Volvo y Geely cumplen una década de cooperación conjunta, una relación perfecta
Se cumple una década de la adquisición de la marca sueca por parte del gigante chino de Geely. El consorcio ha logrado devolver a Volvo a una posición de respeto con una gama de modelos que va regresando al estatus Premium. Las dos marcas comparten desarrollos y tecnologías, pero sin injerencias, un éxito por el que ningún analista apostaba.
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Publicado: 02/04/2020 21:00
Se acaban de cumplir 10 años desde que se anunciara una de las fusiones más destacadas en la industria del automóvil, la de Volvo por parte de los chinos de Geely. Aquella maniobra sembró grandes dudas, incluso entre los expertos analistas del mercado, que si los suecos se encontraban en una de las peores situaciones, la adquisición no hizo más que avivar un final comparable al de Saab.
Si Volvo estaba en una situación tan lastimosa también se debió a la de Ford. La marca del óvalo azul acaparó más de lo que realmente podía atender. JLR se vendió a TATA, y Volvo al gigante empresarial chino, por apenas 1,8 millones de dólares,una importante inversión para una empresa que en su mercado local, apenas llegaba a las 300.000 unidades por año.
Las bases, perfectamente trazadas, han logrado una relación idílica por una década, ya que el prestigio sueco ha dado una mayor confianza a los clientes chinos. Y no solo eso, sino que los desarrollos en tecnologías de seguridad o de propulsión se han puesto al servicio de las marcas de Geely, por ejemplo, creando una marca más generalista con la que pretenden asaltar el mercado europeo, los Lynk & Co, y dando un mayor protagonismo a la deportiva Polestar, reconvertida en un fabricante Premium de modelos de movilidad sostenible.
El gran secreto en el funcionamiento entre Geely y Volvo ha sido la confianza mutua la una en la otra, pero también la ausencia de injerencias, lo que comúnmente se llama "meterse en las cosas de los demás". Los chinos se han dedicado a aportar inyección de capital en los suecos, desarrollando dos plataformas completamente nuevas, la CMA para los modelos compactos y la SPA para modelos del segmento D en adelante; y siempre revirtiendo en China.
Los planes más inmediatos del consorcio pasan por apostar seriamente por los híbridos enchufables y eléctricos, con la comercialización del nuevo Polestar 2 y con el desarrollo de la nueva arquitectura escalable SPA 2, para sustituir a los S90, V90, S60, V60, XC60 y XC90. También, llegar al millón de unidades vendidas a finales de la década: en 2010, la firma de Gotebörg vendió 373.525 unidades, en 2019 fueron de 705.452.