¿Debe preocuparnos más el dióxido de carbono o la contaminación de otros gases?

Un interesante debate surge a raíz de las declaraciones de Elon Musk, CEO de Tesla, sobre el escándalo de las emisiones. Dijo que es <em>"obviamente malo"</em> que se emitan óxidos de nitrógeno, pero le ha dado más importancia al dióxido de carbono, un problema más grave. ¿Tiene razón?

6 min. lectura

Publicado: 25/09/2015 18:00

Agujero de la capa de ozono - 24 de septiembre de 2015 - Fuente: NASA ozone watch

Si pensamos en términos estrictos, el famoso dióxido de carbono (CO2) no es un gas contaminante, ya que lo producen los seres vivos durante la respiración, y está presente en el aire, de siempre. Cierto es que la acción del hombre ha aumentado su concentración en la atmósfera, colaborando al calentamiento global.

Un simple experimento de laboratorio demuestra que, cuando se aumenta la concentración de CO2 en una atmósfera aislada, aumenta la temperatura, ya que el aire absorbe ese calor. En otras palabras, efecto invernadero, la Tierra se calienta progresivamente por el aumento de este gas, pero no tiene ningún otro efecto pernicioso sobre la salud a menos que haya una concentración elevada en un espacio reducido y cerrado.

Los óxidos de nitrógeno (NOx), en cambio, sí son gases contaminantes. Son básicamente óxido nítrico (NO) y dióxido de nitrógeno (NO2). La combustión de gasóleo, tanto en motores Diesel como en calderas, aumenta en gran medida la emisión de NOx. El NO se acaba convirtiendo en NO2 por oxidación natural.

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Estas imágenes están muy relacionadas con los óxidos de nitrógeno (NOx) y las partículas (PM)

Aquellos que no sean expertos en química se preguntarán ¿en qué medida los NOx nos afectan? Según la Agència de Salut Pública de Barcelona, tenemos que distinguir efectos a corto y a largo plazo, siendo más vulnerables los niños, los ancianos y los enfermos del sistema cardiovascular.

Los NOx producen esmog fotoquímico, contaminación visible

Una breve exposición a concentraciones elevadas de NO2 se relacionan con irritación en los pulmones y en los ojos. A largo plazo los efectos son peores, dificultan el desarrollo pulmonar de los niños y fomentan la aparición de enfermedades pulmonares e incluso cerebrovasculares (circulación de sangre en el cerebro).

Por otro lado, los NOx producen la generación de ozono (O3) a baja altura, el ozono troposférico. Bastan 150 microgramos por metro cúbico para producir daños en la salud, y también aumenta el calentamiento global. Esto último puede parecer sorprendente, pero el ozono no es igual de bueno a baja altura y a gran altura.

Emisiones de NOx en 2011, por origen, en Nueva Inglaterra (EEUU), según la EPA

Cuando Elon Musk dijo que es "obviamente malo" que Volkswagen haya emitido NOx hasta 40 veces por encima del límite legal americano, hay que entender que el problema en su país es relativo. Volkswagen tiene casi 500.000 coches emitiendo NOx a saco, en relación a casi 258 millones de vehículos ligeros.

En la gráfica superior vemos el origen de las emisiones de NOx en el Estado de Nueva Inglaterra en 2011. El 19% de los NOx provienen de los motores Diesel, tanto en turismos como en cualquier tipo de vehículo terrestre. Los europeos estamos más preocupados por los NOx, porque circulan más petroleros en relación al total.

Los efectos perjudiciales de los NOx son más cortoplacistas. En cambio, el calentamiento global produce daños superiores, como la pérdida de hielo en los casquetes polares, aumento del nivel del mar, desastres climáticos de todo tipo, destrucción de ecosistemas, etc. Quienes más lo notarán serán nuestros herederos.

Tesla es parte interesada, vende coches eléctricos, pero las palabras de Musk no pierden validez por ello

EEUU es uno de los principales emisores de CO2 del mundo

Musk habló del caso alemán, un país con mucha energía renovable, pero con un consumo excesivo de derivados del petróleo. A pesar de ser el principal mercado europeo, en cuanto a implantación de coches eléctricos tiene mucho que hacer.

En un artículo anterior vimos cómo los objetivos de las autoridades germanas son excesivamente optimistas, y que no basta con que el Gobierno quiera, sino que los alemanes quieran. Los coches eléctricos dependen mucho de las condiciones favorables para venderse bien, y con eso quiero decir impuestos, coste de uso, etc.

Está bien que nos indignemos por la contaminación, tanto la que mata a corto plazo, como la que matará a largo plazo. Si queremos hacer algo por las generaciones venideras, no debemos bajar la guardia ante el CO2, porque los efectos son muy difíciles de revertir, y llevará siglos restablecer el "statu quo" con el planeta.

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