EEUU apoya aún más a los coches autónomos

El documento contiene 116 páginas y 15 puntos con recomendaciones del Gobierno de EEUU

Los coches autónomos están a la vuelta de la esquina, pero antes de poder circular libremente con o sin conductor, es necesario que exista una regulación en múltiples niveles: diseño, homologación, venta, circulación, delimitación de responsabilidades...

Es imprescindible que este fenómeno esté regulado

La normativa actual no permite que los vehículos circulen sin conductor en vías públicas, y se admiten pruebas de prototipos que pueden conducir por sí mismos, siempre y cuando exista un conductor para tomar el control en cualquier momento.

La Casa Blanca y la NHTSA han publicado las bases de lo que será la normativa reguladora de los coches autónomos en Estados Unidos, país llamado a liderar la implantación de los coches autónomos en las carreteras. Son recomendaciones, de momento no son vinculantes.

Dado que más del 90% de los accidentes se producen por culpa del factor humano, el Gobierno de EEUU ve al coche autónomo como una herramienta para salvar miles de vidas cada año, y que pueden hacer los viajes más seguros, productivos y confortables (aprovechando el tiempo).

EEUU no se muestra contrario ni a que los vehículos puedan circular vacíos, eso sí, debe haber una serie de garantías. En los vehículos con mandos se regulan los distintos niveles de intervención. En caso extremo el vehículo será capaz de detenerse por completo, como cuando no haya conductor o no esté capacitado.

Se sientan las bases para fortalecer la seguridad del sistema a todos los niveles, empezando por el usuario, se pueden registrar datos de sus recorridos pero siempre respetando la privacidad y con el objetivo de mejorar el sistema, esclarecer un accidente o colaborar con otros vehículos conectados a una red de datos.

En último término, si el accidente es inevitable, el vehículo deberá producir los menores daños posibles a terceros y a los ocupantes. Se parte del supuesto de que a veces habrá que tomar decisiones difíciles, en escenarios en los que alguien saldrá herido seguro, pero ¿quién, y en qué grado?

Todos estos apartados se acabarán convirtiendo en leyes de obligado cumplimiento. Debido al sistema político de ese país, algunas normas serán de carácter federal (en todos los estados) y otras serán de ámbito más local, como estados o condados. En cualquier caso el vehículo siempre cumplirá la normativa en función de dónde se encuentre.

El texto está articulado en torno a la máxima seguridad para los ocupantes de los vehículos y terceras personas. Los fabricantes ya están trabajando duro en que sea un sistema seguro, para que cree confianza y la gente acceda a usarlo. Por ejemplo, las funciones autónomas podrán estar prohibidas en algunos lugares, sin control manual no se permitirá la circulación.

Fotografía: Ed and Eddie (Flickr) CC BY SA

Estados Unidos es a día de hoy uno de los principales laboratorios de pruebas a gran escala para coches autónomos, y viene de largo, empezando con las competiciones de coches autónomos que financió el Gobierno (a través del DARPA) y en las que participaron fabricantes, universidades, etc.

Las autoridades consideran inevitable la llegada de la conducción autónoma y están colaborando con los fabricantes para crear un marco jurídico que sea satisfactorio para todas las partes. Ford, Google, Delphi... están haciendo muchos kilómetros con sus prototipos para que esto sea una realidad la próxima década. Eso sí, California de momento no quiere coches vacíos.

Mientras tanto, los fabricantes ofrecen a sus clientes los sistemas ADAS (ayudas al conductor) y en extremo asistentes que permiten al conductor relajarse parcialmente de su comentido, con la obligación de mantenerse atento a lo que el vehículo va haciendo. Esta semana se ha dado un paso adelante, uno más, pero uno muy importante.

Fuente: Scribd