Continúa el desplome de los precios de la gasolina y el diésel (y ahora se suma el barril de Brent)

Tras experimentar un nuevo máximo mensual el pasado 7 de noviembre, cuando alcanzó un precio de 97,92 dólares, el barril de Brent ha visto bajar su precio de forma considerable hasta situarse en los 87,88 dólares, lo que supone el valor más bajo en 6 semanas. Algo similar le ha ocurrido al barril de referencia en Estados Unidos, el West Texas Intermediate (WTI), por lo que ambos rondan una bajada de alrededor del 10 % en esta semana.

Esto se une a la tendencia de bajada de precio de la gasolina y el diésel de automoción. Concretamente, el Gasóleo A inició su descenso el pasado 27 de octubre y, desde entonces, se ha abaratado en 0,368 euros el litro hasta situarse en 1,859 euros/litro. Por su parte, la Gasolina 95 llegó a situarse en un precio medio de 1,779 euros/litro el pasado 10 de noviembre, bajando desde entonces hasta los 1,753 euros/litro.

El precio, un reflejo de las preocupaciones por la disminución de la oferta

La fluctuación del precio del petróleo tiene su origen en la situación del mercado y el equilibrio existente entre oferta y demanda.

A raíz de la invasión rusa a Ucrania -y su influencia en la preocupación de los mercados por la disminución de la oferta- el crudo estuvo cerca de alcanzar máximos históricos. Ello también propició que los contratos a futuros a corto plazo se dispararan con respecto a los de largo plazo.

Esto suele ocurrir cuando existe preocupación por acceder a una disponibilidad inmediata de crudo, lo que genera que haya predisposición a pagar más a cambio de un suministro garantizado.

En este momento, el mercado se encuentra en una situación muy distinta y la preocupación está disminuyendo. De hecho, en el mercado WTI se cotiza bajo la fórmula conocida como «Contango» por primera vez desde 2021. Esta consiste en aplicar un descuento al segundo mes.

Esto no se está produciendo aún en el mercado Brent, que aún se encuentra en el efecto opuesto, que se denomina «Backwardation». Eso sí, la prima del Brent más cercano sobre barriles a seis meses ha caído hasta los 3 dólares por barril, la más baja desde el mes de abril.

La tendencia de los combustibles en 2022

Aunque el precio de los combustibles no depende directamente del precio del petróleo, lo cierto es que la volatilidad e inconsistencia en los mismos es algo que ambos mercados comparten.

Desde que comenzará 2022, el precio de la gasolina y el diésel ha variado de manera habitual, aunque siempre con tendencia a acercarse a los máximos históricos.

En enero, el precio medio de la Gasolina 95 se situaba en 1,517 euros/litro, mientras que el Gasóleo A se mantenía en 1,392 euros/litro. Con la llegada del conflicto entre Rusia y Ucrania la situación se agravó hasta llegar a sus máximos en junio, que cerró con un precio medio de 2,120 euros/litro para la Gasolina 95 y de 2,039 para el Gasóleo A.

Anteriormente, se había producido un hecho raras veces visto, que el diésel fuera más caro que la gasolina. Sucedió en abril y de nuevo volvió a ocurrir en agosto. Desde entonces, el gasóleo se ha mantenido más caro que la gasolina e incluso se ha incrementado la diferencia.

Esto ocurre porque el gasóleo es más caro, pero está más bonificado vía impuestos. Cuando el precio del gasóleo en el mercado sube tanto que dicha bonificación no puede asumir la diferencia con respecto a la gasolina, el diésel se convierte en un combustible más caro en las estaciones de servicio.