Daimler tiene 5 programaciones tramposas en motores diésel, según la KBA
Daimler, fabricante matriz de la marca Mercedes-Benz, ve cómo se complica su situación de cara a las autoridades alemanas por exceso de emisiones de óxidos de nitrógeno (NOx) de sus motores diésel. Las acusaciones de fraude se están haciendo más nítidas.
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Publicado: 10/06/2018 21:15
Se complica la situación para Daimler en Europa. Pese a que el fabricante ha negado desde el principio haber obrado como Volkswagen, las evidencias empiezan a discutir esas afirmaciones tan rotundas. Es la autoridad certificadora alemana, la KBA, la que acusa directamente a uno de los principales fabricantes nacionales.
Según publica Bild am Sonntag, la KBA ha detectado cinco programaciones tramposas en motores diésel Euro 6 de Daimler, o más concretamente de Mercedes-Benz, smart no tiene ya motores de este tipo. Están sueltas por Europa como un millón de unidades. En otras palabras, se trataría de una trampa relativamente reciente.
De acuerdo al dominical alemán, los sistemas anticontaminación se desactivan pasado un tiempo definido, entre 1.200 y 2.000 segundos, que son de 20 a 33 minutos. Cualquier prueba de homologación se habrá realizado antes, lo cual hace sospechar de la mala intención de dicha programación.
Los motores diésel modernos están controlados con una centralita que gestiona diferentes sensores. La eficacia de los sistemas anticontaminación puede disminuir temporalmente por motivos de fiabilidad mecánica, y eso es legal. Lo que no es legal es que la desactivación sea sistemática o que busque sortear pruebas de homologación con programaciones tramposas.
Otra razón para contaminar adrede es para que se consuma menos urea (AdBlue) y se eviten quejas de propietarios
En el momento en que la KBA se salta el procedimiento habitual y deja pasar más tiempo es cuando aparecen estas presuntas trampas. La KBA también ha acusado de tener programaciones tramposas a FCA. Si esto se verifica, la KBA ordenará una llamada a revisión para todos los coches que lleven esas programaciones. Esta vez no serán voluntarias.
La parte menos amable es cuando se habla de sanciones. Daimler podría recibir un "paquete" de más de 1.000 millones de euros. Todavía ha de determinarse el alcance del fraude. Desde Daimler no han hecho declaraciones más allá de lo de siempre, que colaboran con las autoridades en todo lo que haga falta.
El mismísimo Dieter Zetsche, el CEO de Daimler, se reunirá mañana con el ministro de Transporte, Andreas Scheuer, aunque hubo otra reunión el lunes 28 de mayo debido a la posible manipulación de motores diésel para las Vito con motor diésel 1.6 de origen Renault, y en la Clase C con el mismo motor.
Huelga decir que Daimler ha hecho importantes inversiones en motores diésel, que sigue defendiendo esa tecnología, y que también ha hecho un importante esfuerzo para que no decaigan las ventas de esos motores en el mercado alemán a base de incentivos en la compra y descuentos.
Mercedes-Benz no está en la lista de marcas que van a renunciar al motor diésel pronto, aunque varios competidores han dicho que van a hacerlo en los primeros años de la próxima década, siguiendo una corriente que ya inició Lexus. En el caso de la marca japonesa, fue más por razones tecnológicas y de marketing, no por la incertidumbre sobre la limpieza del motor diésel con las regulaciones que vienen.
Las normas Euro se van endureciendo progresivamente, haciendo que cada vez sea más difícil que un motor diésel pase como limpio. Se puede hacer que pasen haciendo trampas, es decir, siendo limpios a la hora de pasar homologaciones, y después no, con el objetivo es no comprometer la fiabilidad.
Algunas programaciones "limpias" llevan motor y sistemas anticontaminación un poco forzados, por lo que acabarán apareciendo problemas que hará que los clientes se quejen. Los fabricantes parecen tener más miedo a la ira de sus clientes que a la ira de las autoridades reguladoras.
La KBA alemana es la autoridad competente en homologación, cuyo veredicto es válido en toda la UE, no hace falta hacer homologaciones nacionales. Que sea precisamente la KBA quien está con la mosca tras la oreja, y no un laboratorio independiente, es doblemente malo para Daimler.