero lo mejor será que lo veas por ti mismo.