Dakar 2020Albert Llovera tiene el objetivo de "hacerlo bien y correr mucho" en el Dakar
El andorrano Albert Llovera estará al volante de uno de los cuatro camiones Iveco Powestar Evo3 del Team Petronas De Rooy. Para Llovera será su quinta presencia en el Dakar tras debutar en coches (2007), competir en buggy (2014 y 2015) y en camión (2017).
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Publicado: 10/12/2019 17:30
Tras dos años de ausencia, Albert Llovera regresa al Dakar, prueba que se disputará por primera vez en Arabia Saudí entre los días 5 y 17 de enero. Y lo hace por la puerta grande. El andorrano conducirá uno de los cuatro camiones Iveco Powestar Evo3 del Team Petronas De Rooy. Como casi todo el mundo sabe, se trata de uno de los equipos aspirantes al triunfo y clásicos del raid. No en vano este año cumplen su novena participación consecutiva.
Su propietario, Gerard De Rooy, (campeón en 2012 y 2016 y tercero en 2019), ha depositado su confianza en Llovera como vehículo de asistencia rápida para sus líderes Janus van Kasteren y Vick Versteijnen. Por cierto, con apenas tres días de test en Marruecos donde maravilló a todo el equipo, Albert ha ascendido del cuarto al tercer puesto en el escalafón de la escuadra.
Tras debutar en la edición de 2007 en la categoría de coches, volver en 2014 y 2015 a los mandos de un buggy y competir en 2017 con un camión, siendo 24º, sumará su quinta presencia en la prueba del 'Touareg'. Para ello estará acompañado por Ferrán Marco (copiloto) y Marc Torres (mecánico). Ejemplo de superación, este ‘joven’ de 52 años afrontará la cita con la ilusión de un niño. De hecho, aunque posee tres décadas de competición a sus espaldas, le brillan los ojos al mencionar el nuevo proyecto.
En la entrevista vemos la figura de este deportista ‘Sin Límites’ (‘No limits’), título de su muy recomendable biografía. A pesar de haberse levantado a las 5:40 de la mañana, entrenado dos horas y abierto su ortopedia en Andorra a las 9:30, nos atiende con una simpatía y energía desbordantes. En menos de un mes le aguarda la carrera más dura del mundo.
Motor.es: ¿Cómo fue tu inesperado fichaje de última hora por ele quipo Iveco De Rooy?
Albert Llovera: "Aunque ha sido un fichaje de última hora, llevaba cuatro o cinco meses con el tema del equipo De Rooy entre manos. La oportunidad no ha aparecido de golpe. Ha llevado su tiempo. Cuando nos llamó De Rooy no me lo creía y pregunté si era para hacer de transportista o de piloto oficial del Dakar. (Risas). No me lo creía. El caso es que al confirmarse la oferta, uno de mis copilotos y yo nos presentamos en la sede del equipo en Holanda. Allí nos enseñaron las instalaciones centrales.
Nos reunimos con ellos y todo nos pareció muy bien. Comenzamos a arrancar con el proyecto, pero al cabo de unas tres semanas me llamaron y me dijeron que el camión que yo iba a llevar sería uno con el diseño de la cabina plana (sin morro) y no un Torpedo como los demás. Me negué porque yo no tengo abdominales y solo me sujeto con los brazos cuando piloto.
Al terminar un Dakar acabo destrozado físicamente y tardo en recuperarme dos o tres meses. Si encima me pones la suspensión debajo de mi cuerpo, no sé cómo acabaría. El caso es que le transmitieron al médico del equipo mis cuestiones y finalmente me dieron uno de los Torpedo".
M: A pesar de ello, terminaste 24º en 2016. Un gran resultado
AL: "Sí, pero podía haber terminado entre los 15-20 mejores".
M: Se comenta que tuviste varias 'novias' para el Dakar. ¿Es cierto?
AL: "Sí. Creo que soy bastante polivalente. Los equipos te siguen en las competiciones en las que participas. Saben que en el RallyCross vas de lado en cada carrera, que hay mucha lucha y que vas saltando todo el rato. Es una especialidad en la que has de estar muy concentrado en todo momento aunque sean mangas cortas.
Además en los dos últimos Dakar en camión lo hicimos muy bien. De hecho, los equipos rivales nos venían a ver, entre ellos Kamaz. Al acabar cada etapa, estos equipos sabían que si no hubiera sido guardaespaldas de mis compañeros, podía haber acabado en posiciones mejores. Saben interpretar esas situaciones para conocer tu nivel real".
M: Después del fichaje, llegaron las labores de adaptación en el Iveco…
AL: "Sí. Enviaron el camión a Roma. Allí está una empresa especializada, Guidosimplex, con la que trabajo desde mis inicios en motorsport. Hemos crecido juntos. Es más, llevo 20 años con ellos. Aunque son una empresa familiar son los número 1 del mundo. Ellos han hecho las modificaciones al camión, entre las que están un volante más grande que se ha pedido a Sparco. Guidosimplex también ha desarrollado un acelerador de un mayor tamaño porque en el Dakar 2016 edición me rompí un ligamento el primer día de competición en una frenada".
M:¿Se tienen que homologar estas modificaciones?
AL: "Así es. La FIA se encarga de las homologaciones con las adaptaciones y han creado una comisión para regular las modificaciones en los vehículos de competición de la que yo formo parte".
M: ¿Qué primeras sensaciones has tenido con el Iveco?
AL: "Las sensaciones han sido muy buenas. El Iveco es muy agradable de chasis y de suspensiones. Es un camión que está muy bien trabajado y evolucionado. En cuanto te sientas se nota que es un camión de carreras total. Aunque el Tatra también lo era, el Iveco está más evolucionado”.
M: ¿Es más ‘sencillo’ de pilotar el Iveco o el Tatra?
AL: "El Tatra tiene un cambio manual mientras que el Iveco monta uno automático. Y eso es muy distinto, al menos para mí. Una de las cosas que tenía clarísimo era que el camión debía tener cambio automático. La lesión de las manos que se me produjo en el Dakar de 2017 fue por cambiar unas 4.000 veces en cada etapa. Realizar la tarea supone levantar gas, apretar el embrague y cambiar con la otra mano, porque el camión trabaja con 2.500 vueltas. Es muy dura.
Al principio me hacía gracia cambiar tantas veces, pero se convirtió en un problema. Llegó un momento en el que al terminar las etapas no me podía ni sacar los guantes. Llevar un 'aparato' de 1.000 CV ya me supone bastante trabajo, pero con el automático es más agradecido. Por esta razón todos los de equipos importantes llevan ese cambio".
M: Debe ser complicado cuando finalizas cada etapa…
AL: "Cuando termina cada etapa empieza otro Dakar diario para mí. Tengo una tienda de campaña y me he comprado una cama para dormir algo. Me pedían 37.000 euros por una caravana, pero no me lo puedo costear".
M: ¿Qué funciones desempeñarás en el Dakar?
AL: "De momento mi función es ser mochilero. Aunque partía como cuarto piloto en el equipo, después de los entrenamientos voy como tercero, con algo más de libertad. Mi rol será el de ayudar a los dos compañeros, de entrada, pero si lo hago bien esto puede cambiar, aunque para lo que me han llamado es para eso y es en lo que pienso. En mi camión transportaré unos 300-400 kg de material de asistencia lo más rápido posible".
M: ¿Objetivo concreto, quizás mejorar el 24º de 2017?
AL: "Estar atento a los dos compañeros y llegar pronto por si les surge alguna incidencia y poder reparar el problema. Y si no se puede resolver, correr mucho para pasarles, que el equipo lo vea y cambie mi rol. Mi objetivo es intentar hacerlo bien. Poco a poco trataré de ir adelantando posiciones según vaya discurriendo la carrera".
M: ¿Cómo afrontas el Rally en Arabia con tantas dunas?
AL: "Nunca me planteo esas cosas porque la carrera es la que es para todos. Será lo mismo para mí que para los demás. No le doy vueltas. Que venga lo que sea".
M: ¿Te gusta más competir en otros terrenos que la arena?
AL: "A mí me da igual. Con el Tatra pensaba que sufriría mucho con la arena y luego hice etapas muy buenas, incluso mejores que en otros terrenos".
M: Hablando del Dakar y sus novedades, ¿cómo rendirá Alonso?
AL: "Fernando no es un especialista dakariano, pero es una gran piloto y ya se adapta. De hecho tiene un tipo de educación por la que se mete hasta el fondo en la especialidad que toca. Pero en un tramo de rallies vas al menos con notas, sin embargo en los raids compites sin notas y además tienes que escuchar al copiloto. Creo que lo está haciendo muy bien y que lo hará muy bien. No sé si estará arriba del todo, pero dará algún susto en alguna etapa. Creo que sí.
Fernando me apoya desde hace dos años. Es una de las cosas que agradezco mucho porque es muy buena persona y una figura muy importante en el deporte. Siempre le he seguido y a él también le gusta lo que hago. Y como somos amigos le dije que me echara una mano. Y así surgió todo”.
M: Has pilotado en casi todas las especialidades, ¿cuál es tu favorita?
AL: "Soy mucho de rallies porque es una categoría en la que entra todo. Hay que ser rápido, constante, concentrado durante tres días y, sobre todo, saber adaptarte muy rápido porque puedes comenzar con sol y acabar con lluvia. Por ejemplo, en una segunda pasada por unos tramos de tierra están más rotos o un tramo puede estar ‘sucio’. Y eso hay que saber leerlo y hacer muchos km. Los rallies son como nosotros, es decir muy latinos. (Risas). Has de adaptarte a toda velocidad. Sin embargo, el Rallycross es muy intenso y muy rápido pero demasiado corto".
M: ¿Cómo te definirías como piloto?
AL: "Soy luchador, constante, pero sobre todo polivalente. Me da igual el coche, especialidad y superficie que sea".
M: ¿Algún reto por abordar en el Motorsport?
AL: "Sí. Siempre existen nuevas metas. Me busco los esponsors necesarios para tratar de hacer los programas que me gustan. Y si no puede ser en el Mundial, compito en el Nacional y no solo no se me caen los anillos, sino al contrario, me siento muy privilegiado por poder competir en un deporte que tanto me gusta".
Fotos: Albert Llovera