Cómo una decisión “completamente estúpida” tiene el potencial de llevar a Alpine por la senda de Porsche
Alpine apuesta por un deportivo eléctrico exclusivo y ligero, desafiando la lógica financiera. El nuevo A110 promete mantener el ADN de la marca mientras lidera una ambiciosa renovación hacia una gama de modelos electrificados y emocionantes.
Renault ha dado un golpe en la mesa con la próxima generación del Alpine A110, que verá la luz en 2026. A pesar de que el CEO del Grupo Renault, Luca de Meo, reconoce que la apuesta es «completamente estúpida» desde el punto de vista financiero, la marca confía en que esta arriesgada estrategia afiance a Alpine como una referencia en el mundo de los deportivos eléctricos.
Un deportivo eléctrico único y ligero
El nuevo Alpine A110 se construirá sobre una plataforma eléctrica diseñada exclusivamente para este modelo, una decisión que De Meo califica como «no racional» debido al enorme coste de inversión y el limitado retorno esperado.
Sin embargo, esta arquitectura permitirá que el A110 sea más ligero que sus rivales de combustión, algo inusual en el mundo de los vehículos eléctricos. Según De Meo, no habrá compromisos en términos de rendimiento.
Alpine se desarrollará en tres etapas: ejercicio de marca, demostración tecnológica y producto comercial
El concepto A110 E-ternité, un prototipo eléctrico basado en el A110 actual, ya demostró que un deportivo eléctrico puede mantener un peso contenido. Con sólo 1.400 kg, consiguió superar al Porsche 718 Boxster, mostrando el potencial de Alpine en este terreno.
Este enfoque «a medida» se inspiró precisamente en la estrategia de Porsche, que reserva una plataforma exclusiva para el icónico 911 mientras comparte arquitecturas con el grupo Volkswagen en otros modelos como el Taycan y el Cayenne. «Es importante mantener el corazón de la marca fiel a su esencia», explicó De Meo.
En cuanto al diseño, el nuevo A110 no sufrirá cambios drásticos. De Meo aseguró que «necesita parecerse» al actual modelo, evitando desviaciones radicales: «Porsche no hace un 911 cuadrado», argumenta el dirigente italiano. Una continuidad estética que subraya el compromiso de Alpine con su legado mientras mira al futuro eléctrico.
Un futuro ambicioso para Alpine
La próxima generación del A110 no es más que una pieza en el plan de Alpine, que incluye el lanzamiento de seis o siete modelos únicos para 2030.
La gama se completará con coches deportivos y más accesibles, como el SUV A390, y culminará con un superdeportivo que actuará como buque insignia. Este será desarrollado en Viry-Chatillon, la factoría que en 2025 dejará de fabricar unidades de potencia para el equipo de Fórmula 1.
Philippe Krief, CEO de Alpine, explicó que el desarrollo de este superdeportivo se llevará a cabo en tres etapas: primero como un ejercicio de marca, luego como una demostración tecnológica y finalmente como un producto comercial.
Ya se han presentado prototipos como el Alpenglow y su versión con tecnología de combustión de hidrógeno, el Alpenglow Hy6. Su nombre provisional es Future Alpine Supercar.
Por otro lado, Alpine está ampliando su presencia global, con una red de concesionarios que alcanzará las 140 ubicaciones a finales de 2024.
Además, ha abierto un espacio emblemático en Barcelona que combina eSports, simuladores de conducción, un bar y un restaurante. Este concepto se replicará en Londres y París, reforzando la visión de Alpine como un fabricante de deportivos accesibles y emocionales.
El reto de combinar exclusividad y sostenibilidad
Alpine no quiere ser vista sólo como un fabricante de vehículos eléctricos. Según Krief, su objetivo es consolidarse como un «especialista francés en deportivos que, además, son eléctricos».
El enfoque estará en segmentos específicos donde puedan marcar la diferencia, sin pretender competir en volumen o posicionarse como una marca premium.
Aunque la producción del actual A110 finalizará en 2026, el interés sigue siendo altísimo: los próximos seis meses de producción ya están vendidos, y el exclusivo A110 R Ultime, con un precio de 276.000 euros, agotó el 95 % de sus unidades en sólo dos meses.
Este entusiasmo respalda la apuesta de Renault y Alpine, demostrando que, aunque la decisión pueda parecer «estúpida» en términos financieros, podría resultar ser un movimiento estratégico para el éxito de la marca en la era eléctrica.
Fuente: Forococheselectricos.com