El futuro de Bugatti también pasa por fabricar coches eléctricos
Si bien Bugatti no tiene la urgencia del resto de la industria por reducir sus emisiones, el futuro de la marca está ligado a los motores eléctricos, especialmente de cara a ampliar la gama con un modelo de precio menos astronómico.
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Publicado: 18/11/2019 22:00
En la actualidad Bugatti es una marca muy particular. Su único modelo (o familia de modelos), el Chiron, es uno de los modelos más superlativos que el dinero puede comprar en términos de potencia, prestaciones, lujo... Su mantenimiento es un auténtico cementerio de billetes. La última variante, Centodieci, se anunció por un precio de 8 millones de euros.
Pero el futuro de la marca no va a pasar por seguir exprimiendo las posibilidades de la combustión interna en lo más alto de la pirámide, tiene que pasar a la fuerza por los motores eléctricos. No lo decimos únicamente por descubrir que el Centodieci que hemos visto es, en realidad, una maqueta 1:1 con motor eléctrico.
El Grupo Volkswagen tiene planes para aumentar la producción de Bugatti, dentro de unos números muy razonables, y tener un modelo de acceso a gama que quede por debajo de 1 millón de euros. Según Bloomberg, podría ser una berlina, familiar o crossover de propulsión eléctrica y para cuatro ocupantes.
Este modelo podría nutrirse del saber hacer y la tecnología del Grupo sin entrar en unos enormes costes de desarrollo. Además, la competencia ya está haciendo movimientos en esa dirección, la misma que está tomando la mayoría de la industria.
Seguiríamos hablando de un modelo de lujo, pero que sería más fácil de vender en un contexto de abandono progresivo de los motores de combustión interna para reducir las emisiones de dióxido de carbono y también la contaminación inherente a cualquier motor de combustión interna.
En otras palabras, se trata de que Bugatti se pueda justificar dentro del Grupo Volkswagen como una marca que puede sobrevivir con más de un modelo y que no tiene su futuro tan cuestionable. Formaría, junto a Bentley y Porsche, lo más selecto de todo lo que vende el conglomerado germano de marcas.
"La industria está cambiando desde sus fundamentos, y tenemos que adaptarnos a las oportunidades que hay para consolidad a Bugatti como una marca que va hacia delante", comentó Stephan Winkelmann, CEO de Bugatti.
Sin embargo, se trata de un producto muy de nicho, conseguir los fondos para su desarrollo es una tarea complicada. Ahora mismo está claro que hay clientela de coches eléctricos que superen los 100.000 euros, pero no está tan claro que haya gente que quiera gastarse 10 veces más considerando los tópicos que arrastra esta tecnología.
Para cuando dicho modelo salga a la luz, a buen seguro que la gente de dinero no tendrá dificultades para acceder a una red de cargadores ultra rápidos, cuesten lo que cuesten, para reducir al mínimo sus paradas al desplazarse. Los clubes de golf, restaurantes selectos o centros de negocios pueden ser buenos emplazamientos para ese tipo de cliente.
Lo ideal para Bugatti es que pudiese sobrevivir como una empresa independiente. Ahora el Chiron proporciona unos respetables beneficios -no se puede decir lo mismo del Veyron, su precedesor-. A Ferrari le vino muy bien salir a bolsa, su cotización se triplicó, pero en cambio a Aston Martin le ha venido fatal semejante movimiento.
Bugatti es un fabricante pequeño y por su escaso volumen no tiene que hacer frente a reducciones imperativas de CO2 para cumplir con Bruselas. Sus coches representan una fracción despreciable del problema, en el que se ven involucrados decenas de millones de coches. Para poner las cosas en contexto, se van a producir 500 Chiron.
Con la tecnología eléctrica se puede mantener el listón muy elevado en cuanto a prestaciones. En cuanto a la autonomía, tengamos en cuenta de que nadie en su sano juicio rechazó al Veyron por agotar el depósito en 12 minutos rodando a velocidad máxima, 3 minutos antes de que los neumáticos fuesen reducidos a jirones.
Fuente: Automotive News Europe