El DTM permite retocar los motores turbo por fiabilidad

El comienzo de una nueva etapa nunca es fácil y la llegada del reglamento 'Class 1' al DTM con sus motores turbo de cuatro cilindros en línea y 2.0 litros ha supuesto un enorme reto para los fabricantes implicados en la serie. De hecho, con motivo de la segunda ronda del campeonato en Zolder, el DTM permitió a los equipos realizar cambios en la columna de la dirección de sus coches, toda vez que los motores turbo generan un mayor volumen de vibraciones que afectan, de forma recurrente, a algunas piezas estándar que Audi, BMW y R-Motorsport utilizan en esta área.

Varios de los abandonos producidos tanto en Hockenheim como Zolder se han relacionado con la rotura de piezas estandarizadas de la columna de la dirección de los nuevos coches. Estos problemas se han asociado de una forma directa con el incremento de las vibraciones que generan los propulsores turbo de cuatro cilindros en línea y 2.0 litros en comparación con los motores V8 atmosféricos, ya que la columna de dirección del coche es la misma. Un problema que no hace más que reflejar la complejidad que ha traído consigo la nueva normativa, ya que los nuevos motores generan más vibraciones, calor y, además, son más complejos.

Al respecto, miembros de ITR han afirmado: "El sistema de dirección, que sigue siendo parte de las piezas estándar controladas por el DTM, ha sido liberada temporalmente en Zolder para su adaptación por parte de los fabricantes. Una actualización técnica ha sido además publicada en el DMSB. Es necesario que los fabricantes elijan libremente el material de la carcasa de la columna de dirección y su montaje. Los daños en esta carcasa, posiblemente por las vibraciones, nos han llevado a permitir que se pueda reforzar esta carcasa de forma individual tras la liberación del control de este componente ante la falta de tiempo entre Hockenheim y Zolder".

Fuente: AutosportFotos: DTM