E-STOR, puntos de carga rápidos a base de baterías
No, no se trata de intercambios de baterías, una solución ya descartada. Utilizando baterías reutilizadas de otros vehículos eléctricos, se pueden desplegar puntos de recarga rápida donde es inviable hacerlo, incluso con fuentes renovables de poco aporte de electricidad instantáneo
6 min. lectura
Publicado: 30/08/2017 20:00
Una de las principales preocupaciones medioambientales sobre los coches eléctricos es el destino de sus baterías una vez agotada su vida útil. La experiencia del ciudadano común es de dudas acerca del buen destino de sus materiales, que por su naturaleza son peligrosos. No todas acaban en puntos de reciclaje.
Las tres "R" de la sostenibilidad son reducir, reutilizar y reciclar, en ese orden
Para un uso de automoción, las baterías tienen una duración aproximada de ocho a diez años, o la vida útil del vehículo en kilómetros, aunque esos límites pueden superarse. ¿Qué entendemos por que "duren"? Una capacidad del 80% o más respecto a la original, para no comprometer la experiencia de uso.
En otras palabras, uno podría utilizar un coche eléctrico hasta aburrirse de él, aceptando una degradación progresiva de la autonomía. Las baterías de litio no tienen los efectos memoria tan pronunciados de otras baterías, y jugando con el balance de celdas su vida útil es superior a la esperable en electrodomésticos y electrónica de consumo. No dejan de funcionar de un día para otro.
En el caso concreto de los Renault, la duración de las baterías no es un problema para el cliente, porque no las compra, sino que las alquila. Por el pago de la cuota siempre se cuenta con baterías en el estado óptimo, si fuese necesario un cambio de baterías, el problema es para el fabricante.
Las baterías que ya han cumplido su vida útil tendrán una segunda vida como acumuladores en otro tipo de usos. Presumiblemente, las celdas defectuosas serán reemplazadas para conformar paquetes de baterías en buena salud y recomponer baterías enteras que estén bien.
Ya hemos visto el uso doméstico que pueden tener como acumuladores para generadores eólicos o fotovoltaicos, o para almacenar energía en tarifa reducida y poder utilizarla cuando el precio es más elevado. Sin embargo, podemos pensar más a lo grande, como ha hecho Renault de la mano de Connected Energy.
En primicia mundial, se van a instalar puntos de recarga rápida en algunas autopistas de Francia y Bélgica, con la particularidad de que la energía de alta tensión no viene directa de la red, sino que se ha obtenido con conexiones convencionales y se ha almacenado en baterías que antes estaban en otros Renault eléctricos.
En otras palabras, baterías que alimentan a baterías. Su nombre, E-STOR
Una de las complicaciones técnicas de un punto de recarga rápida es que necesita mucha energía, es decir, tiene que tener una alta disponibilidad: hablamos de potencia contratada (coste fijo) y de un mayor coste de instalación (cables más gordos). No es viable instalar puntos de recarga rápida en cualquier sitio.
Para solucionar este problema, estos puntos de recarga aprovechan energía de menor intensidad aprovechando que no tienen coches enchufados constantemente. En vez de energía en directo, es energía en diferido. Supone un gran salto técnico, pues permite colocar puntos de recarga rápida en cualquier lugar.
Es más, esta tecnología permite que se puedan instalar puntos de recarga rápida utilizando energías renovables, como solar fotovoltaica y minieólica, que por su naturaleza no dan el aporte instantáneo suficiente sin entrar en grandes costes. Eso se va acumulando hasta que un coche lo necesita, y queda remanente para más coches que se enchufen después.
La recarga rápida en modelos convencionales viene a durar media hora, lo cual supone un 80% de carga, pasado ese tiempo la carga o se interrumpe o se reduce muchísimo su velocidad. Esto se hace para que la carga se reparta uniformemente entre las celdas, solo es rápida hasta cierto punto.
La tecnología E-STOR, si bien puede representar una mayor inversión inicial, tiene unos costes fijos mucho más reducidos al no tener tanta necesidad de disponibilidad de energía y reduce la complejidad técnica de instalación. Cuando estas baterías reacondicionadas dejen de servir, es cuando harán frente a un proceso de reciclaje, lo que obliga la legislación, y una actividad económicamente rentable.