En 2017 esto es lo que te costará aparcar en zona ORA en Madrid

Fotografía: Alberto de Francisco (Flickr) CC BY

La ciudad de Madrid se volverá cada vez más hostil respecto a los vehículos que se muevan en la ciudad o quieran aparcar dentro de ella. El consistorio ha aprobado las tarifas que tendrá el servicio de estacionamiento regulado a partir del verano de 2017.

Desde 2014 existe un sistema que discrimina los coches en función de su nivel de emisiones homologado. Los modelos más limpios, los eléctricos e híbridos enchufables, no pagan nada por aparcar en zona azul o verde. Resulta lógico, no contaminan nada localmente. Los híbridos enchufables aportan muy poco al problema.

La tarifa base del SER distingue zona azul (de estacionamiento) o zona verde (de residentes), siendo esta última más cara. Las tarifas se incrementan un poco si se trata de una zona de bajas emisiones (ZBE), muy cerca del centro. También se hace una corrección en función del nivel de ocupación de la zona, si hay mucho sitio libre se paga menos.

Estas pegatinas permiten a los agentes de tráfico o policía determinar el nivel de emisiones de un vehículo sin conocer su fecha de primera matriculación

El reparto de pegatinas de la DGT a lo largo de este año sirve para identificar fácilmente a qué tecnología pertenece cada modelo y de qué manera se les puede discriminar para cargarles más tarifa o menos. Cuando uno usa un parquímetro de Madrid, debe introducir la matrícula. La DGT cruza datos y se puede determinar su categoría de emisiones. Es más rápido utilizar aplicaciones móviles, que además permiten "renovar el tique" sin ir físicamente, los funcionarios comprueban eso telemáticamente.

Madrid hará como otras ciudades europeas y penalizará más a los coches que más contaminan (a igualdad de uso), y bonificará a los que han invertido en tecnologías más limpias. Ahora mismo, en el peor caso, se paga un recargo del 20%, pero eso subirá al 50%. Por contra, la bonificación para modelos híbridos o convertidos a gas pasará del 20% al 50%.

En otras palabras, si la tarifa base en zona azul es de 1,10 euros la hora, con un gasolina o diésel antiguo se pagarán 1,65 euros. En cambio, si se usa un híbrido, la tarifa baja a 0,55 euros. Prácticamente la diferencia entre unos y otros pasa a ser del triple. Pongámonos en el peor caso, zona verde y ZBE. Los más contaminanes pagarán 3,37 euros y los híbridos/a gas 1,32 euros.

Situación futura

Estas medidas no son una ocurrencia del partido Ahora Madrid, que está gobernando, sino que se establecieron en la etapa del Partido Popular, aunque no se llegaron a implantar. La ciudad tiene que cumplir con los objetivos de reducción de emisiones relativas al transporte, y con estas tarifas se pretende bonificar a los que menos ensucian el aire.

Afortunadamente hay una consecuencia positiva del cambio de tarifas, el tiempo mínimo de aparcamiento baja de 20 a 5 minutos, por lo que para una parada muy corta no habrá que abonar tanta cantidad y bastarán unos céntimos. El sistema de parquímetros se utilizará como hasta ahora, introduciendo la matrícula. En el sistema previo a 2014 los tiques no tenían información de matrícula y eran transferibles. Ahora no.

Evidentemente quedarán penalizados los modelos más antiguos, independientemente de cuánto se usen, pero son los que más agravan el problema de la contaminación. Por ejemplo, los diésel Euro 3 no tienen filtro de partículas ni sistemas de reducción de óxidos de nitrógeno. Los gasolina Euro 2 o inferiores sí, van catalizados, pero se les permitía echar muchos más contaminantes que a modelos actuales.

Una posible solución para los propietarios de coches más contaminantes es sacarlos de la ciudad, venderlos o darlos de baja. ¿Y cómo mantener el nivel de movilidad? Para usos esporádicos, es una opción recurrir a los coches compartidos (car sharing), que pueden ser de bajas emisiones y no pagar estacionamiento, como sucede con los smart EV de Car2go. Se pagan por minutos, es más económico que usar muy poco un coche propio.

Evidentemente estas medidas no son del agrado de todos, sobre todo de los que tienen un coche antiguo no por placer, sino por falta de presupuesto para comprarse otro. Lo mismo se puede decir para los que utilizan furgonetas o vehículos mixtos. Parecerá injusto, pero es una cuestión de salud pública. Los humos fuera de control matan más gente que los accidentes de tráfico, y en episodios de alta contaminación el tráfico se restringirá de forma importante.

Paralelamente a estas medidas, que sí, están enfocadas a recaudar también más, se están haciendo actuaciones para mejorar la eficiencia del transporte público, como creación de aparcamientos disuasorios para dejar el coche aparcado y continuar el viaje en transporte público. Al igual que ha pasado en los cascos antiguos de ciudades como Segovia o Ávila, el tráfico se irá reduciendo más y más, y que los peatones recuperen el espacio perdido en favor de los coches. Los residentes que tengan coche tendrán la vida un poco más fácil, los de fuera menos.

Categorías de emisiones, según la DGT

Fuente: El Mundo