Entrevista en exclusiva a Nani Roma tras el Dakar 2019

Los surcos de la edad pasan por él casi con tanta precisión como los que suele dejar en las dunas del Dakar, pero que nadie se lleve a equívoco: a pocas semanas de cumplir 47 años, el paso del tiempo no ha mellado en absoluto el fuego competitivo de Joan 'Nani' Roma Cararach (17 de febrero de 1972), el que le ha convertido en una de las caras más reconocibles del Rally Dakar a nivel internacional.

Se nota en todo su lenguaje, incluso el no verbal, en su gestualidad y en su manera de describir con total normalidad una experiencia que habitualmente cambia la vida a cualquier ser mortal que la experimenta aunque sea una vez, en cualquier faceta de la misma. El natural de Folgarolas afrontaba su vigésimo tercer Dakar, decimocuarto desde que abandonó por todo lo alto las motos en 2004, y lo ha hecho ofreciendo un gran rendimiento para acabar segundo, subiéndose por cuarta vez a un podio de coches que no pisaba desde su triunfo en 2014.

Aunque su paso por el Dakar suele estar acompañado de mucho menos ruido mediático que el de otra leyenda como Carlos Sainz, el piloto de Mini enfoca cada edición con el mismo objetivo de ganar, del que se quedó a poco más de 45 minutos de distancia. Algunos podrían considerar esta edición de 10 etapas como un rally light, y hay quien lo ha hecho, pero Roma no se encuentra entre ellos, tal y como tuvimos ocasión de comprobar en una entrevista concedida a Motor.es en la sede de BMW España en Madrid, pese a que el tiempo apremiase por un retraso en la programación.

Pregunta: ¿Qué valoración personal hace usted de su Dakar, una semana después?

Nani Roma: "Tal y como ha sido la carrera, y como la hemos hecho, buena, muy buena. Una carrera muy difícil, muy exigente, pero al final ha sido bueno".

P: ¿Qué ventajas e inconvenientes ha encontrado en este Dakar tan corto? ¿Sigue prefiriendo los Dakares largos?

NR: "Si, si. Al ser tan compacto, también lo ha hecho mucho más duro y exigente que lo que normalmente te encuentras. Ha habido mucha tensión todo el día, complicado con las dunas y todo, pero al final, cuando haces un buen resultado, también te satisface mucho más".

Su sonado abandono en la edición de 2018, al quedarse inconsciente tras un mal aterrizaje en el agujero de una duna, volvió a la palestra este año al cruzarse de nuevo tal zanja en su camino. Pero ni ese aciago recuerdo del pasado reciente, ni la percibida inferioridad a priori de su tipo de maquinaria, le frenó lo suficiente. Eso es lo que él asegura, al menos, después de tener una tercera oportunidad para sortearlo, de una vez, como era debido.

P: Uno de los momentos destacados este año en el Dakar fue su reecuentro con el famoso agujero que le dejó fuera en 2018, que estaba en el mismo sitio como usted comentó. Antes del Dakar, dijo que ya lo había dejado atrás, pero ¿optó por ser más prudente cuando se lo encontró?

NR: "Bueno, si. Aparte, porque era al final de etapa, en el mismo contexto que el año pasado. Por tanto, cuando llegamos y Álex me dice: 'Aquí está la duna', la esquivamos por la izquierda, y sí, aflojamos un poco y terminamos. Estaba en el mismo sitio que el año pasado, pero volvimos a pasar otro día y la pasamos más a toda máquina. Pero sí, en el primer momento, tuvimos unos recuerdos un poco complicados".

P: Han obtenido una segunda posición, que había olvidado felicitarle por ello (NR: "¡Gracias!"), pese a que usted comentó antes del rally que los 4x4 tenían una desventaja respecto a los buggies en este Dakar. ¿Cree que sería necesario algún cambio de reglamento, aunque fuese ligero, para igualar su rendimiento? ¿O es más una cuestión de recorrido?

NR: "El recorrido se adapta mucho, este año era un recorrido buggy. Por tanto, yo creo que es un tema de regular e intentar que podamos competir. Este año el primero y el segundo hemos sido 4x4 en contexto buggy, pero sí, creo que sería bueno hacer un tipo de reglaje que vaya bien para todos".

Casi tan habituales como las dunas, los problemas mecánicos o el 'fesh-fesh', las críticas al famoso libro de ruta que todos han de seguir para llegar a su destino sanos, salvos y de una o más piezas. En esta edición han sido especialmente sonadas las críticas de hombres como Carlos Sainz, Matthias Walkner y Joan Barreda, afectados por lo que consideraron errores de 'roadbook', o Daniel Elena, el copiloto de Sébastien Loeb, quien aseguró que no regresará a la prueba en el futuro. Roma, por su parte, prefiere sumarse a la corriente de que todos saben como es el Dakar y sus características. 'Pa listos', que diría Luis Aragonés.

P: El tema polémico del Dakar este año ha sido la organización, criticada por varios pilotos de forma más o menos generalizada. ¿Temían encontrarse con problemas de este estilo, dadas las dificultades que hubo para organizarlo todo?

NR: "Antes de nada, hay que agradecer a ASO, que ha sacado adelante una carrera cuando en primavera del año pasado se quedó sin un país como Chile. Con una carrera como el Dakar, en un país, tienes que ser bueno y hacerlo. Hay mucha gente que paga para ir allí, se inscribe para correr y sabe las reglas antes de ir. He leído muchas críticas de gente que digo: "tío, antes de ir, sabías a lo que ibas". Hay que tener cuidado con las críticas; siempre es muy fácil criticar, pero te tienes que poner".

"Dicho esto, sí que es verdad que el 'roadbook' se podía mejorar mucho, y creo que el coche de apertura no ha hecho bien su trabajo. Hay muchas cosas que el Dakar y ASO tienen que mejorar, y el año que viene veremos dónde estamos y lo que han aprendido".

P: Se han quedado a una distancia relativamente corta de Al-Attiyah para lo que es un rally raid de estas características, 45 minutos. ¿Qué cree que les ha podido faltar para ganar esa horita y estar por delante? ¿Realmente Al-Attiyah ha estado imbatible?

NR: "Ha hecho un Dakar casi perfecto... No, nosotros hemos hecho un Dakar casi perfecto y el lo ha hecho perfecto, en un contexto que él entiende muy bien. Ahora que ha pasado, podríamos haber hecho cosas distintas, pero al final hemos hecho una muy buena carrera. Nosotros podríamos haber corrido con menos peso en el coche, un poco diferente, pero el resumen es bueno".

Aunque su presente en coches sigue motor en popa y a toda biela, no se puede obviar su lugar en la historia como el primer español en conquistar esta dura prueba, sentando en su moto las bases para las cinco gestas de Marc Coma. Nani opta por no pronunciarse en exceso sobre uno de sus posibles sucesores y sus dificultades actuales, pero eso no le impide hablar con total admiración de la historia con mayúsculas del Dakar, protagonizada a lomos de la marca con la que un 29 de diciembre de 1995 recorrió 300 metros por Granada para iniciar su historia en la cita.

P: Usted sabe "un poco" como es un rally Dakar en motos. ¿Qué opinión le merece el rally que ha hecho Toby Price, con los problemas que ha tenido?

NR: "Espectacular, increíble. El doctor Mir, que es amigo mío, le operó hace mes y pico del escafoides, que es un hueso que no sirve para nada pero molesta. Lo que ha hecho el tío es brutal, la gente no es consciente de lo que ha hecho. Sinceramente, bestial".

P: ¿Es usted partidario de la opinión de que Joan Barreda debería plantearse ir "a caballo ganador" e intentar ganar el Dakar con KTM, o cree que se les puede batir?

NR: "No sé si es un problema de marca. Por ahora, no le han ido muy bien las cosas, pero no sé si es cosa de marca o personal suyo. KTM hace las cosas muy bien, no sabes por qué siempre ganan al final, pero es un tema que desconozco y que deben estudiar internamente tanto Honda como Barreda".

Pocos saben con certeza qué le espera en el futuro a una prueba como el Dakar, que intenta sobrevivir y adaptar sus conceptos de otras épocas a un mundo cambiante en el que las circunstancias económicas empiezan a imponerse casi con igual fuerza que las de seguridad. En su caso, Roma no es favorable a regresar a las raíces geográficas de cualquier forma, ni parece tener prisa por ello. Al fin y al cabo, Sudamérica parece haberle traído las mismas alegrías.

P: De cara al futuro del Dakar, ¿es usted de los que aboga por el cacareado regreso a África que no deja de surgir año a año, o considera que la prueba debe reinventarse en cuanto a terreno o concepto para subsistir en el futuro?

NR: "Tenemos que volver a África, pero si realmente podemos ir por los países por donde íbamos. Hacer como hace el Africa Race, ir por el lado del mar para bajar hasta Senegal, no me motiva mucho, sinceramente. Creo que en Sudamérica hay espacio, esperemos que Chile nos abra las puertas y podamos volver a Atacama. O en Argentina o Perú, creo que lo podemos pasar muy bien".

P: ¿Qué planes tiene para 2019? ¿Va a volver a hacer el Silk Way, se tomará algo más de descanso antes del próximo Dakar...?

NR: "No sé, ahora tenemos que planteárnoslos, descansar, analizar un poco todo y, a partir de ahora, empezar la temporada. A mi me gusta mucho correr de mitad de temporada hacia el final, así que es lo que intentaremos hacer".

Es muy difícil ponerse en la piel de un piloto del Dakar, y lo es más aún cuando quién lo escucha y tiene la ocasión de charlar un breve rato con él no ha tenido la oportunidad ni el privilegio de vivirlo in-situ, pero uno siempre se siente un 1% más cerca de la experiencia cuando tiene cerca a quienes se exponen a ella. No deja de ser algo que se hace por pasión más que por elección, algo que no se puede decir de todos los deportes de motor. Al fin y al cabo, hay formas más 'inteligentes' de gastarse el dinero, o de buscar glorias motorizadas, pero lo que se transpira es que pocas, si acaso alguna, deben recompensar de tal forma que el simple hecho de llegar a meta pueda ser un triunfo. ¿Ganar? Cosa de elegidos.

Fotos: Rally Dakar