IndyCarJosef Newgarden logra su ansiada victoria en una desquiciada Indy 500; cuarto lugar de Alex Palou

Cuatro años de sufrimiento total para el Team Penske en el Indianapolis Motor Speedway, casi paralelos desde su adquisición del mismo en 2020, han concluido este domingo de la forma más inesperada con la victoria de Josef Newgarden en las 500 millas de Indianápolis. En su 12ª presencia en la prueba, y desde la 17ª plaza tras un complicadísimo mes, el bicampeón americano aprovechó todas las oportunidades a su disposición para ganar una carrera totalmente desquiciada en su tramo final, donde la pole de Alex Palou solo pudo transformarse en una cuarta plaza final, remontando tras otro golpe de infortunio.

Desde su privilegiada pole position, Palou se dedicó a controlar la prueba intercambiando de vez en cuando posición con RInus VeeKay, quien fue su perseguidor durante los dos primeros stints. Con ello, evitó los problemas que sí afectaron a Scott Dixon, que se despeñó progresivamente desde la sexta plaza con unas vibraciones que le obligaron a parar antes de tiempo. Por detrás, fue subiendo plazas Alexander Rossi hacia el top 5, mientras Penske se materializaba en el top 10 con Will Power y Newgarden.

La falta de colaboración de los coches con motor Chevrolet hacia Palou, muy solo arriba entre los Honda, quedó de manifiesto en la segunda detención, que realizó en la vuelta 60 mientras que sus rivales alargaban entre cuatro y ocho giros más. Con ello, Palou cayó a la cuarta posición, con un doblete McLaren que empezó liderando Felix Rosenqvist antes de que lo sobrepasara un Pato O'Ward que era sexto antes de su parada. La suerte pareció volver del lado de Palou con el accidente de Sting Ray Robb en la vuelta 92, un primer caution cerca del final del stint que forzaba a todos a parar.

Sin embargo, al salir de su detención, Rinus VeeKay se cruzó justo delante del español cuando este salía de su parada al derrapar ruedas, chocando los dos. Por fortuna, Palou no sufrió daños en la suspensión, pero tuvo que hacer varias paradas con amarilla para reparar y cayó al puesto 28, mientras que VeeKay recibió un Drive Through. La resalida pasaba a estar liderada por Callum Ilott, que había parado justo antes de la amarilla, pero el británico fue engullido de inmediato por los McLaren de Rosenqvist y O'Ward en una resalida loca, con múltiples paralelos masivos.

Tras el tercer puesto de Ferrucci, emergían Newgarden y Marcus Ericsson, quien pasó a cuatro coches camino de la curva 1, mientras Alex Palou ganaba once posiciones por detrás para colocarse en 17ª posición. Durante el siguiente tint, Rosenqvist y O'Ward jugaron a intercambiar rebufos y posición hasta que el mexicano abrió la ventana de paradas entre los líderes en la vuelta 130. Esta parada, dos o tres vueltas más temprana de lo ideal, le hizo caer al sexto puesto. Ericsson aprovechó la coyuntura para saltar tres puestos y ponerse líder después a costa de un Rosenqvist que también perdió posición con Newgarden.

Palou, mientras, iba a la suya: salió duodécimo de pits y en pocas vueltas se puso noveno. Con 50 vueltas por delante, un accidente lateral de Romain Grosjean en la curva 3 forzó el segundo caution, y partió a la parrilla en dos estrategias distintas, con los 12 primeros quedándose en pista, con Palou séptimo, mientras los 15 restantes paraban liderados por O'Ward y Sato, todos con una parada por delante. Llegada la que podía ser la resalida final, Santino Ferrucci pasó al ataque desde el quinto puesto, se colocó tercero y rebasó en vueltas consecutivas a Newgarden y Ericsson para ponerse líder de la prueba en el coche de Foyt.

Al iniciar sus últimas paradas a 30 vueltas del final, sin embargo, fue quien más la adelantó, y esto dejó a los dos suecos al frente, con Ericsson y Rosenqvist por delante de Newgarden, Rossi y Ferrucci, con Palou detrás de Kirkwood. En la estrategia alternativa, la gran velocidad de O'Ward y su detención a 21 vueltas del final le hizo salir en tercer lugar real, y superó rápido a Rosenqvist y Ericsson para ponerse primero. Apenas una o dos vueltas después tuvo lugar el mayor accidente de la edición.

Tras ser adelantado por Newgarden, Rosenqvist tocó muro en la curva 1, perdió el control del coche y trompeó en la curva 2. Ferrucci logró esquivarlo por poco, pero no así Kirkwood, que fue golpeado en la trasera izquierda y volcó el coche contra las proteccciones, con una de sus ruedas saliendo disparada por encima de la valla. Por fortuna, dicha rueda cayó justo en el parking por un hueco entre dos gradas, y Kirkwood salió indemne del golpe, pero se decretó bandera roja a 14 vueltas del final. Todo quedó visto para una sentencia de nueve vueltas... que volvió a interrumpirse.

La carrera se relanzó, Newgarden pasó de una tacada a los dos líderes, O'Ward buscó ir a por él con todo... pero se tiró demasiado tarde en el interior de la curva 3 sobre Ericsson y el mexicano trompeó en la hierba para irse al muro, en un incidente donde Simon Pagenaud y Agustín Canapino también se vieron atrapados por detrás. Nueva bandera roja, y resalida a falta de cuatro para el final... interrumpida cuando Benjamin Pedersen y Ed Carpenter se accidentaron en la recta de meta.

Ericsson había superado a Newgarden antes de la bandera amarilla, pero Dirección de Carrera decidió sacar una controvertida tercera bandera roja para tener una vuelta final de bandera verde. En el ataque de su vida, Newgarden se preparó la maniobra, pasó con rebufo a Ericsson en la recta trasera y se defendió con todo en la recta final para conseguir una victoria inverosímil desde la 17ª posición de parrilla, que procedió a celebrar en la grada con todo el público.

Palou logró acceder a la cuarta plaza en la resalida final a costa de Rossi, pero no pudo con un Ferrucci que bloqueó hasta el infinito. Scott Dixon acabó en sexto lugar tras sus problemas del principio, por delante de un Takuma Sato desatado al final, que pasó en la resalida final a Conor Daly, Colton Herta y Rinus VeeKay. Así terminó una edición que tuvo casi todos los escenarios posibles, y un final quizá demasiado enfocado en el espectáculo por encima de todo. Una colina peligrosa para el futuro...

Fotos: IndyCar Media