Día Internacional de la MujerDorothy Levitt, la primera mujer que ganó una carrera de coches

La británica Dorothy Levitt fue una pionera en el mundo del automóvil, siendo la primera mujer que obtuvo la victoria en una carrera de automóviles en 1903. También estableció el récord mundial femenino de velocidad, enseñó a conducir a la Reina Alejandra y las princesas Luisa, Victoria y Maud y publicó varios libros.

Dorothy Levitt, la primera mujer que ganó una carrera de coches

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Publicado: 08/03/2013 15:00

Para celebrar el Día Internacional de la Mujer, hemos dado un completo repaso de las mujeres que participan hoy en día en competiciones del motor en todo tipo de categorías. Vamos e echar la vista atrás para conocer a una pionera de estas talentosas mujeres piloto, Dorothy Levitt, la primera mujer que ganó una carrera de coches allá por 1903.

Levitt era secretaria para David Napier & Son Limited, compañía que tenía como principal actividad la fabricación de los automóviles Napier. No está muy claro en qué punto Selwyn Edge, el director de la compañía, supo reconocer el potencial de Levitt y le propuso iniciarse en el automovilismo deportivo.

Siguiendo el consejo de Edge, que se convirtió en su mentor, Levitt se formó durante unos meses en Francia sobre el proceso de fabricación y conducción de automóviles. En 1903 empezó a competir, siendo la primera mujer británica en hacerlo, y superó todas las expectativas al conseguir buenos resultados y haciéndose poco después con la primera victoria de una mujer en una competición automovilística.

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Posteriormente empezó a competir para la marca De Dion, que vio en ella una buena forma de publicitarse. Levitt aumentó su palmarés y experiencia, a pesar de no poder participar en varios eventos porque algunos circuitos como Brooklands prohibían la participación de mujeres.

A principios de 1905 consiguió el récord mundial sobre la mayor distancia recorrida por una mujer hasta ese momento, después de realizar un viaje de dos días Londres-Liverpool-Londres (661 kilómetros). Ese mismo año, además estableció el récord mundial femenino de velocidad al volante de un Napier, superando su propia marca un año después tras alcanzar los 146,26 km/h.

Dorothy Levitt también enseñó a muchas mujeres de la monarquía y la nobleza británica a conducir, entre ellas a la Reina Alejandra y las princesas Luisa, Victoria y Maud. También escribía una columna en el periódico The Graphic. Escribió varios libros, siendo el más famoso “The Woman and the Car: A chatty little handbook for all women who motor or who want to motor”.

Este libro, publicado en 1909, explicaba el mundo automovilístico desde una perspectiva femenina y daba numerosos consejos a las mujeres que se iniciaban en el arte de la conducción. Por ejemplo, explicaba que “si vas a conducir sola por carreteras y caminos podría ser aconsejable llevar un pequeño revólver”o que “es recomendable conducir lentamente por la ciudad y los pueblos, especialmente cerca de las escuelas”. También proponía el uso de un espejo de mano para utilizarlo “de vez en cuando para ver detrás de ti”, anticipándose al uso del espejo retrovisor, elemento que se introdujo en un automóvil por primera vez en 1914.

Levitt también hablaba de las competiciones, en una época donde la seguridad en los automóviles era casi inexistente. “Nunca pienso en el peligro, ese tipo de cosas no deben hacerse. Pero sé que está omnipresente. El más ligero movimiento de la mano y el coche vira bruscamente, y los giros bruscos suelen ser mortales. Pero soy una buena apostadora y siempre estoy dispuesta a correr el riesgo”, escribía.

El prefacio de la primera edición de esta publicación comenzaba: “El público no duda en imaginarse a una campeona automovilística como una grande y fornida Amazonas. Dorothy Levitt es exactamente, o casi, lo contrario de esa imagen. Ella es la más aniñada de las mujeres femeninas”.

Además de su faceta automovilista, Dorothy Levitt también destacó como jinete, piloto de lanchas e incluso como piloto de aviación. Toda una pionera que desafió los prejuicios y aportó su granito de arena en favor de los derechos de las mujeres y la igualdad de género.

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