Los nuevos motores híbridos de Daimler y Geely llegan en 2024, te contamos sus claves
El pasado otoño, Daimler y Geely anunciaron el desarrollo de unos nuevos motores híbridos, piedra angular de la nueva hornada de compactos de la estrella, y por todas las del gigante chino incluida Volvo. Propulsores de tres y cuatro cilindros, de los que te contamos sus claves técnicas.
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Publicado: 10/06/2021 11:00
Los primeros frutos de la alianza que mantienen Daimler y Geely se estrenarán en 2024. Lo hará a bordo de la futura generación del Mercedes Clase A que se pondrá a la venta en 2025, y que cambiará su plataforma abandonando la MFA 2 y sumándose a la nueva MMA. La firma alemana presentó esta arquitectura especial para coches eléctricos, a finales del pasado año, si bien también puede utilizarse para modelos híbridos.
Aquí es donde entran en juego los nuevos motores codificados internamente como «M252». Es el fruto del «proyecto Horus», como se conoce por ahora al desarrollo de los «bloques modulares de alta eficiencia». Los propulsores contarán con tres y cuatro cilindros, y se montarán en el vano delantero de los modelos híbridos, e híbridos enchufables, desarrollados sobre esta plataforma especial, que podrán alimentarse de gasolina, hidrógeno y hasta combustibles sintéticos.
Los nuevos motores híbridos los desarrolla técnicamente Mercedes
La concepción de estos motores es tan especial que hará que la marca de la estrella prescinda de la configuración actual que aloja el motor eléctrico entre el motor de combustión y el cambio automático. Se abrirá una nueva etapa a mediados de la década con la tecnología híbrida auto-recargable en su gama de modelos compactos, como en Toyota. El objetivo es el de reducir al máximo los consumos de combustible y las emisiones, predominando un funcionamiento eléctrico.
De esta forma, los propulsores se utilizarán como apoyo del motor eléctrico trasero, montándose en el eje delantero como un extensor de autonomía junto a un generador para producir energía eléctrica que alimente el motor trasero. El motor delantero también podrá recargar la batería instalada, que será de una menor capacidad dado el apoyo extra de este propulsor, suministrando energía hasta completar la capacidad o hasta un porcentaje, de manera que disponga de suficiente energía para alimentar al motor eléctrico trasero y así el desplazamiento.
En este caso, el motor de combustión se desconecta. Dado que el objetivo es el de ofrecer la máxima eficiencia, el motor de combustión solo funcionará por sí mismo en dos circunstancias: cuando la carga de la batería sea tan baja que el eléctrico no funciona y cuando se sobrepase una determinada velocidad, por ejemplo, entre 100 y 120 km/h. Un ingenioso sistema que los de la estrella se han sacado de la manga y que reafirma la tesis de Ola Källenius de no invertir más en combustión térmica tradicional.