El descenso de la siniestralidad vial está estancado en España ¿debido a los móviles?

El problema de los teléfonos móviles al volante no es nada nuevo, empezó con los SMS y hoy día es por cualquier aplicación - Fotografía: Jason Weaver (Flickr) CC BY

Según la Dirección General de Tráfico, entre el 1 de enero y el 18 de noviembre han fallecido en las carreteras españolas 1.003 personas, dentro de las primeras 24 horas. En el mismo periodo de 2014 la cuenta iba por 999. Enero y febrero han sido dos meses muy malos en cuanto a siniestralidad.

Hay factores que hacen inevitable un repunte de la siniestralidad, como la mejora de la situación económica y el descenso pronunciado de los combustibles. Si hay más vehículos en la carretera, es más probable verse envuelto en un accidente de circulación. Pero miremos más allá, lo que es evitable.

¿Qué infracciones son las más frecuentes? Un reciente informe de la DGT nos habla de exceso de velocidad, no utilizar el cinturón de seguridad/casco y un mantenimiento deficiente (de los de inmovilización del vehículo). Lo primero hay que cogerlo con pinzas, ¡solo el 13% de los sancionados por "correr" superaban el límite en 20 km/h!

Encontrarnos con la Guardia Civil tras haber sido pillados "in fraganti" no es agradable, pero es posible que nos estén haciendo un favor de cara al futuro

Últimamente servidor hace muchos kilómetros, más de lo que estoy acostumbrado, y hay una infracción que me parece especialmente preocupante: mirar y/o tocar la pantallita del teléfono. Es más frecuente verlo en coches parados o a baja velocidad, pero también podemos encontrar a inconscientes mirando una pantalla o tableta en marcha. Sí, como suena.

Esas conductas son más peligrosas que llevar el móvil en la oreja, sin manos libres, cuando hoy día cualquier aparato por Bluetooth vale 50 euros o incluso menos. La multa cuesta ocho veces más. Es algo que no logro entender.

La sociedad actual está idiotizada por el teléfono móvil

Aunque no lo estemos manipulando en marcha, los sonidos de las notificaciones pueden perturbar nuestra concentración. ¿Cuánta gente es lo suficientemente responsable como para guardar el teléfono en la guantera, con Bluetooth activado para el "manos libres", y todas las notificaciones en silencio?

Ya que vamos a usar el teléfono móvil igualmente, al menos que sea de forma más segura y compatible con la conducción, reduciendo las distracciones

La seguridad de los coches ha aumentado bastante, y los que salen a las carreteras a veces vienen con sistemas que previenen la fatiga, las distracciones leves o la falta de reflejos al frenar. Pero todavía no se ha inventado ningún sistema que nos evite ser un idiota tecnológico.

A falta de un estudio que avale científicamente mi teoría, el estancamiento de la siniestralidad tiene que estar relacionado con los teléfonos móviles. Los fabricantes están preocupados, pretenden encaminar parte de esa información al sistema de infoentretenimiento o el tablero de instrumentos, de forma controlada.

¿Y por qué? Seguro que os lo preguntáis. Porque con o sin esa mejora en comodidad tecnológica, se hará igualmente uso de las aplicaciones en cuestión, pero de forma más peligrosa. Hay un porcentaje minoritario de conductores que consideran que es una completa tontería el Android Auto, CarPlay o MirrorLink. A los demás les va a ayudar a sobrevivir.

Ninguna aplicación puede evitar que seamos imprudentes. La tecnología hay que utilizarla con cabeza

Como conductor, hay veces en las que el teléfono me estresa considerablemente. Mi coche tiene una radio-CD muy sencillita, con una línea de texto monocroma, casi todo se puede controlar con los botones del volante. No me permite distraerme. Puedo usar el móvil sin notificaciones, si me llaman me daré cuenta, y no tengo que mover las manos del volante para colgar o descolgar.

Ese debería ser el mínimo en la conducción moderna

A veces pienso que la Guardia Civil debería multar automáticamente a todo el que no tenga el teléfono guardado mientras conduce, a falta de un soporte que lo mantenga a la vista, pero lejos de las manos.

Ya hay peatones que se han abierto brechas en la cabeza por querer embestir una farola. Iban mirando el móvil. ¿Cuántas víctimas de ese millar provisional hacían lo mismo?

La realidad del tráfico puede cambiar mucho en un solo segundo. Un vistazo inocente a la pantalla puede convertirse en accidente. No sigamos contribuyendo al "peaje" humano de la tecnología. Los móviles, a la guantera o el cofre central, silenciados, y con Bluetooth. Todas las notificaciones pueden esperar a que terminemos de conducir, ¿verdad?