La crisis del diésel amenaza con recrudecerse y comprometer el suministro

La semana pasada, durante una conferencia de prensa del consejero delegado de Repsol, Josu Jon Imaz, saltaron las alarmas. El dirigente vasco asistía ante los medios de comunicación para presentar los resultados económicos de la empresa y admitió que empieza a haber «escasez de destilados medios en algunos países europeos».

Es un hecho que el suministro de gas y combustibles fósiles sufre una tensión muy elevada desde hace meses, sobre todo a raíz de la invasión rusa a Ucrania a finales de febrero.

«Podemos ver altos precios del diésel en los próximos meses»

Esto ha provocado la interrupción del suministro de diésel desde Rusia, pero también la amenaza de una caída en las exportaciones que llegan desde Estados Unidos y otros efectos secundarios como las huelgas en varias refinerías francesas.

Suministro comprometido para transporte y calefacción

A pesar de que en los últimos años se han implementado políticas y medidas destinadas a reducir considerablemente el consumo de gasoil para motores diésel, actualmente, este combustible sigue siendo clave en diversos sectores, principalmente el del transporte y las calefacciones.

Serán, por tanto, estos quienes más sufran la escasez de suministro si se llega a producir, añadiendo aún más presión al sector energético y a los consumidores, que ya tienen que pagar precios elevadísimos por este combustible.

En las últimas semanas, los precios de la gasolina y el diésel han iniciado una tendencia al alza que no parece que vaya a detenerse por el momento. Y que, de hecho, podría agravarse si comienza a producirse una escasez de suministro.

«Podemos ver altos precios del diésel en los próximos meses», reconoció Imaz durante la comparecencia en la que declaró un incremento del 66 % en el beneficio generado por Repsol en los 9 primeros meses de 2022.

Las reservas de Estados Unidos, en situación crítica

Desde que Rusia dejó de ser una opción para el suministro de gasóleo a Europa, Estados Unidos se convirtió en la tabla de salvación de muchos países, incluido España. De hecho, actualmente Estados Unidos proporciona a España el 11,3 % del crudo que llega desde el exterior, sólo por detrás del 14,7 % que aporta Nigeria.

Sin embargo, las reservas de crudo del país norteamericano han llegado a mínimos de hace 70 años, por lo que la situación es crítica y Joe Biden podría decretar una rebaja de las exportaciones de crudo a otros países. Con ello, no sólo protegería sus propios recursos, sino que ganaría puntos de cara a las elecciones de mitad de mandato que se celebran el próximo 8 de noviembre.

Mientras, la situación en las refinerías francesas sigue sin desbloquearse, por lo que la producción de refino del país vecino ha tenido que cubrirse con exportaciones, que han encarecido aún más los precios.

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