Corvette C2 de 1967 por fuera, ZR1 de 647 CV en su interior

El emblemático Corvette es sin duda uno de los deportivos norteamericanos por antonomasia. Este Corvette C2 de 1967, con más de cuatro décadas a sus espaldas, ha rejuvenecido por completo. Tras una exhaustiva restauración y con la ayuda de la tecnología actual procedente de su misma familia, este Corvette C2 puede presumir de nada menos que 647 CV y un imponente aspecto.

Corvette C2 de 1967 por fuera, ZR1 de 647 CV en su interior

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Publicado: 25/12/2013 18:30

Tuning y coches clásicos no suele ser una buena combinación, pero hay honrosas excepciones. Esta bien podría ser una de ellas, puesto que bajo el exterior de un Corvette C2 Stingray del año 1967 se encuentra un potente motor de tecnología actual. Y además, sin traicionar su espíritu, ya que el nuevo motor procede de un miembro de su misma familia mucho más joven.

Originalmente, el Corvette Stingray C2 se fabricó entre 1962 y 1967, por lo que estamos hablando de un diseño con más de cinco décadas a sus espaldas. Sin embargo, como los buenos vinos, ha envejecido muy bien y ya se le puede considerar un clásico americano por pleno derecho.

En su origen contaba con un motor V8 small block de 5.4 litros o un big block de 7.0 litros, con potencias (oficiales) entre los 300 CV y los 450 CV. Motores que han trascendido a su tiempo, convirtiéndose en iconos de la automoción norteamericana, pero ¿qué tal si sustituyésemos su motor por uno de un Corvette moderno?

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Eso es lo que ha pensado su propietario, y dicho y hecho. Sin traicionar sus genes, este Corvette C2 cuenta con el motor LS9 V8 de 6.2 litros procedente del Corvette ZR1. Gracias a la sobrealimentación mediante compresor Eaton, desarrolla 647 CV y 819 Nm de par máximo, lo que hará que este Corvette se pueda convertir en una máquina de quemar rueda.

No sabemos sus prestaciones, pero teniendo en cuenta su ligereza y que en el Corvette ZR1 este motor es capaz de hacerle alcanzar los 340 km/h o acelerar de 0 a 100 km/h en poco más de tres segundos, podemos pensar que este Corvette C2 se ha convertido en una máquina muy seria (y en cierto modo muy delicada de conducir, sin la ayuda de la electrónica o un chasis moderno para domar tanto caballaje).

Para completar la preparación, su dueño ha optado por una pintura en gris oscuro mate, un juego de llantas de aleación HRE con neumáticos de generoso tamaño y un nuevo sistema de frenos. Su interior también ha sido modificado, con tapizado en cuero marrón. El resultado lo podéis ver en las imágenes: ¿una genialidad o una verdadera y abominable traición? Tengo sentimientos contrapuestos, pero me inclino más por la primera opción...

Fuente: autoblog.it

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