La DGT recuerda una de las normas más polémicas que tienes obligación de respetar cuando te encuentres con ciclistas

La vulnerabilidad de los ciclistas en las carreteras es una realidad que exige una reflexión profunda por parte de los conductores y, sobre todo, acciones concretas de las autoridades y organismos competentes.

Los ciclistas, por la naturaleza de su medio de transporte, se encuentran en una posición de gran desventaja en comparación con los vehículos a motor. Carecen de la protección estructural que ofrecen los coches, como carrocería, airbags o cinturones de seguridad, lo que los expone directamente a las consecuencias más graves en caso de colisión.

Incumplir la normativa puede acarrear multas significativas, la pérdida de puntos en el carné de conducir e incluso penas de cárcel.

El aumento del uso de la bicicleta como medio de transporte en muchas ciudades es una tendencia positiva desde el punto de vista ambiental y de salud pública. Sin embargo, también ha incrementado la coexistencia entre ciclistas y conductores en las vías, aumentando el riesgo de accidentes.

En muchas ocasiones, estos accidentes se producen por la falta de visibilidad de los ciclistas, el desconocimiento o el incumplimiento de las normas de tráfico por parte de ambos colectivos, o simplemente por la infraestructura vial que no está adecuadamente adaptada para una circulación segura.

Guste o no, los ciclistas tienen el mismo derecho a utilizar las vías públicas que el resto de usuarios. Por tanto, la protección de los ciclistas no sólo debe ser una prioridad normativa, sino también un compromiso social.

Prioridad de paso en una rotonda: ciclistas vs. vehículos de motor

No son pocas las normas que intentan proteger a los ciclistas en la calzada, y que generan polémica y situaciones peligrosas a diario por considerarse injustas o por simple desconocimiento.

Un ejemplo de ello es la normativa que regula la forma de adelantar a los ciclistas, o la que permite a estos circular en paralelo. Pero no son las únicas, ya que existe otra que regula la forma de actuar de los conductores en las rotondas e intersecciones.

En concreto, la ley determina que «los ciclistas tienen prioridad respecto a los vehículos de motor cuando circulan en grupo si el que va en primer lugar ha entrado en la intersección o glorieta». Esto es así porque la DGT considera al grupo como un conjunto al que hay que ceder el paso antes de continuar.

Por tanto, siempre que nos encontremos a un grupo de ciclistas en una glorieta o intersección, deberemos cederle el paso a todos sus integrantes una vez que el primero haya entrado en la misma. Y esto será así independientemente del número de integrantes de dicho grupo de ciclistas.

Especialmente en las rotondas o glorietas, es muy común que los conductores consideren a cada miembro de un grupo de ciclistas como una unidad independiente, considerando que estos deben detenerse a la entrada y ceder el paso. Sin embargo, la DGT nos recuerda que esto no es así y que son los conductores de vehículos de motor quienes deben detenerse.

Multa por no ceder el paso a los grupos de ciclistas en las rotondas

El respeto a las normas de circulación en las rotondas es fundamental para garantizar la seguridad de todos los usuarios de la vía, especialmente de los ciclistas, que son uno de los colectivos más vulnerables.

Incumplir la normativa de ceder el paso en estas intersecciones puede acarrear multas significativas, la pérdida de puntos en el carné de conducir e incluso, en casos graves, penas de cárcel.

Por norma general, no respectar la prioridad de paso en una rotonda acarrea una multa de 200 euros y la pérdida de hasta cuatro puntos del carnet de conducir. Pero, cuando uno o varios ciclistas están involucrados, dicha sanción es mucho más severa.

No ceder el paso al ciclista que tiene prioridad genera una situación de alto riesgo que podría derivar en una colisión o atropello. La multa por esta infracción es de 500 euros y la pérdida de seis puntos en el carnet de conducir. Además, si la maniobra es considerada conducción temeraria, el conductor podría enfrentarse a penas de cárcel, dado el peligro que supone este comportamiento en la vía.

Esta medida sancionadora busca reforzar la importancia del respeto a la normativa en las rotondas, promoviendo una conducción responsable que minimice los riesgos y proteja a todos los usuarios de la vía, especialmente a los ciclistas.

Fuente: DGT