Controlar el coche con el reloj de pulsera, lo último en tendencias

Tras la fiebre de los teléfonos móviles (smartphones), llega la de los complementos (wearables). Las empresas de tecnología quieren seducirnos con relojes que hacen mucho más que dar la hora, y se pueden integrar con los coches a corto plazo.

6 min. lectura

Publicado: 18/03/2015 18:59

Hyundai Bluelink, ya disponible para relojes basados en Android

Dentro de poco, esta escena será relativamente habitual en coches de gama media y alta. Los relojes de pulsera ya no van a ser un compendio de maquinaria precisa, sino un compendio de tecnología microelectrónica. Solo el año pasado se vendieron casi 7 millones de unidades de estos relojes, a una media de 189 dólares cada uno, según Smartwatch Group.

En su día pasó con los teléfonos móviles, que básicamente servían para hablar y mandar/recibir mensajes de texto

Los relojes de pulsera de última generación, o smartwatches, prometen pisar fuerte y dar mucho más que la hora. Lo más normal será que estén conectados vía Bluetooth a nuestros teléfonos, pudiendo compartir conexión a Internet. Esto último proporciona enormes posibilidades si se combinan con coches conectados a Internet, algo que ya ha empezado.

Calcula ahora el precio de tu seguro de coche

Calcula tu precio online

Algunos fabricantes ya proporcionan conectividad entre el móvil y el coche sin necesidad de que estén cerca el uno del otro. Vemos esto en su máximo exponente cuando hablamos de algunos modelos eléctricos o híbridos enchufables, de modo que podemos consultar por ejemplo el estado de carga de las baterías.

Apple Watch con la aplicación de Tesla

Aquí podemos ver un ejemplo de Tesla, un modelo eléctrico. El reloj nos permite conocer el estado de carga, cuánto tiempo necesita para terminar el proceso y la autonomía disponible actualmente. No solo eso, permite operar el cierre centralizado, dar ráfagas de luz (útil si estamos buscando el coche) o poner en marcha la climatización.

Para poder hacer esto, el coche debe estar permanentemente conectado a Internet, por lo que habrá que pagar más en telefonía al mes. Para quienes puedan asumir el coste de un coche de gama alta o el propio reloj, será pecata minuta.

De momento solo hablamos de prototipos, pero la cosa va muy en serio

La última edición del Consumer Electronics Show (CES) de Las Vegas ha sido escenario para la presentación de varios relojes con esta funcionalidad. Ya os comentamos cómo es el reloj fruto de la colaboración entre Audi y LG, basado en el sistema operativo WebOS, alternativa a Android Wear y Apple Watch.

El Smartwatch de Audi y LG

A su vez, el fabricante Hyundai anunció recientemente que su aplicación Blue Link ya es compatible con relojes Android y lo será pronto para Apple Watch. En todos los casos necesitamos tener además una aplicación instalada en el móvil para conectarse con el coche de turno.

Las funcionalidades que están anunciándose nos simplificarán bastante la vida:

  • Apertura y cierre remoto de las puertas
  • Arranque y parada remoto
  • Control del climatizador
  • Información de carga de baterías (híbridos enchufables y eléctricos)
  • Introducción de destinos en el navegador
  • Pedir asistencia

¡Incluso pedir que el coche venga a recogernos o se aparque solo!

Remote Valet Parking Assistant de BMW

Tanto Audi como BMW han presentado prototipos con esa funcionalidad. Mediante unos sensores láser, los prototipos se pueden mover por un aparcamiento, buscar sitio, y aparcar solos. Análogamente, pueden acudir a la llamada del propietario, evitando pérdidas de tiempo.

No dependen del GPS, ya que no funciona bien en aparcamientos multinivel

La combinación entre conducción autónoma y conectividad permitirá a los conductores ahorrar mucho tiempo en zonas donde aparcar sea complicado, pudiendo automatizar esa tarea. Es necesario, al menos de momento, disponer de mapas detallados de los aparcamientos para que los coches sepan moverse a través de ellos.

En el vídeo promocional de Audi podemos ver una funcionalidad práctica añadida, y es que el coche no solamente puede aparcarse solito, también encontrar un punto de recarga inalámbrica. Obviamente no va a descolgar un enchufe típico de manguera, la tecnología no ha llegado tan lejos.

Con el tiempo, más fabricantes se irán apuntando a la tendencia. Al menos durante los primeros años, habrá que pagar miles de euros por estas funcionalidades, no serán al principio masivas, pero a buen seguro habrá gente dispuesta a invertir en ellas por la comodidad que proporcionarán.

Pixel