La DGT estudia elevar la edad mínima para montar en moto e imponer la tasa de alcohol 0,0
Reducir la siniestralidad de los motoristas y sus pasajeros es una prioridad para la DGT, por lo que se plantean medidas más restrictivas para conducir una moto -sobriedad total- y retrasar la edad a la que se puede tener acceso a las mismas.
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Publicado: 30/10/2018 21:00
Según se van reduciendo los datos de accidentes de tráfico y sus consecuencias, no bajan todos los comportamientos incorrectos o peligroso de forma proporcional. Las víctimas en moto están aumentando su peso relativo, y la DGT quiere atajar eso con más vigilancia sobre los vehículos de dos ruedas.
En el pasado 24º Foro Barcelona de Seguridad Vial una de las medidas propuestas más relevantes es la aplicación de la tasa 0,0 para los motoristas. En otras palabras, cualquier nivel de alcoholemia pasaría a ser sancionable, sin más tasa segura que el cero patatero. Ni siquiera los conductores que transportan mercancías peligrosas están tan encorsetados en ese sentido.
Con una tasa 0,0 se puede dar positivo hasta con cervezas "Sin" (no confundir con las 0,0)
En cierto sentido esto tiene su explicación. Para empezar, en moto la probabilidad de sufrir un accidente se multiplica por 17 respecto a un turismo, y eso con las facultades psicofísicas en buen estado. En una moto, además, hay que mantener el equilibrio y la percepción del riesgo siempre a un nivel óptimo para no ir al suelo o a la cuneta.
Los datos de siniestralidad entre enero y septiembre (a 24 horas) muestran que un 62 % de los heridos graves son motoristas o sus pasajeros, porcentaje superior al 46 % del año pasado. En 2017 fallecieron 240 personas a bordo de una moto, un 12 % más que el año anterior, y solo 20 iban en ciclomotor.
La DGT tiene alergia a cualquier repunte estadístico
Ahora mismo los motoristas tienen el mismo límite que un conductor normal, la pregunta es si habría que pensar también en aplicar la misma tasa 0,0 a todos los conductores, independientemente del vehículo que lleven, su experiencia o si llevan carga o pasajeros. ¿Se reduciría la siniestralidad? Seguro.
En 2017 el alcohol fue un factor concurrente en el 12 % de los accidentes, en la misma proporción que el sueño o el cansancio. Si los conductores dejan de hacer cábalas sobre lo bien que van, y se obligan a no beber nada, algo se tiene que notar. Ahora bien, aumentarán las multas entre aquellos que superen por muy poco la tasa 0,0, que no son estrictamente hablando un peligro público.
La DGT también quiere poner coto a la edad a la que se puede subir uno a una motocicleta o un ciclomotor. Antaño se podía subir a una moto de 50 cc con 14 años, ahora es con 15. En solo un año más ya se puede optar a la licencia A1, que permite conducir motos de 125 cc y 15 CV de potencia. Hay que esperar a los 18 años para el A2, hasta 48 CV, y a los 20 años para obtener el A o carné deslimitado.
La propuesta que se baraja es elevar a los 16 años el acceso al ciclomotor, que en la práctica dejará herido de muerte al sector, ya muy afectado por la subida a 15 años como edad mínima. No solo eso, habría que esperar a los 18 años para obtener el A1, misma edad a la que se puede obtener el A2.
Esta última medida tiene efectos muy dudosos sobre la seguridad vial, y el sector de las dos ruedas tiene su particular visión sobre el asunto. A lo mejor se tendría que incidir en una mejor formación, y no tanto en quitarle clientes a la industria de la moto. Para quien no vive en una ciudad bien comunicada, a veces las dos ruedas son la única forma de tener un mínimo de independencia cuando se es menor de edad.
¿Y por qué no se hace lo mismo en los coches?
Con 18 años se puede obtener una licencia que permite conducir cualquier turismo o furgoneta (por debajo de 3.500 kg de MMA), sin importar la relación peso/potencia, ni la potencia a secas. El efecto estadístico sí puede ser más acusado, otra cosa es que sea conveniente.
La industria del automóvil tiene mucho que decir ahí, porque hay fábricas en España, sin embargo, ya apenas se fabrican motos en España. Según los mismos datos de la DGT, los conductores de 18 a 24 años ya no son tan peligrosos. Preocupa más el grupo de 25 a 34 años, que aumentó su siniestralidad un 37 % el año pasado.
Bienvenidas sean las medidas que hagan que las carreteras sean más seguras, pero sin discriminación y con criterio. Si a la DGT le da miedo que conduzcan los más jóvenes, pues que se aplique el mismo rasero: noveles con tasa 0,0 y con una limitación de peso/potencia, como quieren hacer con las dos ruedas. Eso sería coherente.