Europa no será ajena a la crisis que viven los coches de gasolina en China, y el culpable son los eléctricos

China es uno de los países de referencia en apuesta por la movilidad sostenible y, más concretamente, 100% eléctrica. Es más, se trata del país en el que más coches eléctricos se venden. La potente industria automotriz china se ha embarcado en un ambicioso proceso de cambio al vehículo eléctrico. Un proceso de electrificación muy avanzado en las gigantescas urbes que hay repartidas por el territorio del país asiático. Sin embargo, esta hoja de ruta no está exenta de problemas.

Hace aproximadamente dos semanas nos hicimos eco de la crisis que ha estallado en el mercado chino y que tiene como protagonista a los coches de gasolina. Miles de coches aguardan en los concesionarios. Se ha generado una enorme cantidad de stock y esto, ha supuesto, el inicio de una auténtica guerra de precios. Pero, ¿qué ha causado dicho problema? La entrada en escena de una normativa de emisiones más estricta.

Nervios en China por la normativa de emisiones 6b

A finales del año 2016 se establecieron las normativas de emisiones China 6a y Chinab. Las autoridades dieron a los fabricantes cuatro años de plazo para su entrada en vigor. La primera de ellas entró en vigor en julio de 2020. La segunda está a la vuelta de la esquina. Si nadie lo remedia será en julio de 2023. Y eso ha causado un grave problema para los fabricantes que han estado fabricando en los últimos tiempos automóviles que no serán capaces de cumplir con el nuevo estándar.

La acumulación de stock es una oportunidad para los consumidores, que podrán encontrar auténticos chollos. Sin embargo, para la industria china no es algo tan bueno. El país asiático está siendo testigo de cómo una parte no pequeña de los coches de gasolina que se pueden adquirir en los concesionarios está perdiendo valor a un ritmo preocupante.

Según el análisis de mercado realizado por UBS se prevé un exceso global de automóviles térmicos y, por consiguiente, una guerra de precios. Una guerra de precios que se recrudecerá en China a mediados de este año. Todo ello a pesar de que se pueda lograr un margen de tiempo mayor y que, por lo tanto, se posponga la entrada en vigor de la mencionada normativa de emisiones.

Europa no será ajena a la crisis de los coches de gasolina en China

Los concesionarios chinos se enfrentan ahora a una situación realmente peliaguda. Y es vender, cuanto antes, los coches nuevos que pronto no cumplirán con la normativa de emisiones. De lo contrario, pronto perderán su valor: «Cualquier precio que puedan obtener por los coches que sea mayor de cero puede valer la pena, llegado julio».

Llegados a este punto cabe preguntarse cómo afecta todo esto a Europa. Pues lo cierto es que la Unión Europea no es ajena a esta cuestión. Lo que se está viviendo en China tarde o temprano se producirá en el territorio europeo. Debemos tener presente la hoja de ruta establecida por la Comisión Europea y cuyo objetivo final es materializar el cambio al vehículo eléctrico. La prohibición de la venta de coches nuevos (y furgonetas) de gasolina y diésel a partir de 2035 será un duro golpe para los propietarios de un vehículo con motor de combustión interna. Su valor se verá reducido de manera muy importante a pesar del papel que juega el mercado del vehículo de ocasión. Todo ello para entregar el protagonismo al automóvil eléctrico y/o de hidrógeno.

Por otra parte, y mucho antes de la llegada del 2035, tenemos «una parada». Y es la entrada en vigor de la normativa Euro 7. Una normativa de emisiones muy exigente que supondrá la estocada definitiva a numerosos coches de gasolina baratos que podemos encontrar en estos momentos en los concesionarios.

Fuente: FCE