Increíble pero cierto, este es el único Corvette diésel conocido hasta la fecha
Absurdo, pero real como la vida misma. Este Corvette C4 1985 cuenta con un viejo motor diésel bajo su capó en lugar de su habitual V8. El motor Oldsmobile 350, probablemente el motor más odiado en América. Denominado "CorVegge" se alimenta de aceite vegetal usado y ha sido preparado para competir.
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Publicado: 15/01/2017 11:00
Aunque pudiera parecerlo no es broma, este Chevrolet Corvette 1985 no dispone de su motor L98 V8 habitual, sino de un motor diésel que además funciona con aceite vegetal. Tan ecológico como absurdo, pero cierto.
El responsable de semejante experimento es un estadounidense llamado Mike Spangler, al que sus amigos apodan "Spank" y que ha preparado este ‘Vette alimentado por aceite vegetal para poder competir en las “24 Horas de LeMons”.
Una competición amateur que se celebra en Norteamérica y que entre sus escasas normas dispone de una regla que obliga a sus participantes a competir con un vehículo que tenga un valor igual o inferior a 500 dólares.
Spangler encontró este Corvette abandonado en un solar, por lo que se convirtió en el candidato idóneo para esta competición, donde normalmente se pueden encontrar vehículos en muy mal estado pero raramente un deportivo de la talla del Corvette.
El ‘Vette estaba bastante desvencijado y además le faltaba el motor, por lo que el siguiente paso fue encontrarle una mecánica para volver a darle vida. Mecánica que debía ser ante todo económica, de ahí que un viejo bloque 350 Diesel Oldsmobile (un motor que no querría nadie y que encontraron en Craiglist) terminara alojado en el vano delantero del Corvette.
El motor fue levemente modificado e instalado en el destartalado Corvette, que además luce falsos adhesivos de patrocinio para rematar la faena. La idea de Spangler, instalar un motor diésel de tan mala fama en un modelo como el Corvette, a priori ha sido todo un éxito, han logrado que todos nos fijemos en su Corvette y que haya sido protagonista ya de varios artículos en medios especializados.
Denominado afectuosamente “CorVegge”, como resultado de unir las palabras Corvette y vegetables, construirlo no ha sido tarea fácil. Además de instalarle las medidas de protección habituales como la jaula de seguridad, se enfrentaron al problema de la densidad del aceite (aceite vegetal usado), que a bajas temperaturas no fluye hacia el motor con la rapidez necesaria.
Esto fue solucionado instalando un calentador, lo que permite que pierda densidad y fluya mejor, aunque para arrancarlo necesitan hacerlo con gasóleo. Además, el motor Oldsmobile requirió además algunas modificaciones en los inyectores para poder emplear el aceite.
El resultado debe juzgarse por lo anecdótico del trabajo, puesto que no puede presumir de unas elevadas prestaciones. Según su propietario, se siente algo del par inherente a los motores turbodiésel cuando se aprieta con fuerza el acelerador, pero carece completamente de potencia y de velocidad. Aunque en LeMons no es la velocidad lo que realmente cuenta, sino pasar un buen rato, por lo que es habitual encontrarse a los participantes disfrazados de mil y una maneras diferentes.