Dakar 2018: Entrevista en exclusiva a Lucas Cruz
El copiloto de Carlos Sainz mantiene la firme intención de la dupla de ganar el Dakar. Recalca la importancia de la estrategia y de anticiparse a lo que los organizadores prevean en las zonas de dunas. Su amistad con Sainz, el gran bastión de un binomio a la caza de su segunda victoria.
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Publicado: 30/12/2017 21:30
La pasada semana, Carlos Sainz se puso a disposición de los medios de comunicación en una rueda de prensa antes de poner rumbo a Sudamérica, donde el 6 de enero comenzará en Perú el Dakar con el inicio más tardío desde la última edición africana en 2007. Por aquel entonces, Lucas Cruz disputaba la carrera por tercera vez como copiloto de Nani Roma. Cuando la prueba se reactivó al otro lado del charco, dos años después, empezó a cantar las órdenes a Sainz. En este 2018, ambos iniciarán su sexto Dakar como compañeros de aventura.
Pocos retos se le escapan a Lucas Cruz, ingeniero catalán que hace pocos días cumplió 43 años, y que lleva más de dos décadas recorriendo caminos de tierra, asfalto y arena. Su tirón en el mundillo es tal que, cuando Sainz no compitió en el Dakar de 2012, pasó a ser el copiloto del por entonces vigente campeón Nasser al-Attiyah, en una vinculación que duró tres ediciones, hasta que Sainz firmó con Peugeot.
Ahora, Cruz mira al horizonte de su 12ª participación en el rally raid más prestigioso del mundo con el objetivo de que su cuarto podio absoluto en la prueba se dé en lo más alto, y así igualar el éxito de 2010. Con esa ambición en mente, tuvo la amabilidad de conceder una entrevista a Motor.es, cuya temática inicial no podía ser otra que lo que se les viene encima dentro de una semana.
Pregunta: Ya son 11 las ediciones del Dakar que ha disputado. ¿Las ganas de competir y, sobre todo, de ganar a este nivel siguen intactas, como si fuera el primero?
Lucas Cruz: "En tu primer Dakar, la ilusión es acabarlo. Después de acabarlo, mejorar sitios e intentar ganarlo. Ahora, cuando tienes un piloto puntero, lo que intentas y lo que quieres es ganar".
P: El Dakar de este año, en principio, será un poco más exigente, una vuelta a los orígenes. ¿Usted y Sainz han variado en algo la preparación para esta edición? ¿Han preparado algo específico para la altitud?
LC: "No, al final es más o menos lo mismo. Lo único que, al incluir las etapas en altitud, lo que haces es una preparación específica en altitud, pero si no, es el mismo tipo de preparación. Hacemos entrenamiento en hipoxia durante el día, y luego existe la opción de poder dormir simulando la altitud o entrenarlo en reposo".
P: Con lo que conocen del recorrido y los trazados de este año, ¿hay algún aspecto que le pueda suponer un reto nuevo en cuanto a la navegación se refiere?
LC: "Creo que va a influir bastante la estrategia que marques al principio, porque hay especiales en las que se repetirá kilometraje, recorrido, zona Pasaremos por diferentes tipos de terreno; en especial, la zona de dunas será un poco complicada, porque has de tener la imagen de qué ha estado viendo el organizador, y cuál es la ruta que él ha creído más oportuna para volver. Eso aportará un valor añadido a todo el trabajo previo".
Cualquiera que observe interactuar durante cinco minutos a Carlos Sainz y Lucas Cruz puede comprobar la gran química que existe entre ambos. Luis Moya permanece en el imaginario colectivo como el inseparable copiloto de Sainz, y el español ha rendido a un buen nivel en el Dakar con Andreas Schulz, Michel Perin y Timo Gottschalk a su lado, pero la tranquilidad, mesura y efectividad de Cruz ha encajado a la perfección durante los años con la actitud de Sainz al volante, a pesar de que todas las últimas ediciones hayan terminado antes de tiempo. El propio Cruz lo pone de manifiesto, incluso cuando, de forma previsible, elige no mojarse sobre 2018.
P: Al máximo nivel, usted ha sido copiloto de competidores como Nani Roma o Nasser al-Attiyah en el Dakar. ¿Cómo compararía a Sainz con ellos? ¿Alguna característica que destaque en particular en su manera de trabajar?
LC: "Cuando hablas el mismo idioma dentro del coche, y tienes una relación de amistad que viene de hace ya tiempo, todo se hace mucho más fácil. Es fundamental cuando pasas tantas horas dentro del coche con una persona. Realmente, yo me debo preocupar de la mitad hacia la derecha, porque en la mitad a la izquierda tengo plena confianza en Carlos. En ese sentido, no tengo problemas ni preocupaciones".
P: Se ha hablado mucho del futuro de Sainz en el Dakar con la salida de Peugeot, sobre si podría recalar en alguna otra marca o no tenga la oportunidad de competir. ¿Su futuro estaría ligado al de Sainz si él encontrase asiento en otro equipo? ¿Valoraría usted opciones por libre?
LC: "En una relación entre dos personas, si una de ellas no se encuentra a gusto dentro del proyecto, la pareja se desmonta. Pero no hemos hablado nada de este asunto, estamos centrados en el Dakar de este año y veremos lo que pasa el día 21 cuando acabe la carrera. A partir de ahí, ya habrá tiempo de pensar, de analizar y ver opciones de qué podemos hacer de cara al futuro".
La competición en si es un componente esencial del Dakar al máximo nivel, pero el factor realmente atractivo, el que hace que año tras año marcas y pilotos se batan el cobre en condiciones realmente adversas por páramos desolados día a día sin casi descanso, es la aventura. Un trayecto que puede llegar a alcanzar proporciones épicas cuando la adversidad, que es una garantía en una prueba de este calibre, llega. En muchos aspectos, jugar tan al límite genera una vinculación entre pilotos, e incluso entre rivales, que recuerda a otras épocas. Los copilotos no son ajenos a estas circunstancias.
P: Es conocido el ambiente de compañerismo y camaradería que se produce en el Dakar dentro de la competición, en el contexto de la aventura. ¿Existe algo similar entre copilotos?
LC: "Al final, somos una pequeña, o gran, familia en un pequeño pueblo cada día, según nos vamos desplazando. Existe una relación: conocidos, buena relación y, en la mayoría de casos, amistad entre copilotos. Con el copiloto de Nani (Álex Haro), tengo una buena relación, el copiloto de Peterhansel (Jean Paul Cottret) y yo compartimos motorhome durante el Dakar Hay competitividad, pero es una relación sana".
P: ¿África o Sudamérica?
LC: "Son muy diferentes. Aparte de ser la esencia de la carrera, África tiene el encanto de ser una vuelta al pasado, como una máquina del tiempo. Por otro lado, un territorio nuevo y diferente como es el sudamericano, aunque llevemos yendo 10 años, no deja de sorprendernos".
P: ¿Hay algún recuerdo del Dakar, positivo o negativo, que le venga a la cabeza durante la competición, o antes de ir? ¿Hay algún momento que considere el cénit de su carrera en el Dakar?
LC: "Haces esto porque te gusta, lo disfrutas y vives de ello, pero como en cualquier trabajo, hay momentos duros, difíciles o complicados que te gustaría borrar. Creo que hay que mirarlos de otra manera, como unas situaciones que te van a ayudar en el futuro para, en una experiencia similar, sacar provecho de ello. El primer Dakar acabado y la consecución de la victoria son dos momentos muy relevantes".
Siete pilotos españoles están inscritos para competir en la categoría de coches: Carlos Sainz para Peugeot, Nani Roma para Mini, Isidre Esteve para el Repsol Rally Team con un Springbook MD preparado por Sodicars, Óscar Fuertes para Ssangyong, el incombustible Xavier Foj con su Toyota, la piloto de segundo año Cristina Gutiérrez con un Mitsubishi derivado de serie y el periodista Jesús Calleja con un Jeep. España cuenta con dos sólidas opciones en las manos de Sainz y Roma, pero más allá de la progresión de Gutiérrez, no emergen potenciales sucesores, más aún con la ausencia de Xevi Pons. Lucas Cruz considera, no obstante, que esa escasez no es un problema de talento o de capacidades, si no de la propia adaptación progresiva de la prueba y, sobre todo, de los medios a disposición.
P: ¿Qué pilotos de rally, incluso aunque no haga raids aún, cree que puede tener el potencial para ser competitivos en el Dakar?
LC: "Cuando vienes de ser un piloto de rallies, tienes el conocimiento de trazar, frenar, leer un poco la carretera. Cualquier piloto lo podría hacer, pero yo creo que (un piloto de rally) tiene mucho camino ganado, si cuentan con un equipo que les pueda echar una mano, ayudar a formarles y se junta con un copiloto con experiencia".
P: ¿Hay algún piloto español, que hayan visto en el propio Dakar o en otros raids, que consideren que podría estar peleando con ustedes en lo más alto?
LC: "Ahora es difícil. Como en todo, necesitas una adaptación y un tiempo. Carlos empezó en el Dakar en 2006 y lo ganó en 2010. Cualquier piloto que quiera entrar deberá afrontar ese periodo de adaptación. Hay muchos pilotos con manos en los rallies que, con un poco de adaptación y una buena formación, podrían hacer grandes resultados".
Lucas Cruz habla desde la experiencia de quien ha pasado muy malos tragos en una cita que no perdona a nadie, pero en la que también ha experimentado logros al alcance de muy pocos. Una relación riesgo-beneficio que muchos están dispuestos a asumir, incluso cuando el premio final, para la amplia mayoría, será terminar la etapa final en Córdoba (Argentina) con el motor funcionando y las ruedas en su sitio.
Fotos: Peugeot Sport / Dakar / Red Bull Content Pool