La crisis de los microchips ataca con dureza las entregas de los PHEV y eléctricos

Hace tan solo unos días que el máximo responsable de Audi señalaba un año récord en pérdidas irrecuperables debido a la crisis de los microchips. Algunos analistas del mercado apuntan ya a unas pérdidas que superarán los 210.000 millones de euros, a lo que se suman los enormes retrasos en las entregas.

La gran mayoría ha tratado de gestionar la situación, recortando tecnologías en determinados modelos más básicos, y dejándolos solamente para los de más margen de beneficio. Una estrategia con una clara ventaja para las marcas pero no para los clientes, que se ven obligados a optar por las versiones más equipadas. Y, lo peor, el precio de los coches nuevos aumenta, como también lo está haciendo el de los coches de ocasión, al tiempo que los descuentos se están desvaneciendo cada vez más.

Los eléctricos e híbridos enchufables, los que más sufren la escasez de microchips

Fuentes de la industria alemana apuntan que los retrasos en las entregas se están demorando de tres a seis meses, un tiempo que depende de la marca y el modelo, y que en el caso de las Premium varía entre nueve meses y un año. Stefan Reindl, director del Instituto Geislingen de Alemania, señala que «El problema de los plazos de entrega prolongados podría empeorar en el otoño de 2021 y hasta bien entrada la primavera de 2022». La situación ha llegado a un nivel en el que proveedores de componentes como Continental han creado grupos de trabajo junto a fabricantes rebuscando entre el mercado mundial los microprocesadores que se necesitan.

Y aunque la gran mayoría corresponde con diferentes sistemas de conectividad o de confort, lo cierto es que los modelos de movilidad sostenible son los que mayores problemas están sufriendo. En este sentido, Reindl sostiene que «los coches híbridos enchufables y los eléctricos son particularmente susceptibles a tiempos de entrega prolongados, ya que dependen más de los elementos semiconductores que los vehículos con motor de combustión tanto para controlar la conducción como para los sistemas de asistencia y comunicación».

En opinión de otro experto de la industria alemana, Stefan Bratzel, director del Centro de Gestión Automotriz, apunta ya a una reducción de las ventas en un 12% en todo el mundo, y de un 15% en Alemania. El germano señala que las entregas se demorarán especialmente en los modelos más pequeños del mercado, ya que la entrada de semiconductores en los stocks se destinarán a los modelos de mayor precio. Ola Källenius, el CEO de Daimler, ya ha apuntado que esperan una mejora de la situación hacia finales del próximo año, rozando 2023.

Fuente: Heise