DMC Tuning transforma al Ferrari Roma 2022 en un deportivo bruto

Los alemanes de DMC Tuning se atreven con uno de los modelos más deportivos de los últimos años, una de las creaciones más bellas de la marca italiana que ha pasado por los talleres de Ratinger pero con un resultado que a más de uno enamorará si prefiere una deportividad discreta y sin estridencias, conservando prácticamente intacto el estilo moderno y vanguardista del Ferrari Roma.

A pesar de que la transformación es más bien discreta los especialistas en tuning han preferido apostar por un nombre propio, el de DMC Fire, pero no por el brillante color rojo de la carrocería que ofrece evoca un calentamiento más sugerente en todo el conjunto, sino más de lo que esconde bajo el capó. Porque, por fuera, es solo un paquete de piezas de fibra de carbono -acabadas en mate o en brillo, a gusto del cliente- las que se ocupan de potenciar determinadas secciones de la carrocería.

Las prestaciones son la verdadera gran novedad del DMC Ferrari Roma

Por ejemplo, un nuevo divisor delantero instalado en el faldón delantero que proporciona una mayor carga aerodinámica, unas piezas que se extienden visualmente también a los umbrales laterales. En la parte trasera, entre los atractivos pilotos, se ha dispuesto un fino spoiler en el borde de la tapa del maletero. El paquete se completa con un difusor trasero, que canaliza el aire a a través de los bajos carenados.

Un kit muy discreto que hay que fijarse más detenidamente, pero que llama la atención poderosamente por las nuevas llantas de aleación forjada de 21 pulgadas ene tren anterior y de 22 pulgadas en el eje trasero, pintadas en negro y en un atractivo diseño multi-radio. Esta monta es proporcionada por los especialistas canadienses de PUR Wheels, y comprende también un retoque en la suspensión; concretamente, unos nuevos muelles reducen la altura de la carrocería al suelo en 35 milímetros.

El kit de DMC no se detiene en la parte estética o dinámica, pues también tiene su parte mecánica, y la más interesante. El motor V8 de 3.9 litros biturbo que, de serie, ofrece una potencia máxima de 620 CV y 760 Nm de par motor, se convierte en una auténtica bestia con las modificaciones emprendidas por el preparador. Cambios en los mapas del sistema de inyección, el encendido y en el control electrónico de presión de los turbocompresores permiten elevar estas especificaciones hasta 708 CV y 888 Nm. Traducido a prestaciones, acelera de cero a 100 km/h en 3,2 segundos y llegar a los 200 km/h en 8,9 segundos, con una velocidad punta de 326 km/h.