Dodge abrirá de nuevo los pedidos del Viper para cerrarlos definitivamente en 2017
Dodge abre el libro de pedidos para el Viper 2017. El último que se fabricará, ya que el año que viene será eliminado sin sucesor a la vista. En 2016 precisamente el Viper cumplía 25 años desde su lanzamiento comercial. Un triste final para uno de los iconos del motor estadounidense.
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Publicado: 02/12/2016 09:00
La muerte de la tercera generación del Viper será tan desordenada como lo ha sido su vida. Tras la Gran Recesión de 2008, se anulaba el sucesor directo de la segunda generación, que iba a estar basado en la misma plataforma que Mercedes emplearía luego para el SLS AMG, y no fue hasta que Fiat ya se había hecho con el Grupo Chrysler que se retomaba el proyecto. Uno de los más añorados por los aficionados y que más revuelo mediático levantó aquellos convulsos años, tras conocerse que desaparecería del mercado en 2010.
Ese mismo año era anunciado su sucesor, que aparecía por primera vez en forma de prototipo solo unos días después en un encuentro de propietarios del modelo en Salt Lake City, donde estuvo expuesto solo un día y para captar las opiniones de los clientes. En Nueva York 2012 nacía oficialmente la tercera generación, la quinta para los aficionados del modelo, que a pesar de ser con diferencia el mejor de su historia, no tuvo el éxito de ventas esperado.
Vapuleado en ventas por el nuevo Corvette C7 desde el primer momento, su factoría, Conner Avenue Assembly desde 1995, se enfrentó a varios parones para poder adaptarse al lento ritmo de ventas. Desde 2014 el modelo ha disfrutado de numerosas versiones y ediciones especiales, numerosas opciones de personalización, así como una considerable bajada de precios para animar las ventas.
Sin embargo, todo ha sido en balde, en 2015 el Grupo FCA tan solo entregó 200 ejemplares, contando todas las versiones disponibles.
Este año, gracias sobre todo al anuncio de que en 2017 cesará su producción, las ventas han aumentado a 447 unidades hasta este momento, pero no lo suficiente como para justificar su cara producción. Ya que es ensamblado en exclusiva por una pequeña plantilla, en una fábrica dedicada en exclusiva a este modelo.
En los últimos meses hemos visto como incluso se cerraba el libro de pedidos, no porque dejara de estar disponible, sino porque la propia marca no sabía cuantas unidades iba a poder fabricar, por lo que debía planificar el stock de piezas disponibles. Se rumorea incluso que hay unos cuantos ACR a medio fabricar por la falta de los imponentes alerones de fibra de carbono que porta esta versión.
Estos días se ha confirmado que la marca volverá a aceptar pedidos para el modelo 2017, el último que saldrá de Conner Avenue, cuya producción ha sido comprada casi al completo por un solo concesionario, Gerry Wood Dodge de Salisbury, que pretende acaparar el mercado de estos últimos ejemplares, que a buen seguro atraerán a numerosos aficionados nostálgicos y coleccionistas, bajo la amenaza de que ya no habrá más Viper.
Tristemente, este año marca el 25 aniversario del nacimiento del Viper, un modelo que nacía como mero concept en 1989 y cuya expectación fue tal, que la marca se decidió a producirlo solo unos pocos meses después. Fabricación que comenzó en 1991 en las instalaciones de New Mack Assembly.
El prototipo nacía como homenaje al Cobra de Carroll Shelby, un auténtico icono del motor estadounidense, pero irónicamente un proyecto relacionado con Ford, rival natural de Chrysler. De hecho, Ford participaba activamente en el proyecto y de las iniciativas de competición, proporcionando las mecánicas directamente desde fábrica, facilitando a Shelby las últimas mejoras en ese área.
Además, desde 1966 Ford se hizo cargo de las instalaciones de Carroll Shelby en California para controlar la fabricación de los Shelby GT350, que eran entregados a Shelby como Mustang convencionales, para ser luego transformados a las nuevas especificaciones.
El motivo de que Chrysler quisiera homenajear un modelo que evidentemente está ligado a la historia de uno de sus grandes rivales es todo un misterio, es más, el Viper conceptual desvelado en 1989 era presentado abiertamente como un homenaje al Cobra original, portando incluso un nombre y emblema alusivos al Cobra, Viper (víbora en inglés).
En las 500 millas de Indianápolis de 1991, el propio Carroll Shelby estuvo a los mandos de una de las primeras unidades del Viper, que actuó como Pace Car de la carrera.
Otra de las ironías del modelo es que a pesar de personificar el espíritu del “músculo americano”, el desarrollo del Viper está fuertemente relacionado con la industria del motor europea.
Cuando se desarrollaba la primera generación del modelo, Chrysler era propietaria de Lamborghini, y fue a ellos a quien se dirigieron para desarrollar el motor. En Sant´Agata Bolognese partieron del diseño de un bloque de ocho cilindros de la marca estadounidense, y dieron forma a la nueva mecánica con un nuevo bloque y la culata en aluminio. El V10 inicial cubicaba 8.0 litros y entregaba 405 CV (400 hp) con 630 Nm de par máximo.
Durante la segunda generación, Chrysler ya se había fusionado con Mercedes-Benz formando el Grupo DaimlerChrysler, por lo que se dirigieron a un socio de la marca alemana para evolucionar la nueva mecánica, McLaren, que dio lugar al V10 de 8.4 litros que estrenó el Viper de segunda generación Fase 2.
La tercera generación, ya bajo control de Fiat, contó con la colaboración de las marcas más deportivas del grupo, Ferrari y Maserati, para evolucionar mecánica, bastidor y los acabados interiores, los más lujosos de toda la historia del modelo.
En 2017 el Viper finalmente se extinguirá, y sin sucesor a la vista. 27 años después de llegar al mercado y con la mejor de sus generaciones habiendo sido un fracaso comercial sin precedentes. Unas teorías apuntan a que la ausencia de opción de transmisión automática fue un lastre demasiado grande para un modelo que solo era comercializado en Norteamérica, mientras que otros apuntan a la excelente acogida del Corvette C7, un éxito desde su lanzamiento en 2013, que precisamente sí contaba con transmisión automática.
A continuación un vídeo de una presentación oficial del concept en 1990, como adelanto de la futura versión de producción. Pocos segundos antes, se había presentado oficialmente el entonces nuevo Lamborghini Diablo en ese mismo escenario. El discurso y posterior debate con los periodistas por parte del legendario Lee Iacocca, con Bob Lutz y Carroll Shelby, es un documento gráfico tan valioso como indispensable.