Dakar 2018, etapa 11: Hasta el suspiro final, Rosa y Joan
Rosa Romero no ha podido tomar la salida en la undécima etapa del Dakar como consecuencia de una hérida cerca de la vena femoral. Joan Barreda sí emprendió la marcha para competir en Fiambalá, pero las lesiones y el agotamiento han podido con el piloto de Honda.
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Publicado: 18/01/2018 08:30
La undécima etapa del Dakar ha sido la constatación de un hecho más que evidente, no todas las historias, por muy románticas que sean, terminan bien. No obstante, la especial que ha unido Belén con Fiambalá en el caso de motos y quads ha sido testigo del abandono de Rosa Romero, que no podía tomar la salida, y de Joan Barreda. Dos pilotos que con objetivos muy distintos representan la esencia del Dakar y que han luchado hasta su último gramo de fuerza para, como mínimo, terminar el rally. Hasta el suspiro final, Rosa y Joan han completado un ejercicio de superación.
La 40º edición del Dakar y su extrema dureza no habían podido con Rosa Romero. La piloto del equipo Himoinsa había cruzado las dramáticas etapas en Perú con nota, se había sobrepuesto a la altitud de Bolivia y llegaba a Argentina con la ilusión de terminar la carrera. Sin embargo, esa zona de cauces secos de ríos de la décima etapa, llena de roderas por los cientos de rumbos distintos que tomaban los pilotos que la precedían, le jugaba una mala pasada. Por falta de visibilidad, Rosa Romero golpeaba una piedra y sufría una fuerte caída, con tan mala fortuna que el soporte metálico del GPS le hacía un corte a la altura de la ingle, cerca de la vena femoral.
A pesar de ello, Rosa Romero conseguía completar la etapa, aún perdiendo mucha sangre. Con ocho puntos de sutura en su pierna, sólo el consejo de los médicos ha impedido que Rosa siga en carrera: "En el golpe quedé aturdida. Vi que tenía el pantalón roto y que me dolía mucho en el aductor de la pierna izquierda. Notaba como la sangre me bajaba por la pierna. Aun así, quería llegar hasta el final o hasta que el cuerpo aguantase. Terminé la etapa, pero cuando vimos la herida en el campeonato estaba claro que no iba a ser fácil que me dejaran seguir. Me da rabia porque estaba aguantando el pulso a este Dakar tan difícil y bonito".
Igual de dramático ha sido el abandono de Joan Barreda. El piloto de Honda ha sucumbido al cansancio y a las lesiones que ha arrastrado desde la séptima etapa, jornada en la que sufrió una fuerte caída. Aunque las primeras previsiones no se cumplieron y Barreda no padeció la tan temida fractura de rodilla, desde ese momento ha competido con los ligamentos de su rodilla izquierda afectados, a lo que hay sumar los problemas de muñeca que tenía desde el inicio del Dakar. A pesar de su pundonor y de intentar seguir en la lucha por el Dakar, la décima etapa, con otra caída, le dejaba fuera de juego.
A pesar de ello, Barreda tomaba la salida en la undécima especial con el objetivo de competir en Súper Fiambalá, pero comenzada la especial desviaba su rumbo, extenuado, para terminar por abandonar en una localidad cercana al camino marcado por la especial: “He decidido parar a los 100 kilómetros de la especial. He luchado los últimos días con la intención de acabar el Dakar en la mejor posición posible, superando problemas físicos importantes que se han ido agravando. Suponía ya demasiado riesgo para mi seguridad continuar con este ritmo de carrera. Ahora toca recuperarnos para volver a competir”.
Fotos: Himoinsa Racing Team / Dakar