IndyCarSimona de Silvestro regresa a la Indy 500 con el apoyo técnico de Penske
La piloto suiza competirá con Paretta Autosport, equipo liderado por la ex directora del programa de competición de Dodge. Contará con soporte técnico del Team Penske, a través de su programa de diversidad e igualdad. Paretta abre la puerta a otros eventos en 2021, de cara a un programa completo en 2022.
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Publicado: 19/01/2021 19:30
Seis años después, Simona de Silvestro regresará a la parrilla de la IndyCar Series en su prueba estrella. La suiza de 32 años, que en la actualidad es piloto reserva de Porsche en Formula E, ha visto confirmada este martes su participación en las 500 millas de Indianápolis de la mano de Paretta Autosport, un nuevo equipo liderado por la ejecutiva Beth Paretta. Esta estructura contará con el soporte de la formación más poderosa de la categoría gracias al programa de igualdad y diversidad impulsado por IndyCar el pasado mes de julio.
Tras convertirse en nuevo propietario de la categoría el pasado invierno, Roger Penske lanzó la iniciativa 'Race for Equality & Change', en el marco de las medidas integradoras de raza y género en el mundo del automovilismo, ambas cuestiones muy candentes en los Estados Unidos. La intención de Paretta de potenciar la participación de las mujeres en el campeonato en calidad de pilotos, ingenieras o mecánicas ha conducido a su inclusión en este programa, gracias al cual contarán con soporte y asistencia técnica del Team Penske, ganador de cuatro de los últimos siete títulos de IndyCar, y de tres de las últimas seis ediciones de la Indy 500.
Paretta, quien fuera directora en el grupo Fiat Chrysler Automotive de las actividades competitivas de Dodge en la primera mitad de los 2010 en NASCAR (donde trabajó con Penske), IMSA y Trans-Am, abanderó en el pasado un proyecto para alinear un equipo 100% femenino, Grace Autosport, en la Indy 500 de 2016 con Katherine Legge al volante, pero los planes quedaron frustrados al no llegar a un acuerdo con un equipo existente. Su equipo alineará el coche #16, un chasis con motor Chevrolet adquirido al equipo Juncos Racing cuyo último uso, en la Indy 500 de 2019, fue especialmente notorio al tratarse del vehículo con el que Kyle Kaiser dejó fuera de la carrera a Fernando Alonso en el Bump Day.
Las ambiciones de Paretta Autosport van más allá de la Indy 500, ya que pretende disputar carreras adicionales este mismo año en la medida en la que los compromisos de su piloto con Porsche lo permita, de cara a un programa completo en 2022. De Silvestro no participa en una carrera de IndyCar desde las 500 millas de Indianápolis de 2015, habiendo competido desde entonces en Formula E, en los Supercars australianos como piloto oficial de Nissan y, más recientemente, en el ADAC GT Masters al volante de un Porsche 911, sin que ninguna de esas aventuras haya estado a la altura de sus buenas actuaciones en los monoplazas americanos.
El simbolismo de este programa queda plasmado en el hecho de que la edición del año pasado fue la primera desde 1991 en la que ninguna mujer se inscribió como competidora. Lyn St. James fue la segunda en hacerlo en 1992, 15 años después de la pionera Janet Guthrie, y tras ella llegaron Sarah Fisher, la popular Danica Patrick, Milka Duno, de Silvestro, Ana Beatriz, Katherine Legge y Pippa Mann, llegando a competir cuatro de ellas a la vez en 2010, 2011 y 2013. Patrick, la única mujer en ganar una carrera de IndyCar en 2008, logró el mejor resultado (tercera en 2009) y la mejor posición en parrilla (cuarta en 2005) de todas ellas, aunque el récord de participaciones (9) y de velocidad (229.439 millas por hora en 2002) pertenece a Fisher.
«Mi carrera despegó cuando competí en IndyCar y en la Indy 500, así que volver a competir con Beth y su asociación con Penske es una oportunidad rara y especial en mi carrera», ha afirmado de Silvestro. «Ser parte del objetivo de diversidad e inclusión para todos, en especial para las mujeres en IndyCar y en el automovilismo en general, es muy importante para mi y por como me gustaría ver el futuro de las carreras». Por su parte, Beth Paretta afirmó que «hoy es el inicio de un compromiso para la igualdad de género en el deporte, para impulsar a las mujeres a trabajar duro para conseguir su sitio o un hueco en la parrilla».
Desde su debut en 2010, Simona de Silvestro disputó un total de 68 carreras en IndyCar, en las que se consagró como la mejor piloto femenina de monoplazas en circuito pese a pilotar para equipos con pocos recursos. Su mejor temporada fue la última a tiempo completo, 2013, donde consiguió acabar nueve veces entre los 10 primeros con KV Racing, incluidas las cinco últimas carreras, en las cuales logró su único podio con un segundo puesto en el urbano de Houston. Aquel año terminó 13ª en la general, muy cerca de su veterano compañero Tony Kanaan, que ganó la Indy 500 aquel año.
Su rendimiento en óvalos siempre fue menos destacado, siendo su único top 10 un octavo puesto en las 500 millas de California de 2013, en las que solo acabaron nueve coches. Después de perder su patrocinio, y tras su fallida incursión en Fórmula 1 con Sauber en 2014, de Silvestro disputó tres carreras en 2015 con el potente equipo Andretti Autosport. La suiza acabó cuarta en la caótica carrera de Nueva Orleans, pero no pasó de la 19ª posición en la que fue su última Indy 500, cinco puestos por detrás del 14º puesto de su debut, su mejor resultado en la prueba. Aquello derivó meses después en su rol de piloto de Amlin Andretti en Formula E, que la alejó definitivamente de IndyCar.
Simona de Silvestro podría no ser la única mujer en competir en la Indy 500 este año. Aunque la participación de Pippa Mann parece poco probable por segundo año consecutivo, la propietaria Jackie Heinricher aseguró en octubre del año pasado que competiría en la edición de este año con una mujer al volante, y es vox populi que una de sus ex pilotos en el IMSA, la británica Katherine Legge, ha estado trabajando sin descanso en un regreso a la prueba que podría haberse producido en 2020 de no haber sido por la pandemia.
La participación de Paretta Autosport supone la segunda iniciativa pública del 'Race for Equality & Change', tras la creación el pasado mes de diciembre de Force Indy, un equipo que tiene por objetivo fomentar la formación de pilotos, ingenieros y mecánicos afroamericanos, y que competirá en la categoría de iniciación del Road to Indy (U.S. F2000). Tras un mes de deliberación, Force Indy llevó a cabo la semana pasada una evaluación de pilotos en Austin con los dos candidatos finales a su único asiento: Myles Rowe, de 20 años (ganador de la Formula Car Race Series en 2018) y Nicholas Rivers, de 17 años, que acabó octavo en la Fórmula 4 estadounidense el año pasado.
Fotos: Fotos: IndyCar Media