Estados Unidos elige presidente de 2021 a 2024 y así puede afectar al automóvil

Los estadounidenses eligen hoy al que será su 46º presidente, la cámara de representantes (Congreso) y parte del Senado, así como gobernadores y algunas iniciativas estatales. El resultado condicionará la industria del automóvil a nivel mundial, de ahí su importancia.

Estados Unidos elige presidente de 2021 a 2024 y así puede afectar al automóvil
Fachada de la Casa Blanca en un acto reciente - The White House (Flickr)

8 min. lectura

Publicado: 03/11/2020 21:00

Cumpliendo con la tradición, Estados Unidos acude a las urnas el primer martes de noviembre cada cuatro años para elegir al líder del poder ejecutivo, el «POTUS» o presidente del Gobierno. También se renueva parte del poder legislativo, los 435 escaños del congreso y 35 senadores de un total de 100.

Los candidatos son los republicanos de Donald Trump (pte. de 2017 a 2020) y su vicepresidente, Mike Pence, y los demócratas Joe Biden (vicepte. de 2009 a 2016) y su candidata a vicepresidenta, Kamala Harris. Su sistema electoral se puede considerar como bipartidista perfecto.

El país norteamericano se enfrenta a uno de sus momentos de máxima polarización política, ya no solo por la cita electoral en sí, también por la gestión sanitaria y económica de la pandemia -EEUU lidera los contagios y muertes por COVID del mundo- y el clima de protestas raciales desde la muerte «accidental» de George Floyd a manos de un policía.

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Donald Trump se reunió en la Casa Blanca con los principales fabricantes al poco de ser investido presidente (2017)

En estos cuatro años que Donald Trump ha ocupado la Casa Blanca hemos visto un auge de la política-espectáculo y una forma muy poco ortodoxa de liderar el destino del país occidental más poderoso. Varias políticas de Trump han tenido un fuerte impacto en las relaciones internacionales, eso sí, esta vez sin usar al ejército.

Trump ha tenido algunos aciertos diplomáticos que han reducido mucho el derramamiento de sangre en distintos países del mundo

Donald Trump interrumpió las negociaciones con la Unión Europea al respecto del Asociación Transatlántica para el Comercio y la Inversión (TTIP) y comenzó una guerra comercial arancelaria al subir el acero y el aluminio que venía de fuera. La Unión Europea respondió con gravámenes a las motocicletas o el güisqui bourbon, casi de forma quirúrgica fue la respuesta.

Obligó a sus vecinos de frontera, Canadá y Méjico, a revisar los términos del NAFTA/TLCAN. El nuevo acuerdo, USMCA/T-MEC, tuvo impacto en la parte mejicana, obligando a que los operarios cobrasen como los estadounidenses, y reorganizando los modelos asignados a las fábricas para una mayor eficiencia bajo el nuevo escenario. De esa, su país salió ganando.

Donald Trump, 45º presidente de Estados Unidos, en la foto oficial de la Casa Blanca

Pero sin duda el mayor impacto fue con China, el líder de Oriente, con una escalada de aranceles que fue respondida una y otra vez como si se tratase de un partido de tenis. Los beneficios de la política de tensión con China son muy dudosos, de haberlos, especialmente con los duros mensajes de Trump respecto al origen del coronavirus.

Estas políticas contra el libre comercio tuvieron consecuencias, fabricantes como Indian Motorcycle o Tesla han deslocalizado producción fuera de Estados Unidos para esquivar los nuevos aranceles. Por otra parte, los fabricantes europeos han apostado más por las gamas de fabricación americana para protegerse de un aumento arancelario que no terminó de llegar.

Donald Trump es pro «Brexit» y se ha alineado con el «Premier» Johnson, Joe Biden al revés

Es previsible que bajo la batuta de Joe Biden, de salir elegido, se vuelva a la senda del entendimiento con otras potencias en lo comercial, en lo económico y también respecto a los organismos internacionales. Donald Trump renegó de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la Organización Mundial del Comercio (OMC) o el Acuerdo de París sobre el Cambio Climático.

Joe Biden en un acto de campaña el pasado 30 de abril - Fotografía: stingrayschuller (Flickr) CC BY

También se esperan cambios en las políticas medioambientales, con los demócratas más favorables por reducir la dependencia de los combustibles fósiles (en la era Trump el petróleo experimentó un gran auge doméstico a través de la ruptura hidráulica o «fracking») y hacer mayor uso de las energías alternativas.

La Agencia de Protección del Medio Ambiente (EPA) puede volver a la senda de la era Obama, que pretendía que se vendiesen coches más eficientes en Estados Unidos mediante el CAFE, y tener en cuenta los objetivos de reducción de CO2 a nivel mundial que su predecesor. El enfoque de Donald Trump ha sido más cortoplacista en ese sentido y negando la evidencia del Cambio Climático.

Una victoria de los demócratas acercará a EEUU a la Unión Europea y a China en avances medioambientales y de eficiencia energética

En resumen, los fabricantes de un lado y otro del Atlántico contarían con más facilidades en el caso de una victoria demócrata, y tanto BMW, como Daimler o Volkswagen se verían aliviados, así como todos aquellos que estaban temerosos de la incertidumbre generada por las políticas de Trump, que en cierto sentido fueron retrocesos.

Los primeros resultados empezarán a conocerse esta medianoche, aunque el resultado definitivo se va a demorar por el masivo voto por correo y la alta participación que esperan los analistas. Están en juego 538 votos electorales, el ganador necesita superar los 270. El candidato que gana en cada Estado, se lleva todos los votos electorales del Estado.

Por ejemplo, en Texas hay 38 votos electorales en juego. El candidato que logre la mayoría simple (50%+1) se los lleva todos, salvo en dos estados. No solo importa el equipo que entra en la Casa Blanca, también la composición del Congreso y el Senado. Actualmente Donald Trump tiene un Congreso dominado por los demócratas como contrapeso, así como el Senado, lo cual limitó sus poderes.

En algunas ciudades de EEUU se han preparado para un posible estallido social en las próximas horas

Donald Trump tenía prácticamente ganada la reelección antes del embiste del COVID-19. Ahora mismo Joe Biden le saca mucha ventaja en las encuestas, pero estas fallaron la última vez. Es más, la candidata demócrata Hillary Clinton recibió más sufragios que Trump, pero este último ganó en votos electorales con los estados interiores y dejó a los analistas políticos con el culo torcido. Podría volver a ocurrir.

Este artículo trata sobre...

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