La decisión «natural» de utilizar el motor del 296 GTB en el Ferrari 499P
El Ferrari 499P, el prototipo LMH de la marca italiana, monta un motor V6 biturbo de 3.0 derivado del motor que equipa el Ferrari 296 GTB de calle y que también ha sido uitlizado en la versión GT3 de competición de este modelo.
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Publicado: 10/11/2022 11:30
El Ferrari 499P se ha presentado con todos los honores en las 'Finali Mondiali' de la marca en el circuito de Imola. Un estreno por todo lo alto en el que los aficionados han podido conocer de primera mano el diseño final del prototipo LMH con el que la marca volverá a la cúspide de la resistencia 50 años después. Su librea rinde tributo al Ferrari 312 P, último bastión de la marca en la disciplina.
Construido sobre un chasis monocasco de fibra de carbono de nuevo diseño, el Ferrari 499P presenta soluciones que representan la vanguardia de la tecnología de la marca. Este prototipo hypercar nace de la experiencia de la marca con sus superdeportivos de calle, pero también de la adquirida durante la última década en el mundo de las carreras GT. Incluso su diseño se entrelaza con otras creaciones de la marca, con un frontal y grupos ópticos que se acercan al Ferrari Daytona SP3.
«Era una decisión natural porque el tamaño y capacidad de este motor para integrarse en un tren motriz híbrido que no puede generar más de 500 kW es perfecto»
En su interior esconde un motor en posición central trasera V6 de 3.0 litros biturbo con una potencia máxima de 500 kW (680 CV). Este propulsor deriva del V6 que monta el Ferrari 296 GTB y, por lo tanto, comparte arquitectura con el motor del Ferrari 296 GT3 que también debutará la próxima temporada. A diferencia del motor usado en el GT3, el propulsor es portante y no va instalado sobre un subchasis, sino que tiene una función estructural.
El motor de combustión del Ferrari 499P está asociado a un tren motriz híbrido ERS con una potencia máxima de 200 kW (272 CV) y a una caja de cambios secuencial de siete velocidades. Este motor eléctrico -comparte concepto con el ERS de la Fórmula 1- que trasmite su potencia al eje delantero se alimenta de la energía que se acumula en frenada en sus baterías de voltaje nominal de 900V. La potencia máxima del 499P en su conjunto es muy superior a los 500 kW (680 CV) que marca el reglamento.
La decisión lógica
Ferdinando Cannizzo, director técnico del proyecto hypercar de Ferrari, ha explicado todo el proceso que ha llevado a utilizar este motor: «Dimos el primer paso en el desarrollo de este motor de carreras con el Ferrari 296 GT3, así que fue bastante sencillo comenzar desde ese punto y desarrollar una versión LMH. Esto garantiza la posibilidad de utilizar todo lo que hemos aprendido con este motor».
«El coche es mucho más fácil de entender que si hubiéramos desarrollado el motor desde cero. Comparte parte de la arquitectura con el GT3 y el Ferrari 296 GTB, por lo que es fácil tener retroalimentación tecnológica para nuestro modelo de calle. Era una decisión natural porque el tamaño y capacidad de este motor para integrarse en un tren motriz híbrido que no puede generar más de 500 kW es perfecto» ha añadido el responsable de Ferrari.
Otras opciones
Cannizzo ha explicado también que se evaluaron otras configuraciones de motor en los inicios del proyecto LMH: «En la fase inicial, consideramos un motor V12, también un V8 y un motor V6 distinto al actual. En este caso, seleccionar este motor V6 no fue un compromiso y todos creemos que es el camino correcto a seguir considerando la forma en la que se mueve nuestra gama de coches de calle. Es lo natural».
«El motor V6 es pequeño, liviano y muy compacto, lo que supone una ventaja en cuanto a su posición dentro del coche, la distribución de pesos y encontrar el mejor centro de gravedad. El diseño es como el del 296. La base es el seis cilindros a 120º, pero sí que es cierto que se ha desarrollado cada parte del motor para cumplir con las exigencias en competición» ha concluido el jefe técnico del proyecto.
Fotos: Ferrari Hypercar