ConsejosDesguaces, ¿qué puedo aprovechar y qué no?
Seguro que a todos nos ha descuadrado el mes alguna avería imprevista de nuestro coche, ¿son los desguaces una opción para ahorrar en la reparación de nuesto vehículo? Desde comienzos de la crisis, los desguaces se han convertido en verdaderos supermercados de fin de semana donde manitas se dan cita para reparar sus vehículos a bajo coste, ¿merece la pena?.
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Publicado: 14/12/2012 11:00
Cuando intentamos estirar el sueldo para nuestra vida cotidiana y nuestro vehículo necesita la sustitución de alguna pieza, un desguace puede ser el mejor supermercado para arreglar nuestro coche. Pero también puede ser el peor, cuidado con las piezas o componentes que decides reciclar, no todas merecen la pena. En un desguace puedes encontrar prácticamente todo lo que necesitas, incluso existen herramientas online que nos permiten buscar una pieza concreta entre todos los desguaces de nuestra zona.
Salir de compras es toda una terapia para levantar el ánimo de algunas personas, sobre todo, cuando son de capricho fácil y tienden al bajón anímico en los días grises. Estrenar cosas siempre gusta y si puedes enseñarlas a los vecinos, mejor. Sin embargo, no conozco a nadie que le haga ilusión gastarse el sueldo después de un imprevisto en su coche no asegurado a todo riesgo. ¿Solución? El desguace. Pero no para que allí muera tu coche, sino para obtener recambios más baratos que lo hagan revivir.
El Real Decreto 1383/2002 del 20 de diciembre sobre la gestión de vehículos al final de su vida útil ha obligado a los viejos cementerios de vehículos a convertirse en modernos centros autorizados de descontaminación. Si te hace falta una pieza determinada y quieres ahorrarte el sobreprecio de adquirir la original de la marca, ten en cuenta que en los desguaces habrá posibilidades de hacerte con ella. Como el desguace recibe muchos más coches de baja definitiva de los que puede tratar al día, algunas piezas las podrás encontrar en las estanterías del desguace, pero otras estarán in situ en los coches amontonados al aire libre. Normalmente éstos están organizados por marcas y modelos, por lo que encontrar una pieza concreta es más fácil de lo que parece.
En algunos te dejan acceder “caja de herramientas en mano” y desmontar tú mismo la pieza que necesites, en otros un operario del desguace te acompañará y hará el desmontaje. Si lo haces tú, hazlo con ropa de faena y unos guantes gruesos de protección (los de látex son insuficientes). Ojo: ten en cuenta que en esta fase las piezasno han pasado ningún tipo de control y no tienen por qué encontrarse en un estado óptimo, aunque te cobren por ellas a la salida. Por ello, intenta en primer lugar adquirir piezas que ya estén desmontadas y almacenadas en el centro de recambios del desguace, ya que éstas si estarán revisadas por personal competente.
Aunque por teléfono ó por internet también te informan, lo mejor es que acudas en persona. Lo normal es que al pagarlos te den un recibo para que, en caso de que la pieza esté rota o no funcione correctamente, puedas volver a cambiarla por otra igual en un plazo de tres meses (excepto en los elementos relacionados con la electricidad).
Motor. Es uno de los componentes donde te puedes ahorrar más dinero. El desguace lo vende revisado y en bloque, algo muy ventajoso porque un motor a estrenar no suele ser rentable para un coche viejo. Nuevo: unos 5.000€. Usado: unos 800€.
Asientos. Si están muy sucios o rajados no merece la pena. Para saber si están en buen estado además de su aspecto, mira la caducidad de los airbags (si lleva) y los reglajes (eléctricos o manuales). A diferencia del motor, los asiento puedes montarlos sin ayuda, por lo que también ahorrarás en mano de obra. Nuevo: unos 300€. Usado: unos 80€.
Paragolpes delantero. Si no es de tu color, tendrás que pintarlo en el futuro por estética, pero te permitirá pasar sin problemas una ITV. Vigila que no esté rajado. Nuevo: unos 180€. Usado: unos 40€.
Neumáticos. Puedes encontrarlos en la nave a muy buenos precios y con buen dibujo. Pero ten en cuenta que la ley sólo obliga a los desguaces a que sus neumáticos usados tengan un dibujo de más de 1,6 mm, pero no hablan de su fecha de fabricación o de si están cristalizados. ¡Ponlos nuevos!, no te la juegues con la seguridad. Nuevo: según medidas. Usado: desde 6€.
Volante. Los hay impecables que están ahí tras un siniestro reciente, cuando el coche aún era nuevo. Sólo esos interesan si el airbag y los botones multifunción van bien. Nuevo: unos 300€. Usado: unos 100€.
Pastillas y Discos. Otros elementos de desgaste que se venden en los desguaces... y rara vez interesan porque dan más problemas que alegrías. Los discos pueden hacer ruidos raros si no están perfectos, y las pastillas pueden estar cristalizadas, aunque cumplan con el grosor. Además, si los pones usados, ya habrás acortado su vida útil. Nuevos: unos 150€. Usados: 30€.
Lunas y lunetas. Usadas suponen un buen ahorro y rara vez pasan al almacén si están rotas. Nuevas: unos 300€. Usadas: unos 100€.
Turbo. Comprueba que las aspas de la turbina no están rotas ni deformadas y... adelante con él. Lo malo es que de la mano de obra en su instalación será difícil librarte. Aun así, saldrás ganando. Nuevo: unos 800€. Usado: unos 150€.
Amortiguadores. Compara precios, porque el de segunda mano no siempre ahorra mucho dinero. Para salir del paso con un coche del que te vas a deshacer pronto, te puede hacer el ‘apaño’, pero no olvides que este elemento influye en la estabilidad y la frenada. Si no está revisado y certificado, olvídalo. Nuevo: unos 40€. Usado: unos 10€.
Por lo tanto, ten claro que el desguace puede ser una opción sólo para piezas que no comprometan la seguridad del vehículo. Acudir a ellos puede significar un ahorro, pero huye de piezas que no estén revisadas, ya que ahorrar unos euros en una pieza en mal estado puede incluso provocar averías mayores.