Las desgracias de VW son un filón para las marcas chinas, que quieren las 'migajas' de su crisis en Alemania

La delicada situación que viven algunas marcas en Europa, con amenazas aún vigentes de cierre de fábricas de coches, pueden convertirse en una oportunidad de oro para los fabricantes chinos y su expansión internacional por nuestro continente, especialmente Alemania.

Las desgracias de VW son un filón para las marcas chinas, que quieren las 'migajas' de su crisis en Alemania
Los fabricantes chinos se cuelan en la crisis del Grupo VW en Alemania.

7 min. lectura

Publicado: 16/01/2025 15:00

A pesar de que las ventas de coches eléctricos han mantenido su ritmo de crecimiento durante el 2024 a nivel mundial, las cosas en Europa se han respirado de forma diferente. Sobre todo en las entrañas de la industria en Alemania, el principal pulmón automovilístico del continente.

La eliminación de los subsidios públicos a finales del 2023, las dudas entre los consumidores y la ausencia de coches eléctricos baratos han dejado sobrevolando una sombra de incertidumbre entre las marcas. Una sombra que ha llegado incluso hasta el gigante Grupo Volkswagen.

Durante los últimos meses del 2024 hablamos de la delicada situación de la compañía alemana, que se enfrenta al mayor ajuste de costes de su historia. Algunas de sus fábricas en Alemania se han puesto en duda, lo que representa ahora una gran oportunidad para las firmas chinas.

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En plena expansión internacional, los fabricantes del gigante asiático se pueden aprovechar de las 'migajas' que puedan quedar de las crisis que están viviendo algunas marcas en Europa, como en el caso de Volkswagen.

Las marcas chinas se podrían aprovechar de las horas bajas de VW en Alemania.

China quiere aprovecharse de la debilidad europea y sus fábricas

Aunque Europa se ha querido proteger de las marcas chinas con la imposición de aranceles a la exportación de sus coches eléctricos, estas todavía tienen mucho que decir aquí en nuestra región. Y más que lo harán en el futuro según se vayan asentando en los países europeos.

BYD ya está levantando fábricas en Hungría y en Turquía, Chery ya ha adquirido la suya en Barcelona, mientras que Leapmotor está ya presente en Europa de la mano de Stellantis. Son solo algunos ejemplos, pero hay más y habrá más en los próximos años.

Según la agencia Reuters, desde China están muy atentos a lo que está sucediendo con el Grupo Volkswagen. Tanto los funcionarios del gobierno como las propias marcas están interesados en las instalaciones que Volkswagen pueda dejar libres en los próximos años.

Un movimiento más en la partida de ajedrez que están jugando Europa y China, que permitiría a estos últimos ganar influencia en el corazón de la industria del automóvil en Europa.

La situación del Grupo VW con sus fábricas en Alemania es delicada.

Eso sí, hay varios factores que todavía están en el aire. Está por ver qué sucede en Alemania después de las próximas elecciones en febrero. China y el país germano han construido una importante red de negocios en los últimos años, hasta el punto que la inversión en otros sectores, como la robótica y las telecomunicaciones, ha ido en aumento.

Incluso durante las votaciones por los últimos aranceles en la UE, los alemanes fueron parte activa para echar abajo la investigación de la Comisión. Sin embargo, todo esto puede estar cambiando y las relaciones se están enfriando, hasta el punto que la ministra de Asuntos Exteriores alemana calificó recientemente a China como un «rival» y a su presidente como un «dictador».

Y no olvidemos que el Gobierno chino tiene influencia para aprobar inversiones de sus empresas privadas, conjuntas y, cómo no, públicas en el extranjero. Sus líderes ya han advertido de que desviarán cualquier inversión y evitarán cualquier país que se oponga a la llegada de sus coches desde China.

Audi cerrará este año su fábrica de Bruselas donde fabrica el Audi Q8 eléctrico.

El punto de mira en las fábricas de Volkswagen

Como ya sucedió durante las fases previas al cierre de la fábrica de Audi en Bruselas, donde se buscó un inversor chino para evitar el cierre (sin buenos resultados), las marcas del gigante asiático podrían hacerse con algunas de las fábricas del Grupo VW… en Alemania.

La compañía está planteando usos alternativos para sus fábricas de Dresde y Osnabrück, las que están más al filo de la navaja en la reducción de costes que quieren hacer los alemanes. 2025 y 2027 son, a priori, las fechas para el cese de la producción en estas plantas.

Según la información de Reuters, Volkswagen estaría interesada en vender la segunda de estas fábricas a un comprador chino. Sin embargo, desde el otro lado del mundo muestran su preocupación por la posible integración entre los trabajadores del país y sobre las exigencias de garantías largo alcance.

Sus representantes sindicales ya han advertido que no tendrían problemas en producir para los chinos, pero siempre que sea bajo el logotipo de VW y bajo sus estándares. «Esa es la condición clave», afirma el representante sindical de la planta de Osnabrück, Stephan Soldanski.

La parte china espera una mentalidad abierta y de apertura hacia las nuevas oportunidades que ofrecen las marcas chinas: «China ha introducido una serie de medidas de apertura para crear nuevas oportunidades de negocio para las empresas extranjeras. Se espera que la parte alemana también mantenga una mentalidad abierta, proporcione un entorno empresarial justo, equitativo y no discriminatorio para que las empresas chinas inviertan».

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