El doble golpe que pone en jaque a CUPRA y a Wayne Griffiths, un sueño convertido en pesadilla

Quizás podría decirse que fue un fallo en la estrategia del fabricante español porque, cuando se comenzó a pensar en el Tavascan y en todos sus requisitos de diseño, acabados, versiones mecánicas o baterías, no había estallado aún la guerra que mantienen ahora Europa y China con los coches eléctricos.

Hace cinco años que el nombre de este SUV deportivo fue registrado, y fue un año después, es decir, cuatro años, cuando se dio luz verde al proyecto, por lo que está claro que entonces nadie se imaginaba hasta qué punto iba a llegar la contienda. Hace pocas semanas que la punta del iceberg ya ha asomado pero queda mucho más por salir, especialmente si se confirma que Europa falló al imponer los aranceles a los coches eléctricos de origen chino.

Los aranceles de Europa a China, un gran problema para CUPRA

El CUPRA Tavascan es uno de los afectados, y al que se ha referido Wayne Griffiths en unas últimas declaraciones. El alto cargo de CUPRA no sólo no está de acuerdo con la decisión de Bruselas, sino que de sus palabras se desprende una gran preocupación: «Esto [los aranceles] pone en riesgo todo el futuro financiero de la empresa», añadiendo que «El objetivo era proteger la industria automovilística europea, pero de este modo tiene exactamente el efecto contrario para nosotros».

CUPRA tiene un problema mucho más importante que el de otros fabricantes envueltos en la misma situación. Aunque dependa de Volkswagen, las marcas del gigante de Wolfsburgo tienen autonomía propia, pero la escindida de SEAT es relativamente joven y no tiene el perfil de un gran fabricante como lo es la alemana o la de los cuatro aros, ni tan siquiera el de Skoda.

Dicho de otra forma, el potencial financiero necesario para afrontar una profunda crisis si los resultados no acompañan. El hecho de producir el Tavascan solamente en China fue una mala decisión, podría haberlo hecho en alguna de las alemanas de Volkswagen o, incluso en la Audi en Bruselas, pero el proyecto del Volkswagen Unyx -la variante relogotipada para el mercado asiático- suponía matar dos pájaros de un tiro que ahorraba millones en costes fijos. El gran problema del gigante alemán.

Novedades

Llega el nuevo CUPRA Terramar, el esperado SUV que ahora sí es el auténtico rival del Tiguan

Leer noticia

El exceso de emisiones de CO2 de CUPRA es otro rompecabezas

Europa ya ha impuesto unos nuevos derechos aduaneros a los fabricantes que producen sus coches eléctricos en el país del Lejano Oriente, que se suman a la tasa del 10 por ciento que ya abonan a su llegada a puerto. Un porcentaje que, en el caso de la marca española se duplicará hasta un 20 por ciento, siendo imposible de compensar con las mínimas ventas del Tavascan a nivel europeo.

Para más INRI, necesita vender miles de unidades del Born y de este SUV eléctrico antes de finales de año para evitar las multas por exceso de emisiones de CO2, y así compensarlas. El fabricante vende más ejemplares de combustión de los León y Formentor que, además, aún disponen de versiones diésel, que de los PHEV. Mucho que pagar y pocos ingresos que pone a CUPRA en una muy complicada situación.