Más caros y menos beneficio, la peligrosa estrategia de Dacia con sus nuevos modelos
La nueva estrategia de Renault de buscar la máxima rentabilidad en lugar del volumen, no solo afecta a la marca del Rombo, sino también a Dacia. El salto que ha dado la marca rumana con la nueva generación del Sandero reduce los márgenes de beneficio de los concesionarios, vislumbrándose una tensa situación en los próximos meses.
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Publicado: 28/12/2021 20:00
El elevado coste de la plataforma CMF obligó a la marca del Rombo a expandir su uso a otras marcas del grupo franco-japonés. Una arquitectura que se desarrolló para concebir modelos de todos los segmentos del mercado donde las diferentes marcas que conforman el conglomerado están presentes, independientemente del destino comercial. De hecho, ese era el objetivo pero no a tan corto plazo, sino a uno más largo en el que los franceses pudiesen desplegar todas sus tecnologías.
El gran problema es que restringir la plataforma solamente a los modelos para Europa supuso un grave problema de amortización que corría el riesgo de llevarse por delante a la firma. De ahí que se extendiera a una nueva generación de modelos para mercados emergentes pero también para Dacia. La marca rumana ha experimentado un importante salto en términos de calidad y de avanzada tecnología con la llegada de los nuevos Logan, Sandero y Jogger. Pero también en precio, y no solo lo han sentido los clientes, sino también los concesionarios europeos.
El aumento de precio de Dacia reduce el beneficio de los distribuidores
Si bien el fabricante ya ha señalado que el incremento de precio va ligado con el nuevo valor añadido de los modelos de última generación, para los distribuidores es un problema. Y es que los márgenes de beneficio se han empezado a reducir considerablemente comparando con los resultados que obtenían con la antigua generación de los modelos señalados. De hecho, en el precio franco fábrica ya es más que notable, reduciéndose considerablemente el margen del beneficio al crecer el coste de de los modelos. Una situación que ya ha puesto en pie de guerra a algunos distribuidores europeos, siendo solo el principio de una contienda que va a ir a más.
Porque, con la nueva generación del Duster que llega en 2024 y el confirmado Bigster con el que la marca rumana pretende atacar el segmento compacto, los márgenes de beneficio que ahora comprenden entre un 8 y un 12% se reducirán todavía más al aumentar el precio de los dos SUV. De hecho, nuestros informadores apuntan que la inevitable llegada del Bigster no tiene grandes adeptos en los distribuidores, al que consideran un modelo fuera de lugar en la marca de bajo coste, y todo lo contrario el fabricante y la marca francesa.
Renault no se va a mover un ápice de su estrategia de obtener la máxima rentabilidad y beneficio de sus modelos, especialmente cuando se ha demostrado que la estrategia del volumen no es la más idónea, ni genera como para financiar todos los nuevos proyectos en los que se encuentran inmersos. Y tampoco van a cambiar la línea de negocio de la marca «low cost», por lo que no van a renunciar a ofrecer una tecnología, cada vez, más sofisticada. Una contienda que se puede solucionar por la vía más rápida de aumentar el margen de beneficio a los concesionarios, pero que también pinta complicada.