¡Vuelve el Dieselgate! Varias marcas están siendo investigadas por alterar las emisiones de sus coches diésel
El Dieselgate fue el detonante de uno de los cambios más importantes de la industria del automóvil. Hoy, 10 años más tarde, todavía resuenan los efectos del grave suceso. Varias marcas están siendo activamente investigadas.
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Publicado: 18/11/2024 14:00
En 2015 una bomba estalló en el sector de la automoción. Un estudio realizado en Estados Unidos descubrió que miles de coches falsificaban sus emisiones para así poder cumplir con la normativa. El conocido caso Dieselgate afectó principalmente a varias de las marcas del Grupo Volkswagen. El hecho, además de causar un gran revuelo a nivel institucional y gubernamental, supuso el pistoletazo de salida para una nueva era de movilidad. Tras el escándalo el coche eléctrico y la movilidad electrificada empezaron a captar el interés de todo el mundo. Ahora, 10 años más tarde vuelven a surgir las sospechas de fraude.
Esta vez no es desde Estados Unidos, sino desde más cerca, desde Inglaterra. Las autoridades inglesas, el Departamento de Transporte, han anunciado que están investigando a varias marcas por el uso indebido de dispositivos pensados y diseñados para 'engañar' los datos de homologación. Según la investigación realizada por The Times, el DfT ha abierto una investigación a 11 fabricantes diferentes, 20 marcas en total, pues hay que tener en cuenta que varias de esas marcas forman parte de conglomerados industriales. Ninguna de las fuentes ha querido especificar nombres concretos, pero sí sobre la gravedad de los hechos ya que en este caso estaríamos hablando de reincidencia.
10 años después la industria vuelve a estar bajo sospecha
En su día, tras los múltiples juicios celebrados en Norteamérica y en Europa, Volkswagen tuvo que enfrentarse a multimillonarias multas. También fue obligada a recomprar parte de la flota afectada. En España, el castigo fue mucho menor. La marca estaba obligada a modificar los coches y a retirar los dispositivos diseñados para alterar los datos homologados. En algunos casos se demostró que las emisiones reales eran varias decenas superiores a las homologadas. Al poco tiempo otras marcas fueron puestas en tela de juicio. Se descubrió que era un sistema recurrente y muy extendido dentro de la industria del automóvil.
Al menos, así reconocen los autores de la investigación, hay al menos 47 modelos sospechosos de alterar las emisiones homologadas mediante la instalación de dispositivos específicos. Todo el proceso fue puesto en marcha el año pasado tras una primera denuncia por parte de ClientEarth, un grupo de abogados medioambientalistas que instaron al Gobierno a tomar medidas en el asunto y a investigar seriamente el caso. El Dft ha analizado miles de coches registrados entre septiembre de 2009 y finales de 2019, mucho después del estallido del Dieselgate. Si se descubre que los fabricantes han equipado sus coches con estos dispositivos, no se les puede obligar por ley a retirar los productos del mercado, aunque es probable que lo hagan ellos mismos a su propio cargo.
Sin embargo, lo que es casi seguro es que las empresas infractoras se verán obligadas a pagar daños y perjuicios a los clientes; por ejemplo, la participación de Volkswagen en la saga inicial del Dieselgate hizo que el gigante automovilístico desembolsara hasta 193 millones de libras en reclamaciones, sólo en Inglaterra. Por el momento no hay más detalles al respecto. La investigación está en marcha y se espera que las autoridades emitan un comunicado pronto. Casi una década después de uno de los escándalos más grandes de la historia del automóvil, con 11 millones de coches afectados, las marcas podrían verse otra vez en la misma situación.
Fuente: AutoExpress