¿Sueles llevar el depósito de combustible del coche medio vacío? Si dejas de hacerlo, evitarás esta avería
Algo aparentemente tan inofensivo como llevar el depósito de combustible bastante vacío de forma habitual puede provocar averías costosas en el motor de tu vehículo. Te contamos las causas y lo fácil que resulta evitar que suceda.
Los vehículos son máquinas muy sofisticadas y complejas que han alcanzado un alto nivel de fiabilidad en los tiempos actuales. Sin embargo, algunas de nuestras costumbres como conductores pueden generar problemas a largo plazo.
Ya te hemos hablado de algunas de esas prácticas perjudiciales, como por ejemplo exigirle al motor más de la cuenta nada más arrancarlo, descuidar la presión de los neumáticos o apurar la reserva del depósito de carburante.
Pues bien, exprimir hasta la última gota de combustible no es la única manía relacionada con el depósito que muchos conductores tienen. También los hay que acostumbran a mantener el mismo siempre medio vacío, repostando pequeñas cantidades de forma frecuente.
Circular habitualmente con el depósito medio vacío o casi seco puede derivar en problemas técnicos graves
Mitos y realidades sobre el combustible
Como bien sabes, el combustible, ese elemento indispensable para nuestros vehículos, acostumbra a estar en el centro de las conversaciones de los conductores.
Aunque su precio ha permanecido relativamente estable en los últimos años, su tendencia siempre ha sido al alza, por lo que ahorrar en su consumo siempre resulta interesante.
En dicho contexto, existen múltiples trucos y consejos relacionados con su uso y almacenamiento que a menudo generan debate. En esta ocasión vamos a explicar por qué no deberías llevar el depósito medio vacío durante mucho tiempo.
¿El depósito de combustible? Cuanto más vacío, peor
A lo largo del tiempo, han surgido teorías populares sobre el repostaje. Algunas afirman que es preferible repostar cuando el depósito está casi vacío, argumentando que esto reduce el peso del vehículo y, con ello, el consumo. Pero, cuando se trata de buenas prácticas para repostar, conviene escuchar a los expertos.
En este caso, Joseba Barrenengoa, CEO y fundador de Easygas, una red de estaciones de servicio en España, aclara un punto crucial: es mejor no dejar que el depósito se vacíe demasiado.
El motivo principal para evitar circular con un depósito casi vacío tiene que ver con la presencia de aire en el espacio no ocupado por el combustible dentro del mismo. La razón es que este aire puede generar condensación de agua en las paredes del depósito, especialmente en condiciones de humedad o cambios de temperatura.
¿Por qué es esto un problema? La humedad es uno de los peores enemigos del motor. Al condensarse el agua, puede mezclarse con el combustible o acumularse en el depósito, favoreciendo una mala combustión o la oxidación de componentes metálicos. Estas dos circunstancias pueden dañar partes clave del motor y generar averías costosas.
Es cierto que muchas estaciones de servicio incluyen sistemas de drenado de agua en los depósitos de almacenaje situados bajo tierra. Por tanto, la cantidad de agua que se introduce en el depósito de combustible del vehículo es mínima.
Además, los filtros de combustible han sido diseñados para eliminar pequeñas cantidades de agua por acción de la mencionada condensación del aire, pero si llevas el depósito de combustible medio vacío de forma habitual, estos se verán sobrecargados y se deteriorarán con mayor rapidez, dejando de cumplir correctamente su función.
La solución, mantener el depósito lleno
Un depósito lleno minimiza la cantidad de aire presente, lo que reduce el riesgo de formación de humedad y protege los componentes del motor.
Además, es recomendable utilizar combustibles de calidad que incluyan aditivos antióxido y anticondensación. Estos productos no sólo mejoran el rendimiento del motor, sino que también alargan la vida útil de los filtros y otros sistemas.
Sí, es cierto que reducir el peso del vehículo en unas decenas de kilogramos llevando menos combustible propiciará un menor consumo. Pero será muy poco en comparación con el coste de futuras averías o, incluso, de los kilómetros adicionales que tendrás que hacer al desviarte de forma más frecuente a la gasolinera.
Por todo ello, circular habitualmente con el depósito medio vacío o casi seco no sólo es una práctica poco recomendable, sino que puede derivar en problemas técnicos graves. Mantener el depósito lleno, siempre que sea posible, es una solución sencilla y eficaz para cuidar la mecánica de tu vehículo y evitar gastos innecesarios.
La próxima vez que visites una gasolinera, recuerda este consejo: llenar el depósito no sólo es una cuestión de comodidad, también es una inversión en la salud de tu motor.