Donald Trump amenaza con gravar con aranceles los coches europeos
Sube más la temperatura diplomática entre Estados Unidos y la Unión Europea. Ayer se reunieron los representantes de comercio de ambos bloques en Bruselas, sin materializar acuerdos. Los fabricantes europeos se siguen preocupando, especialmente los de gama superior, sus acciones han bajado recientemente.
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Publicado: 11/03/2018 21:00
Continúa la escalada verbal entre los representantes de Estados Unidos -principalmente el presidente Trump- y los de la Unión Europea. No ha sentado nada bien que los aranceles del 25% para el acero y del 10% para el aluminio recaigan también sobre el bloque europeo, Canadá y Méjico se libran por estar en una zona de libre comercio, y también Australia.
Estados Unidos y la Unión Europea no tienen un acuerdo de libre comercio, aunque se trató de negociar durante un tiempo, el famoso TTIP o Tratado Transatlántico de Comercio e Inversiones. Existen acuerdos puntuales, pero el viraje proteccionista de Estados Unidos puede acabar en guerra comercial.
Los aranceles genéricos según la OMC son del 10%
El pasado 2 de marzo, el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, avisó a Estados Unidos que si se imponían aranceles al acero y aluminio habría una respuesta en aranceles sobre "los vaqueros Levi's, las motos Harley-Davidson y el güisqui Bourbon". Trump, lejos de amilanarse, se marcó otro órdago.
"Si ellos [la Unión Europea] levantan sus horroríficas barreras y aranceles sobre productos estadounidenses, nosotros corresponderemos con levantar las nuestras. Hay un gran déficit. Si no, gravaremos coches, etc. ¡Es justo!", decía uno de los últimos trinos del presidente en la red social Twitter.
Dado que los aranceles no se ponen a productos concretos, sino a familias de productos, el movimiento perjudicaría a cualquier fabricante de coches que exporte desde la Unión Europea hacia los Estados Unidos. Serían muy perjudicadas las marcas Premium, como BMW y Mercedes (mencionadas explícitamente), pero también Volkswagen, Audi, Buick, Ford, etc.
En sentido contrario, si Europa grava la importación de motocicletas norteamericanas, no solo quedará perjudicada Harley-Davidson, también Indian Motorcycles. Existen precedentes de aranceles de ida y vuelta. Europa puso restricciones a la importación de pollo americano, y EEUU respondió gravando los industriales ligeros europeos, que tienen que ir hasta allí parcialmente desmontados.
Para los fabricantes europeos, el impacto será mayor en aquellos modelos que se exportan desde Europa, caso de sedanes, coupés o familiares. No sería así en el caso de varios modelos SUV que son fabricados en Estados Unidos y llegan a Europa en barcos. Si suben los aranceles, los precios tienen que elevarse.
Paradójicamente, si los coches alemanes se vuelven menos competitivos, los principales beneficiarios no van a ser los fabricantes estadounidenses, sino los asiáticos. A Lexus le vendría genial que sus competidores directos, BMW y Mercedes-Benz, sufriesen un incremento de precios en algunos modelos, a Cadillac le beneficiaría mucho menos.
Como mencionamos en un artículo previo, EEUU importó desde Europa 64.000 coches más de los que exportó el año pasado, debido a que la producción europea está más acorde al gusto americano que viceversa. En el mercado generalista, si obviamos a Jeep y modelos de bajo volumen de Ford, apenas viene producto estadounidense. Eso no es culpa de los aranceles.
Es muy difícil vaticinar cuáles van a ser las respuestas de uno y otro lado del Atlántico. Salvo Donald Trump, que aún cree que el proteccionismo económico es una medida eficaz, los economistas vienen a coincidir en que el comercio se desarrolla mejor sin barreras arancelarias o no arancelarias (p.ej. requisitos de homologación para coches o sanitarias para alimentos).
La jefa de comercio de la UE, Cecilia Malmström, se reunió con su homólogo americano Robert Lighthizer en Bruselas ayer mismo. La conversación no se materializó en acuerdos, sigue todo en fase de negociación. La postura de la UE es clara, debe ser exenta de los aranceles a la siderurgia, como los socios americanos del tratado de libre comercio (TLCAN/NAFTA). Australia también se libra, por el momento.
Respecto al caso concreto de España, la producción que sale hacia los Estados Unidos es muy pequeña, por lo que el impacto sería muy pequeño en nuestro país. En cuanto a las marcas de motos Harley-Davidson e Indian Motorcycles, tampoco es que sean muy populares por sus elevados precios. Estaremos a la espera.