DTM y Súper GT formalizan su reglamento común 'Class 1'

La normativa 'Class 1' es una realidad. Tras meses de conversaciones, ajustes y plazos que en algunos casos no se han cumplido, el DTM y el Súper GT han presentado las líneas maestras del reglamento técnico que unificará ambas categorías con el objetivo de reducir costes, aumentar el número de oportunidades para los fabricantes y mejorar en seguridad. En un acto celebrado en el circuito urbano de Norisring, Gerhard y Masaaki Bandoh, como máximos responsables de los promotores de ambos campeonatos, han mostrado las claves de un reglamento que en el caso del DTM se hará efectivo en 2019, mientras que el Súper GT llegará en 2020.

Uno de los aspectos más destacados del reglamento 'Class 1' es lo que se denomina concepto común y que se traduce en el uso masivo de elementos estandarizados, evitando así costosos esfuerzos de diseño y desarrollo de multitud de piezas. Se parte de un chasis monocasco de fibra de carbono estándar, mientras que los fabricantes desarrollarán sus propios motores de 2.0 litros y cuatro cilindros turbo, con una potencia aproximada de 620 CV. Esto implicará el uso de sistemas de frenado más potentes, ya que los DTM alcanzaran velocidades superiores a los 300 km/h. A nivel aerodinámico se ha optado por acoplar la normativa del Súper GT.

Como resultado, los vehículos del DTM volverán a ganar en carga aerodinámica al presentar un nuevo frontal con mayores apéndices, así como un difusor y un alerón trasero de un tamaño mayor. De igual forma, los vehículos del Súper GT estarán sujetos a una pequeña variación del reglamento común para las citas de resistencia. Dos detalles que sin embargo no se podrán apreciar en las dos carreras que el DTM y el Súper GT disputarán juntos en 2019, una en Japón y otra en Alemania, ambas bajo el formato del DTM. Al tratarse todavía de vehículos con algunas diferencias, se creará un 'Balance of Performance' para la ocasión.

Fotos: DTM